«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


6 de diciembre de 2015

MITIGAR LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO, CONTRASTAR LA POBREZA Y HACER FLORECER LA DIGNIDAD HUMANA. PALABRAS DEL PAPA DESPUÉS DEL ÁNGELUS

Texto completo de las palabras del Papa después de la oración del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
Sigo con gran atención los trabajos de la Conferencia sobre el clima en curso en París, y me vuelve a la mente una pregunta que hice en la encíclica Laudato si ''¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?'' (n. 160). Por el bien de la casa común, de todos nosotros y de las futuras generaciones, en París todo el esfuerzo debe estar dirigido a la mitigación de los impactos de los cambios climáticos y, al mismo tiempo, a contrastar la pobreza para que florezca la dignidad humana. Recemos para que el Espíritu Santo ilumine a todos los que están llamados a tomar decisiones tan importantes y les dé el coraje de tener siempre como criterio de elección el bien mayor para la familia humana.
Mañana se celebra el quincuagésimo aniversario de un acontecimiento memorable entre católicos y ortodoxos. El 7 de diciembre de 1965, en la vigilia de la conclusión del Concilio Vaticano II, con una Declaración común del Papa Pablo VI y del Patriarca Ecuménico Atenágoras, se eliminaban de la memoria las sentencias de excomunión intercambiadas entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla en 1054. Es realmente providencial que aquel gesto histórico de reconciliación, que ha creado las condiciones para un nuevo diálogo entre ortodoxos y católicos en el amor y la verdad, sea recordado precisamente en el inicio del Jubileo de la Misericordia. No hay un auténtico camino hacia la unidad sin un pedido de perdón a Dios y entre nosotros, por el pecado de la división. Recordemos en nuestras oraciones al querido Patriarca Ecuménico Bartolomé y a los demás jefes de las Iglesias ortodoxas, y pidamos al Señor que las relaciones entre católicos y ortodoxos se inspiren siempre en el amor fraterno.   
Ayer, en Chimbote (Perú), fueron proclamados beatos Michael Tomaszek y Zbigniew Strzałkowski, Franciscanos Conventuales, y Alessandro Dordi, sacerdote fidei donum, asesinados por odio a la fe en 1991. Que la fidelidad de estos mártires en el seguimiento de Cristo dé la fuerza a todos nosotros, pero especialmente a los cristianos perseguidos en diferentes partes del mundo, para dar testimonio valiente del Evangelio.
Saludo a todos ustedes, peregrinos que han venido de Italia y de diversos países; ¡hay muchas banderas! En particular al coro litúrgico de Milherós de Poiares y a los fieles de Casal de Cambra, Portugal. Saludo a los participantes en el Congreso del Movimiento de Compromiso Educativo de Acción Católica, a los fieles de Biella, Milán, Cusano Milanino, Neptuno, Rocca di Papa y Foggia; a los confirmandos de Roncone y de Settimello, a la Banda de Calangianus y al Coro de Taio.
Les deseo a todos un buen domingo y una buena preparación para el inicio del Año de la Misericordia. Por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
Traducción del italiano: Griselda Mutual, Radio Vaticana



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