«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


28 de septiembre de 2014

Papa: el futuro está en el encuentro entre generaciones

Papa: La violencia a los ancianos no es humana

EL PAPA: NO HAY FUTURO PARA EL PUEBLO SIN EL ENCUENTRO ENTRE GENERACIONES

Texto completo de la homilía del Santo Padre en la Jornada de la tercera edad

Ciudad del Vaticano,  (Zenit.org

A las 10.30 de este mañana, XXVI Domingo del Tiempo ordinario, el papa Francisco ha presidido en el sagrato de la Basílica Vaticana, la santa misa por los ancianos y abuelos que participan en el encuentro "La bendición de la más larga de la vida", promovido por el Consejo Pontificio para la Familia. Han concelebrado con el Santo Padre cientos de sacerdotes ancianos procedentes de distintas partes del mundo.

Publicamos a continuación la homilía del Santo Padre.

El Evangelio que acabamos de escuchar, lo acogemos hoy como el Evangelio del encuentro entre los jóvenes y los ancianos: un encuentro lleno de gozo, de fe y de esperanza.

María es joven, muy joven. Isabel es anciana, pero en ella se ha manifestado la misericordia de Dios, y, junto a con su esposo Zacarías, está en espera de un hijo desde hace seis meses.

También en esta ocasión, María nos muestra el camino: ir a visitar a la anciana pariente, para estar con ella, ciertamente para ayudarla, pero también y sobre todo para aprender de ella, que ya es mayor, una sabiduría de vida.

La Primera Lectura recuerda de varios modos el cuarto mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre: así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a dar» (Ex 20,12). No hay futuro para el pueblo sin este encuentro entre generaciones, sin que los niños reciban con gratitud el testigo de la vida por parte de los padres. Y, en esta gratitud a quien te ha transmitido la vida, hay también un agradecimiento al Padre que está en los cielos.

Hay a veces generaciones de jóvenes que, por complejas razones históricas y culturales, viven más intensamente la necesidad de independizarse de sus padres, casi de «liberarse» del legado de la generación anterior. Es como un momento de adolescencia rebelde. Pero, si después no se recupera el encuentro, si no se logra un nuevo equilibrio fecundo entre las generaciones, se llega a un grave empobrecimiento del pueblo, y la libertad que prevalece en la sociedad es una falsa libertad, que casi siempre se convierte en autoritarismo.

El mismo mensaje nos llega de la exhortación del apóstol Pablo dirigida a Timoteo y, a través de él, a la comunidad cristiana. Jesús no abolió la ley de la familia y la transición entre las generaciones, sino que la llevó a su plenitud. El Señor ha formado una nueva familia, en la que, por encima de los lazos de sangre, prevalece la relación con él y el cumplir la voluntad de Dios Padre. Pero el amor por Jesús y por el Padre eleva el amor a los padres, hermanos y abuelos, renueva las relaciones familiares con la savia del Evangelio y del Espíritu Santo. Y así, san Pablo recomienda a Timoteo, que es Pastor, y por tanto padre de la comunidad, que se respete a los ancianos y a los familiares, y exhorta a que se haga con actitud filial: al anciano «como un padre», a las ancianas «como a madres» (cf. 1 Tm 5,1). El jefe de la comunidad no está exento de esta voluntad de Dios, sino que, por el contrario, la caridad de Cristo le insta a hacerlo con un amor más grande. Como la Virgen María, que aun habiéndose convertido en la Madre del Mesías, se siente impulsada por el amor de Dios, que en ella se está encarnando, a ir de prisa hacia su anciana pariente.

Volvamos, pues, a este «icono» lleno de alegría y de esperanza, lleno de fe, lleno de caridad. Podemos pensar que la Virgen María, estando en la casa de Isabel, habrá oído rezar a ella y a su esposo Zacarías con las palabras del Salmo Responsorial de hoy: «Tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud... No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones... Ahora, en la vejez y en las canas, no me abandones, Dios mío, hasta que describa tu poder, tus hazañas a la nueva generación» (Sal 70,9.5.18). La joven María escuchaba, y lo guardaba todo en su corazón. La sabiduría de Isabel y Zacarías ha enriquecido su ánimo joven; no eran expertos en maternidad y paternidad, porque también para ellos era el primer embarazo, pero eran expertos de la fe, expertos en Dios, expertos en esa esperanza que de él proviene: esto es lo que necesita el mundo en todos los tiempos. María supo escuchar a aquellos padres ancianos y llenos de asombro, hizo acopio de su sabiduría, y ésta fue de gran valor para ella en su camino como mujer, esposa y madre.

