Un informe del ECLJ para la conciencia
dormida de un continente: «Aborto tardío e infanticidio neonatal en Europa»
El European Center for Law and Justice
(ECLJ) pone a disposición de la opinión pública de habla hispana su informe
Aborto tardío e infanticidio neonatal en Europa.
(Profesionales por la Ética) Este revelador y estremecedor documento sirve de soporte a la
petición que el ECLJ ha presentado ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo
de Europa para que investigue y haga un informe sobre la situación de los niños
nacidos vivos tras la práctica del aborto y asegure que todos los seres humanos
nacidos vivos tengan el mismo derecho a la vida, garantizado por el artículo 2
del Convenio Europeo de los Derechos Humanos.
Reclama además que todos los seres humanos se beneficien de los cuidados de salud
apropiados y necesarios sin discriminación basada en las circunstancias de su
nacimiento, conforme a los artículos 3, 8 y 14 de ese mismo
Convenio.
También pide que recomiende a los Estados Miembros que consideren en su
legislación relacionada con el aborto el umbral de viabilidad de los fetos
humanos.
Una discriminación por las
circunstancias del nacimiento
Como explica Grégor Puppinck, Director del ECJL, en la sinopsis que sirve de presentación al
referido Informe, cuando un niño nace prematuramente, se hace todo lo necesario
para salvarle la vida. Si esto no es posible, recibe la atención y los cuidados
necesarios hasta su deceso. Los cuidados paliativos para los neonatos han sido
bien desarrollados en los hospitales. Sin embargo, la situación es diferente
para los niños que nacen con vida después de ser abortados.
Cada año en Europa, los niños de 20 semanas de gestación que nacen vivos en el momento
del aborto, son abandonados hasta su muerte, sin cuidados, luchando por
respirar, muchas veces, durante varias horas, o son asesinados por una
inyección letal o asfixiados y luego arrojados a la basura con los otros
desechos hospitalarios.
El método más utilizado para realizar un aborto, en algunos países, es el llamado de
«dilatación y evacuación». En este método se dilata el cuello del útero para
extraer al bebé con un fórceps, lo que es muy doloroso. Frecuentemente, el bebé
es extraído en pedazos y generalmente no se le administra de antemano ningún
analgésico o se le practica un feticidio.
En este informe se podrá encontrar información oficial y testimonios de médicos y
enfermeras que fueron testigos de esta práctica. Ellos manifiestan la
incomodidad del personal médico y revelan frecuentemente que los padres no son
informados de la supervivencia de su hijo y de las verdaderas causas de su
muerte. Muchas veces el recién nacido es asesinado solo porque tiene una
discapacidad, con el fin de «no contrariar» a los padres.
Estos hechos no son excepcionales. Según el British Journal of Obstetrics and Gynaecology, el 10% de los
niños de 23 semanas de gestación pueden sobrevivir al aborto.
Dejar a los bebés sin cuidados, o asesinarlos simplemente porque no fueron deseados, es inhumano y va en
contra de los derechos fundamentales. De acuerdo con la ley europea, todos los
seres humanos nacidos con vida tienen derecho a la vida, a la integridad física
y a recibir el tratamiento y los cuidados necesarios para vivir, sin
discriminación basada en las circunstancias de su nacimiento.
Por medio de esta petición, concluye la presentación de Puppinck, un grupo de ONG, apoyados por
más de 210,000 ciudadanos europeos, piden a la Asamblea Parlamentaria del
Consejo de Europa (APCE) que denuncie y ponga fin a estas practicas, con el
objetivo que los recién nacidos sean tratados como seres humanos.
Fuente: InfoCatolica
No hay comentarios:
Publicar un comentario