«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


5 de abril de 2016

Homilía del Papa: los cristianos deben ser hombres y mujeres del "sí"

(RV).- Preguntémonos si somos hombres del sí o si dirigimos la mirada hacia otra parte para no responder. Es uno de los pasajes de la homilía matutina del Papa Francisco celebrada en la capilla de la Casa de la Santa Marta, tras la pausa por las festividades pascuales. Inspirándose en la Solemnidad de la Anunciación, el Santo Padre subrayó que es precisamente el “sí” de María, el que abre la puerta al “sí” de Jesús.  

Abraham obedece a Dios, diciendo “sí” a su llamada y parte de su tierra sin saber a donde llegaría. El Pontífice centró su homilía sobre la “cadena de los sí” que inicia con Abraham. Y partiendo de la Solemnidad de la Anunciación, Francisco recordó a esa “humanidad de hombres y mujeres” que aun siendo “ancianos”, como Abraham y Moisés, “dijeron sí a la esperanza del Señor”. A la vez que invitó a pensar en Isaías,  quien responde que sus labios son impuros, cuando Dios le pide que vaya a decir las cosas al pueblo.

El sí de María abre la puerta al sí de Jesús

El Papa también afirmó que el Señor “purifica los labios de Isaías, ¡e Isaías dice sí!”. Y añadió que esto mismo vale para Jeremías, quien consideraba que no sabía hablar, pero después también dice “sí” al Señor.

“Y hoy el Evangelio nos habla del final de esta cadena de los 'sí', pero que es el inicio de otro 'sí', que comienza  a crecer: el sí de María. Y este 'sí' hace que Dios, no sólo mire al hombre, no sólo camine con su pueblo, sino que se haga uno de nosotros y tome nuestra carne. El ‘sí’ de María que abre la puerta al 'sí' de Jesús: ‘Yo vengo para hacer Tu voluntad’, este ‘sí’ que va con Jesús durante toda su vida, hasta la Cruz”.

El Papa Bergoglio se detuvo de este modo sobre el “sí” de Jesús si bien le pide al Padre que aleje de él el cáliz. Y teniendo en cuenta que le respondió que “se haga Tu voluntad”, Francisco añadió que ahí vemos el “sí” de Dios”. Es más, “Él es el sí”.

En el “sí” de María está el “sí” de toda la historia de la Salvación

El Obispo de Roma dijo que éste es “un hermoso día para dar gracias al Señor por habernos enseñado este camino del “sí”, y también para pensar en nuestra vida”. Un pensamiento que el Papa dirigió de manera especial a algunos sacerdotes presentes en esta Misa, que celebran su 50º aniversario de ordenación:

“Todos nosotros, cada día, debemos decir ‘sí’ o ‘no’, y pensar si siempre decimos ‘sí’, o tantas veces nos escondemos, con la cabeza gacha, como Adán y Eva, para no decir ‘no’, sino para hacer un poco como que no se entiende… el que no entiende lo que Dios pide. Hoy es la fiesta del ‘sí’. En el ‘sí’ de María está el ‘sí’ de toda la historia de la Salvación, y comienza allí el último ‘sí’ del hombre y de Dios”.

Preguntémonos si somos hombres y mujeres del “sí”

Allí – añadió el Papa – Dios recrea con un “sí” como cuando al inicio hizo al mundo y al hombre. Y ahora, con este “sí” “recrea el mundo maravillosamente, nos recrea a todos nosotros”. Es “el ‘sí’ de Dios  – dijo – el que nos santifica, el que nos hace ir adelante en Jesucristo”:

“Es una jornada para dar gracias al Señor y para preguntarnos: ¿Yo soy un hombre o una mujer del ‘sí’ o soy un hombre o una mujer del ‘no’, o soy un hombre o una mujer que mira un poco hacia otra parte, para no responder? Que el Señor nos de la gracias de entrar en este camino de hombres y mujeres que han sabido decir ‘sí’”.

Al término de la homilía, las religiosas vicentinas que prestan su servicio en la Casa de Santa Marta renovaron sus votos. “Lo hacen cada año  – dijo el Papa – porque San Vicente era inteligente y sabía que la misión que les encomendaba era muy difícil y por eso quiso que cada año renovaran los votos”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

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