Así, la Virgen María nos muestra el camino: el camino del encuentro entre jóvenes y ancianos. El futuro de un pueblo supone necesariamente este encuentro: los jóvenes dan la fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría popular.

EL PAPA PIDE ORAR POR EL SINODO POR LA FAMILIA

Antes de la oración del Ángelus el Papa pidió oraciones por la próxima Asamblea Sinodal sobre la familia



(RV).- Al finalizar la misa presidida por el Santo Padre en la que participaron 30 mil fieles de todo el mundo llegado a la Plaza de San Pedro, con motivo del encuentro con los ancianos, Papa Francisco rezó la oración del Ángelus y previamente recordó la figura de Álvaro del Portillo, prelado del Opus Dei, quien fue beatificado este sábado en Madrid. El Vicario de Cristo invitó a todos los fieles a rezar por la Asamblea Sinodal sobre el tema de la familia que se comenzará el próximo domingo. 
Palabras del Papa antes de la oración mariana:

Antes de concluir esta celebración, quiero saludar a todos los peregrinos, especialmente a ustedes ancianos, venidos de tantos países. ¡Gracias! 

Dirijo un cordial saludo a los participantes en el encuentro-peregrinación "Cantar la Fe", organizado con motivo del trigésimo aniversario del coro de la diócesis de Roma. Gracias por su presencia, y gracias por haber animado con el canto esta celebración, junto con la Capilla Sixtina. ¡Continuad llevando a cabo con alegría y generosidad, el servicio litúrgico en vuestra comunidad! 

Ayer, en Madrid, fue proclamado beato el obispo Álvaro del Portillo; que su testimonio cristiano y sacerdotal ejemplar, pueda despertar en muchos el deseo de adherirse siempre más a Jesús y el Evangelio.

El próximo domingo comenzará la Asamblea Sinodal sobre el tema de la familia. Invito a todos, individual y comunitariamente, a orar por este evento tan importante y yo confío esta intención a la intercesión de María, Salus Populi Romani.

Ahora rezamos juntos el Ángelus. Con esta oración, invocamos la protección de María para las personas mayores de todo el mundo, especialmente para aquellos que viven en situaciones de mayor dificultad. 

Angelus Domini ... 

(MZ-RV)


EL PAPA FRANCISCO A LOS MAYORES

Los ancianos son memoria y futuro para la Iglesia y la familia humana, nunca el descarte y la violencia, reitera el Papa



(RV).- ¡Todos estamos llamados a contrarrestar la cultura del descarte! ¡Los cristianos y las personas de buena voluntad construyamos una sociedad más humana! Agradeciendo en especial la presencia del Papa Benedicto XVI, después de escuchar con atención y cordialidad algunos testimonios de ancianos y abuelos, en representación de las diversas realidades del mundo, el Papa Francisco agradeció también a los miles de participantes en esta fiesta, «nuestra fiesta», como dijo. 

Una fiesta en familia, de encuentro, cercanía y oración, hizo hincapié el Papa Bergoglio, destacando luego el testimonio de los hermanos que llegaron desde Erbil, Kurdistán iraquí, huyendo de una violenta persecución. Su presencia es un don para la Iglesia, afirmó, subrayando que la violencia contra los ancianos es inhumana, como la que se comete contra los niños. Y recordando que Dios nunca los abandona. 

Tras señalar que la vejez es un tiempo de gracia, en el que el Señor llama a custodiar y transmitir la fe, el Obispo de Roma habló también de la importante tarea de los ancianos de ser memoria de las familias y pueblos. Pulmones de humanidad, que deben ser custodiados y cuidados, dijo también el Santo Padre enfatizando que nunca los hogares para los ancianos deben ser prisiones, donde se olvida y maltrata a los ancianos. Y poniendo en guardia contra el abandono y el descarte, verdadera eutanasia escondida y contra la cultura del descarte, que tanto daño le hace al mundo, recordó que un pueblo que no trata bien a los abuelos no tiene futuro, pierde la memoria y sus raíces.

Texto completo del discurso del Papa:

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días! 

