«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


8 de enero de 2017

EN LA FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR EL PAPA BAUTIZARÁ A 28 NIÑOS EN LACAPILLA SIXTINA

 (RV).- Por cuarta vez en su Pontificado, el Papa Francisco presidirá la misa en la Capilla Sixtina en el día en que termina el tiempo de Navidad, administrando el Sacramento del Bautismo a 13 niñas y 15 niños. La liturgia habla del Bautismo de Jesús, “en el Espíritu Santo y en el fuego” (Lc 3,16). Estas fueron las palabras del Papa el 10 de enero de 2016:

“De hecho, el Espíritu Santo en el Bautismo cristiano es el artífice principal: es Él quien quema y destruye el pecado original, restituyendo al bautizado la belleza de la gracia divina; es Él quien nos libera del dominio de las tinieblas, es decir, del pecado y nos traslada al reino de la luz, es decir, del amor, de la verdad y de la paz: este es el reino de la luz. ¡Pensemos a qué dignidad nos eleva el Bautismo!”

El Bautismo nos transforma en “hijos de Dios” recuerda el Obispo de Roma y señala que esta “estupenda realidad” de ser sus hijos comporta la responsabilidad de seguir a Jesús, el Siervo obediente y reproducir en nosotros mismos sus rasgos: mansedumbre, humildad y ternura”.  

“Sin embargo - constata el Pontífice - esto no es fácil, especialmente si entorno a nosotros hay mucha intolerancia, soberbia, dureza. ¡Pero con la fuerza que nos llega del Espíritu Santo es posible!”, asegura.

“El Espíritu Santo, recibido por primera vez el día de nuestro Bautismo, nos abre el corazón a la Verdad, a toda la Verdad”, dice después el Papa:

“El Espíritu empuja nuestra vida hacia el camino laborioso pero feliz de la caridad y de la solidaridad hacia nuestros hermanos. El Espíritu nos dona la ternura del perdón divino y nos impregna con la fuerza invencible de la misericordia del Padre. No olvidemos que el Espíritu Santo es una presencia viva y vivificante en quien lo acoge, reza con nosotros y nos llena de alegría espiritual”.

En la fiesta del Bautismo de Jesús, Francisco invita a pensar en el día de nuestro Bautismo y a agradecer por este don. “Es una fecha para festejar – afirma – porque es la fecha de nuestro nacimiento como hijos de Dios”. Y da como tarea de la semana que se busque la fecha del propio Bautismo.

“Festejar este día – agrega el Santo Padre – significa reafirmar nuestra adhesión a Jesús, con el compromiso de vivir como cristianos, miembros de la Iglesia y de una humanidad nueva, en la cual todos somos hermanos”.

Francisco invita finalmente a los padres a custodiar la fe de los niños:

“No se olviden que la más grande herencia que ustedes pueden dar a sus hijos es la fe. Estén atentos a que no se pierda, a hacerla crecer y a dejarla como herencia. Les deseo - finaliza el Papa - que sean capaces de hacer crecer estos niños en la fe”.

Durante la misa se rezará por los niños que sufren para que “el Señor suscite siempre hombres y mujeres capaces de inclinarse hacia ellos con caridad incansable”.
(MCM-RV)                                       


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