«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


3 de marzo de 2017

PALABRA DE VIDA

«¡Reconciliaos con Dios!» (2 Co 5, 20)
 En muchos lugares del planeta hay guerras sangrientas que parecen interminables y que afectan a familias, tribus y pueblos. Gloria, de 20 años, cuenta: «Nos enteramos de que habían quemado un pueblo y muchas personas se habían quedado sin nada. Junto con mis amigos, organicé una recogida de cosas: colchones, ropa, alimentos; fuimos allá, y tras 8 horas de viaje encontramos a la gente destrozada. Escuchamos sus relatos, les secamos las lágrimas, los abrazamos, los consolamos… Una familia nos confió: «Nuestra niña estaba en la casa que nos quemaron y nos parecía haber muerto con ella. Ahora encontramos en vuestro amor la fuerza de perdonar a los hombres que lo han provocado».
También el apóstol Pablo vivió su propia experiencia: precisamente él, el perseguidor de los cristianos (cf. Hch22, 4ss.), se encontró en su camino, de un modo completamente inesperado, con el amor gratuito de Dios, quien luego lo envió como embajador de reconciliación en su nombre (cf. 2 Co, 5, 20).
Así se convirtió en testigo apasionado y creíble del misterio de Jesús muerto y resucitado, que ha reconciliado al mundo consigo para que todos puedan conocer y experimentar la vida de comunión con Él y con los hermanos (cf. Ef 2, 13ss.). Y, a través de Pablo, el mensaje evangélico llegó y fascinó incluso a los paganos, considerados los más alejados de la salvación: ¡reconciliaos con Dios!
También nosotros, a pesar de errores que nos desaniman o de falsas certezas que nos convencen de que no la necesitamos, podemos dejar que la misericordia de Dios – ¡un amor exagerado!– nos cure el corazón y nos haga por fin libres de compartir este tesoro con los demás. Así contribuiremos al proyecto de paz que Dios tiene sobre toda la humanidad y sobre la creación entera, y que supera las contradicciones de la historia, como sugiere Chiara Lubich en un escrito suyo:
«[…] En la cruz, en la muerte de su Hijo, Dios nos dio la prueba suprema de su amor. Por medio de la cruz de Cristo, Él nos ha reconciliado con Él. Esta verdad fundamental de nuestra fe conserva hoy toda su actualidad. Es la revelación que toda la humanidad espera: sí, Dios está cerca con su amor a todos y ama apasionadamente a cada uno. Nuestro mundo necesita este anuncio, pero lo podemos hacer si antes lo anunciamos una y otra vez a nosotros mismos, para así sentirnos envueltos por este amor incluso cuando todo nos llevaría a pensar lo contrario […] Todo nuestro comportamiento debería hacer creíble esta verdad que anunciamos. Jesús dijo claramente que antes de llevar la ofrenda ante el altar deberíamos reconciliarnos con una hermana o hermano nuestro si tienen algo contra nosotros (cf. Mt 5, 23-24) […] Amémonos como Él nos amó, sin cerrazón ni prejuicios, sino abiertos a acoger y apreciar los valores positivos de nuestro prójimo, dispuestos a dar la vida unos por otros. Este es el mandato por excelencia de Jesús, el distintivo de los cristianos, tan válido hoy como en los tiempos de los primeros seguidores de Cristo. Vivir esta palabra significa convertirnos en reconciliadores».
Viviendo así, enriqueceremos nuestros días con gestos de amistad y reconciliación en nuestra familia y entre las familias, en nuestra Iglesia y entre las Iglesias, en cualquier comunidad civil o religiosa a la que pertenezcamos.
LETIZIA MAGRI
EXPERIENCIAS:
1.-        “…un corazón de carne...: me escuchaste, (y descargué mis preocupaciones, a pesar del poco tiempo del que dispones), con toda tranquilidad...y mucha generosidad. Gracias; todo en manos de Dios y la Virgen: con espíritu nuevo y mucho amor ,viviendo el hoy y mañana Dios dirá!! Ojalá pueda ir a los ejercicios de Cuaresma al Centro Mariápolis o mis ejercicios serán los que el Señor me mande…
 2.-“Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo”: quiero que cada vez más vivir la Palabra sea como “mi estilo de vida” y así trato de salir de mi comodidad; por ejemplo, en poco tiempo han fallecido familiares cercanos de tres personas conocidas en ciudades relativamente cercanas a la mía y he salido de viaje muy temprano para acompañarlas en su dolor durante el entierro.