¡Gracias haber venido en tan gran número! Y gracias por su acogida festiva: 
¡hoy es su fiesta, nuestra fiesta! Agradezco a monseñor Paglia y a todos los que la han preparado. También agradezco en especial la presencia del Papa Emérito Benedicto XVI. Tantas veces he dicho que me gusta tanto que viva aquí en el Vaticano, porque es como tener al abuelo sabio en casa ¡Gracias!

He escuchado los testimonios de algunos de ustedes, que presentan experiencias comunes a tantos ancianos y abuelos. Pero uno era diferente: el de los hermanos que vinieron desde Kara Qosh, escapando de una persecución violenta. ¡A todos ellos juntos les decimos "gracias" de forma especial! Es muy bello que ustedes hayan venido aquí hoy: es un don para la Iglesia. Y nosotros les ofrecemos nuestra cercanía, nuestra oración y nuestra ayuda concreta. La violencia contra los ancianos es inhumana, así como la que se comete contra los niños. ¡Pero Dios no los abandona, está con ustedes! Con su ayuda, ustedes son y seguirán siendo la memoria de su pueblo; y también para nosotros, para la gran familia de la Iglesia. ¡Gracias!

Estos hermanos nos dan testimonio de que aun en las pruebas más difíciles, los ancianos que tienen fe son como árboles que continúan dando frutos. Y esto vale también en las situaciones más ordinarias, donde, sin embargo, puede haber otras tentaciones, y otras formas de discriminación. Hemos escuchado algunas en los otros testimonios. 

La vejez, de forma particular, es un tiempo de gracia, en el que el Señor nos renueva su llamado: nos llama a custodiar y transmitir la fe, nos llama a orar, especialmente a interceder; nos llama a estar cerca de los necesitados ... pero los ancianos, los abuelos tienen una capacidad para comprender las situaciones más difíciles: ¡una gran capacidad! Y cuando rezan por estas situaciones, su oración es más fuerte ¡es poderosa!

A los abuelos, que han recibido la bendición de ver a los hijos de sus hijos (cf. Sal 128,6), se les ha confiado una gran tarea: transmitir la experiencia de la vida, la historia de una familia, de una comunidad, de un pueblo; compartir con sencillez una sabiduría, y la misma fe: ¡el legado más precioso! ¡Felices esas familias que tienen a los abuelos cerca! El abuelo es padre dos veces y la abuela es madre dos veces. Y en aquellos países donde la persecución religiosa ha sido cruel, pienso por ejemplo en Albania, donde estuve el domingo pasado; en aquellos países han sido los abuelos los que llevaban a los niños a bautizar a escondidas, los que les dieron la fe ¡Qué bien actuaron! ¡Fueron valientes en la persecución y salvaron la fe en esos países!

Pero no siempre el anciano, el abuelo, la abuela, tiene una familia que puede acogerlo. Y entonces bienvenidos los hogares para los ancianos ... con tal de que sean verdaderos hogares, y ¡no prisiones! ¡Y que sean para los ancianos - sean para los ancianos - y no para los intereses de otras personas! No debe haber institutos donde los ancianos vivan olvidados, como escondidos, descuidado. Me siento cerca de los numerosos ancianos que viven en estos institutos, y pienso con gratitud en los que los van a visitar y los cuidan. Los hogares para ancianos deberían ser los "pulmones" de humanidad en un país, en un barrio, en una parroquia; deberían ser "santuarios" de humanidad, donde los que son viejos y débiles son cuidados y custodiados como un hermano o una hermana mayor. ¡Hace tanto bien ir a visitar a un anciano! Miren a nuestros chicos: a veces los vemos desganados y tristes; van a visitar a un anciano, y ¡se vuelven alegres! 

Pero también existe la realidad del abandono de los ancianos: ¡cuántas veces se descarta a los ancianos con actitudes de abandono que son una verdadera eutanasia escondida! Es el efecto del descarte que tanto daño hace a nuestro mundo. Se descarta a los niños, a los jóvenes y a los ancianos con el pretexto de mantener un sistema económico "equilibrado", en cuyo centro no está la persona humana, sino el dinero. ¡Todos estamos llamados a contrarrestar esta cultura del descarte! 

Nosotros, los cristianos, junto con todos los hombres de buena voluntad, estamos llamados a construir con paciencia una sociedad diversa, más acogedora, más humano, más inclusiva, que no necesita descartar a los débiles de cuerpo y mente, aún más, una sociedad que mide su propio "paso" precisamente sobre estas personas. 

