«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


15 de septiembre de 2013

LA FAMILIA, SUEÑO Y RECURSO

Discurso de Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Dicasterio, para la Conferencia Internacional en Cracovia sobre el papel de la Iglesia Católica en la integración Europea.
The Role of the Catholic Church in a processo f the European integration” ("El aporte de la Iglesia Católica en el proceso de integración europeo"). Es el tema de la Conferencia internacional organizada anualmente en Cracovia por la Universidad Pontificia "Juan Pablo II" en la capital polaca, junto con la Fundación Robert Schuman, la Fundación Konrad Adenauer, el Grupo del Partido Popular Europeo en el Parlamento Europeo, la casa editorial Wokól y la Comisión de Obispos de la Comunidad Europea (Comece). La XIII edición se tendrá el viernes 13 y el sábado 14 de septiembre. El Subsecretario del Pontificio Consejo para la Familia, Mons. Carlos Simón Vázquez, representará al Presidente del Dicasterio, Mons Vincenzo Paglia, con el tema: "Significance of family from the perspective of Christianity" ( "El significado de la familia en perspectiva cristiana"). En la delegación del Dicasterio, participará también Don Andrea Ciucci.

En la cultura contemporánea, donde impera el individualismo y el utilitarismo, «los niños son considerados un obstáculo para la felicidad individual y el desarrollo del a persona», afirma Mons. Paglia. Mientras en la Biblia dice: "No es bueno que el hombre este solo" (Gen. 2.18), la cultura contemporánea no deja de decir a cada momento: "Es bueno estar solo". La pregunta es si esta "privatización de la vida", que sigue a la "segunda revolución individualista" (Gilles Lipovetsky) - que parece adquirir el aspecto de una "tiranía individualista", como la define el escritor Tzvetan Todorov, o de una "egolatría", según la definición del sociólogo Giuseppe De Rita-, realmente da felicidad. Sin embargo, en esta "hostilidad" cultural, «la familia permanece en el primer lugar     de la listas de los deseos de las personas».

En Italia, casi el 1,80% de los jóvenes en edad matrimonial prefieren el matrimonio antes que la convivencia (unión libre). En Francia, el 77% de los jóvenes, sobre todo entre los 18 y 24 años, expresan su deseo de formar una familia propia y con la misma persona para toda la vida. En Polonia, 1,85% de los entrevistados en la encuesta afirman que no se imaginan la felicidad sin la familia. El sueño de una familia está ligado a una visión de futuro. Como ha dicho Juan Pablo II, «la perdida de la memoria cristiana viene acompañada por una especie de miedo al futuro». El futuro se ve con temor más que con deseo. Y, por consecuencia pierde su atractivo y su valor testimonial de la unión del amor hasta la muerte.
 
Y por supuesto, tiene un peso la crisis económica y las dificultades con las que a diario se encuentra la familia. Por eso son necesarias políticas para apoyar y proteger a la familia, como «célula fundamental» y como «recurso para la sociedad» como es definida en varios documentos elaborados por el Pontificio Consejo para la Familia. «La estabilidad de las relaciones familiares es valor preciado; cuando se sufre, todos los miembros de la familia están en riesgo». En particular, «es un riesgo el crecimiento armonioso de los pequeños y su positiva socialización». En estudios sociales es evidente que «el divorcio, así como los hijos fuera del matrimonio, aumentan el riesgo de pobreza para los hijos y para las mujeres». También, «la familia natural experimenta la solidaridad entre las generaciones con más frecuencia y de manera más profunda que otras formas de convivencia. Los niños que viven con sus padres naturales, viven mucho mejor psíquica y físicamente, desarrollando mayor confianza en la vida y en la esperanza respecto a los niños que viven en otros contextos».

Por eso, son urgentes políticas de ayuda para la familia, especialmente con respecto al trabajo. «Las familias constituyen un recurso inigualable para el mundo del trabajo, más que los beneficios recibidos en el mismo". La familia es también, «la fuente principal del capital social, donde ésta se compone sobretodo de las relaciones de confianza, reciprocidad y colaboración, que las familias construyen interna y externamente». Sobre todo, «la familia es la escuela primera de aprendizaje en el amor y en la gratuidad, en particular hacia los miembros más débiles». Y por eso, es "el primer instrumento de humanización de las personas y de la vida social».




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