O me ofrezco para lo que sea necesario. Por ejemplo, hace varias semanas que estoy llevando en coche a rehabilitación a una amiga.
2b.-“También intento no escatimar esfuerzos ni tiempo de dedicación a los demás, por ejemplo, con la presidencia de la comunidad de vecinos que tengo este año y que requiere bastantes llamadas, estar pendiente del desarrollo de las obras que se están realizando, etc. Muchas veces me pregunto: ¿es el amor, el bien del otro lo que me guía? Esto hace que tenga un coloquio íntimo más continuo con Dios y pueda amar “con un corazón nuevo”, siempre volviendo a empezar una vez tras otra que me encierro en mí misma.
2c.-“Esta PdV también me está ayudando, como dice el comentario, a tener “pensamientos de paz” hacia los hermanos: una vez iba por la calle, pasé por una “tienda de chinos” y me vino rápido un juicio negativo, pero también enseguida recordé la PdV y traté de cambiar mi corazón de piedra. Otro día, escuchando noticias en la TV, me vino el pensamiento “este mundo no tiene remedio”, pero me di cuenta que no podía resignarme ante los males que nos sobrepasan y me puse a rezar en esos momentos por tantas situaciones de la humanidad que no siguen el proyecto de Dios.
Estas experiencias me están ayudando a eliminar prejuicios que existen en mí, a veces de forma inconsciente, y poner mi granito de arena en construir “…un mundo nuevo en medio de la gran variedad de pueblos y culturas”
 3.-        “…he empezado hoy a trabajar como voluntaria los viernes por la mañana en un hospital. Y estoy en departamento de psiquiatría cogiendo el teléfono. Va a ser un desafío pero espero poner ayudar y contribuir en algo. Un abrazo fuerte desde aquí…
Estoy muy animada. La verdad es que mejor que nunca. Gracias siempre por estar con todos nosotros on site y on line!!…
 4.-        “…imagino que mi correo será uno entre los muchísimos que recibe. Como en muchas ocasiones le he comentado, usted ha sido una renovación de Fe en mi vida, haciendo que sea capaz de mejorar cada día como persona, mediante el ejemplo que me hace llegar en estos bonitos correos. A veces con la velocidad en la que vivo no me paro ni a pensar, pero cuando tengo un ratito libre, me gusta ir leyendo, de a trozos, los correos de la palabra de vida. Hoy que tengo 15 minutos mientras estoy en el coche esperando a que mi hija salga del cole, me gustaría aportar mi experiencia.
Este mes más centrada en tratar de poner en práctica la Palabra, he intentado ver con amor a personas que muchas veces me causan solo enfados. Dos de los niños más grandes son difíciles de trabajar porque me cuesta mucho la comunicación con los padres. He decidido dejar de quejarme de ellos y emplear más tiempo en escucharlos y asesorarlos, (sin cobrar nada extra), con paciencia, sin juzgar, sin pensar en que lo hacen mal: solo guiándolos como si de uno de mis niños se tratase, entendiéndolos y explicando las veces que sea necesario y escuchando sus inquietudes.
El fin de semana pasado fue una locura: entre ambas familias, tenía yo alrededor de 40 mensajes y unas 10 llamadas por día; a medida que pasaba el día y no tenía ánimos de atenderlos, le pedía a Dios paciencia y guía para actuar lo mejor posible para esas familias. Así voy entregando mis ratos "libres" con amor y en realidad vale la pena al llegar a la terapia esta semana y poder escuchar de parte de esos chicos que están más contentos y no han tenido problemas en casa.
Espero poder seguir mejorando cada día y así ayudar más, si en mis manos está hacerlo. De hecho hoy estuve hablando largo rato con una de estas madres que está muy afligida y en cama y la invité a venir a la misa con usted. Me dijo que quería hacerlo y que pasado mañana mismo quería comenzar. Ahora trataré de ajustar mi agenda, ya que si la voluntad de Dios es que yo la acompañe en este momento de esa manera, haré todo lo posible. 
Muchas gracias por todo…


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