Como cristianos y como ciudadanos, estamos llamados a imaginar, con fantasía y sabiduría, los caminos para afrontar este reto. Un pueblo que no custodia a los abuelos y no los tratan bien no tiene futuro: pierde la memoria, y se desarraiga de sus propias raíces. Pero cuidado: ¡ustedes tienen la responsabilidad de mantener vivas estas raíces en ustedes mismos! Con la oración, la lectura del Evangelio, las obras de misericordia. Así permanecemos como árboles vivos, que aun en la vejez no dejan de dar frutos.

Fiesta en familia, fe, ternura, alegría y conmoción: ancianos y abuelos con el Papa Francisco y Benedicto XVI



(RV).- Este domingo la Plaza de San Pedro, abraza al Papa Francisco y a Benedicto XVI, invitado por él, con los ancianos y abuelos del mundo. Encuentro, diálogo y testimonios con el título «La bendición de la larga vida», para luego culminar con la celebración presidida por el Papa Bergoglio de la Santa Misa y el rezo mariano del Ángelus. Una fiesta en familia, transmitida en mundovisión, cargada de fe, ternura, alegría y conmoción. Un gran aplauso lleno de cariño recibió a Benedicto XVI cuando llegó a la Plaza de San Pedro, para participar en la primera parte de este evento. Intensos aplausos también algunos instantes después cuando el Papa Francisco llegó y fue a abrazar a su amado predecesor. (CdM- RV)




EL PAPA FRANCISCO CON LOS MAYORES

"Los jóvenes dan fuerza y los ancianos robustecen esta fuerza", el Papa en la homilía de la misa con los mayores



(RV).- El Santo Padre durante su homilía en la misa por la celebración de la jornada dedicada a los abuelos y ancianos, recordó la figura de la Virgen María como ejemplo en la dedicación y el cariño a los más mayores. “María nos muestra el camino a seguir: ir a visitar a la anciana pariente, para estar con ella, pero también para aprender de ella, que ya es mayor, una sabiduría de vida”, dijo. El Obispos de Roma, en una plaza de San Pedro repleta de fieles explicó que es común que los jóvenes en una etapa adolescente de la vida, se alejen de los padres y de los abuelos para “liberarse del legado generacional”, pero especificó que el problema llega si no se recupera este encuentro, y entonces se llega a un grave empobrecimiento del pueblo y una libertad que prevalece en una sociedad falsa. 
Al final de su homilía el Papa Francisco hizo hincapié en que “los jóvenes dan fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría popular”. (MZ-RV)

La preparación para el matrimonio comienza en el hogar, asegura Obispo

El Obispo de Lincoln, Nebraska, Mons. James Conley, afirmó que la preparación para el sacramento del Matrimonio comienza en la vida familiar mucho antes que la pareja se una y pidió no pasar por alto este asunto al momento de analizar la problemática del divorcio.

En una entrevista concedida al Grupo ACI, el Obispo expresó que "en casi treinta años de ministerio, he aprendido que ningún sacerdote puede preparar adecuadamente a una pareja para el matrimonio en los meses que dispone antes de la boda. La preparación real para el matrimonio comienza en el hogar, con el testimonio de padres casados y amorosos que abrazan la santa vocación a la vida familiar".

Aunque el deber del sacerdote con la pareja pronta a casarse por la Iglesia es ayudarlos a "abrazar el llamado del matrimonio" y "rechazar las mentiras del mundo sobre las falsas relaciones" como la anticoncepción, el divorcio, la cohabitación y el "matrimonio de prueba", el sacerdote dispone de unos pocos meses para hacerlo a diferencia de la familia que dispone de años.

La formación para ser un esposo y esposa fiel, así como la formación para cualquier vocación,  comienza en el hogar donde al niño "se le enseñó a creer en un Dios misericordioso y digno de confianza".

El Obispo señaló que actualmente muchas personas provienen de hogares rotos donde ese amor no se entregó, lo que hace difícil para el sacerdote transmitir en un corto período de tiempo la importancia y la santidad del matrimonio antes de que la pareja se case.

"Familias rotas engendran más familias rotas, matrimonios rotos engendran más matrimonio rotos", aseguró Mons. Conley.

El Sínodo de Obispos en Roma, que se realizará el próximo mes, se centrará en la familia. Últimamente, los medios de comunicación han prestado mucha atención a la situación de los católicos divorciados vueltos a casar.

Mons. Conley advirtió que el divorcio es un "síntoma de la cultura de muerte" y si queremos evitarlo la Iglesia deberá enfocarse en la vida familiar y la preparación para el matrimonio.

"En resumen, si queremos superar la cultura de muerte, tenemos que hacerlo atacando el problema de raíz, es decir, permitir que Jesucristo cure a las familias".
Mons. Conley espera que el próximo Sínodo "pueda ayudar a las familias a encontrarse con Jesucristo" sin importar su situación y que pueda alentar a los pastores a examinar el matrimonio y la vida familiar "de forma tan seria como la Iglesia prepara a los jóvenes para el sacerdocio o para la vida consagrada".
"En cuanto a las familias rotas, es la Iglesia la que debe asumir gran parte de la responsabilidad en preparar a las parejas a abrazar la cruz de la vida matrimonial", observó el Obispo.
Mons. Conley recordó las palabras que el Papa Francisco dirigió a las 20 parejas que contrajeron matrimonio la semana pasada en el Vaticano, que las familias son el "cimiento" que conforma la sociedad.

 Fuente: Aci Prensa

CULTURA DE LA VIDA

LA MEDICINA, EL ABORTO E HIPÓCRATES
No soy periodista y, aunque me gusta escribir, tampoco soy escritora. Soy estudiante de medicina.
Hay mil cosas que pueden llevar a alguien a querer dedicarse a la medicina. Pero en muchos casos, lo que mueve a ello es un deseo de ayudar a los demás. La persona enferma se vuelve más débil y vulnerable y se confía en las manos del médico con la esperanza de recobrar su salud. El buen médico, empleando sus conocimientos, intentará hacer cuanto esté en sus manos por el beneficio del paciente. Este perfil del médico viene dibujado desde muchos siglos atrás. En la antigua Grecia, Hipócrates, en su famoso juramento decía así: “Aplicaré mis tratamientos para beneficio de los enfermos, según mi capacidad y buen juicio, y me abstendré de hacerles daño o injusticia. A nadie, aunque me lo pidiera, daré un veneno ni a nadie le sugeriré que lo tome. Del mismo modo, nunca proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo”.
Hipócrates, con la técnica del momento, es decir, algo bastante limitado; ya veía razonable defender la vida desde su principio hasta su fin. No sabía nada de microscopios, células o ecografías. Tenía sentido común y eso bastó para que su huella perdurara tantísimos siglos después.
Ahora, con muchos más medios a nuestro alcance, sabemos que desde la fecundación hay vida. No es algo filosófico sino científico. La vida media de un óvulo aislado es de entre 12 y 24 horas y la de un espermatozoide de entre 3 y 5 días. El cigoto, en cambio, tiene aquí en España (si le dejamos) más de 80 años de vida media.
Teniendo en cuenta lo anterior, creo que el problema radica en cuándo se decide uno a valorar esa vida recién formada. Lo que pasa es que ¿quién tiene derecho a decidir si una vida vale o no, antes o después? ¿Qué tipo de superioridad hay que tener? ¿Ser una parte de una mayoría, llegar a un consenso?
Parece que ahora el valor de una vida va en función del tamaño y del ruido que haga la persona en cuestión. En España actualmente, no se puede abortar a un feto de 24 semanas, que ya tiene movimiento propio, latido cardiaco y mide unos 30 cm aproximadamente. Por el contrario, sí que se puede abortar de forma libre un feto de 14 semanas; que resulta tener también movimiento propio y latido cardiaco. ¿Cuál es la diferencia entonces? El tiempo que ha pasado: el feto de 14 semanas es más pequeñín, más inmaduro pero, ¿por eso es menos valioso?
Me pregunto dónde queda el sentido común que irradiaba Hipócrates. Quiero pensar que no ha caído en el olvido. Los médicos seguiremos como guardianes de la vida pero creo que ese papel no nos corresponde solo a nosotros. Ni solo a los gobernantes. Nos corresponde a todos porque somos personas, porque algún día también fuimos un cigoto indefenso con toda la vida por delante.
Hay una frase que dice que “el hermano ayudado por su hermano es tan fuerte como una ciudad amurallada”. Pienso que así es como tiene que ser, todos a una, haciendo crecer a la sociedad, sin dejarse a nadie atrás. Cuando la sociedad sea así, o la hagamos así, ninguna mujer sentirá que se le viene el mundo encima ante un embarazo inesperado. Sabrá que aunque tenga dificultades va a contar con el apoyo de todos, que nadie le va a hablar de lo que se le viene encima sino que oirá por todas partes: ¡Enhorabuena! Ninguna mujer pasará por la gran pena de haber dejado que se apagara la vida que llevaba dentro.
Estoy convencida de que una sociedad así sería más feliz, una sociedad en la que la vida sea una fiesta, en la que no vayamos pisoteándonos unos a otros.
Ayer, cuando me enteré de que se echaba para atrás la reforma de la ley del aborto me sentí decepcionada. #La Vida Es Lo Primero y parece que los gobernantes no se dan cuenta. Gobernantes que, en teoría, buscan como los médicos el bien, en este caso de todos sus ciudadanos, de todos sin excepción. Sin embargo, estoy convencida de que esto no quedará así. Estoy convencida de que el mundo y las personas tienen mucho más que decir. Estoy convencida de que al final ganarán la vida y el sentido común. Esperemos que llegue muy pronto ese momento.
Fuente: Arguments

27 de septiembre de 2014

PAPA FRANCISCO EN SANTA MARTA

Brindar la esperanza de Cristo al mundo que tanto la necesita. Eucaristía: sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad, 



(RV).-  Esperanza, perdón, sanación y amor a cuantos lo necesitan. En particular, a los pobres y oprimidos, caminando con ellos en busca de una vida humana auténtica en Cristo Jesús. Con su cordial bienvenida a los participantes en la Plenaria del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales, este sábado, el Papa Francisco saludó en especial a Mons. José Palma, Arzobispo de Cebú, en Filipinas que acogerá la próxima cita eucarística internacional, en enero de 2016. Citando el Concilio Vaticano II, con las palabras de San Agustín, tras reiterar la centralidad de la Eucaristía en la Iglesia, el Obispo de Roma destacó también cuán significativo es el tema del 51 Congreso Eucarístico Internacional: «Cristo entre ustedes, la esperanza de la gloria» (Col 1,27).

Tema que pone de relieve el vínculo entre la Eucaristía, la misión y la esperanza cristiana, para toda la familia humana que tanto la necesita:

«Hoy hay una gran falta de esperanza en el mundo, por ello la humanidad necesita escuchar el mensaje de nuestra esperanza en Jesucristo. La Iglesia proclama este mensaje con ardor renovado, utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones. Con el espíritu de la ‘nueva evangelización’, la Iglesia lleva este mensaje a todos y, en especial, a los que, aun habiendo siendo bautizados, se han alejado de la Iglesia y viven sin referencia a la vida cristiana».

«El 51 Congreso Eucarístico Internacional ofrece la oportunidad de experimentar y comprender la Eucaristía como un encuentro transformador con el Señor en su palabra y en su sacrificio de amor, para que todos puedan tener vida, y vida en abundancia (cf. Jn 10, 10)», señaló también el Papa Francisco, subrayando su importancia en las personas, en las familias y en la sociedad y la misión de dejarnos transformar para transformar el mundo con el amor de Cristo:

«Es ocasión propicia para redescubrir la fe como fuente de gracia que trae alegría y esperanza en la vida personal, familiar y social. 
El encuentro con Jesús en la Eucaristía será fuente de esperanza para el mundo si, transformados por el poder del Espíritu Santo a imagen de Aquel que encontramos, acogeremos la misión de transformar el mundo, dando la plenitud de la vida que nosotros mismos hemos recibido y experimentado, brindando esperanza, perdón, sanación y amor a cuantos lo necesitan. En particular a los pobres, a los desheredados y oprimidos, compartiendo sus vidas y anhelos y caminando con ellos en busca de una vida humana auténtica en Cristo Jesús.

«Queridos hermanos y hermanas, encomiendo desde ahora el próximo Congreso Eucarístico Internacional a la Virgen María», dijo el Papa al concluir su discurso: «la Virgen proteja y acompañe a cada uno de ustedes, sus comunidades, y haga fecundo el trabajo que están haciendo ante el importante evento eclesial de Cebú. Les pido que por favor recen por mí y a todos los bendigo de corazón».

CON OJOS DE MUJER

Atrévete a ser feliz

Es difícil que el ser humano se sienta totalmente satisfecho. Siempre alberga en su interior una especie de insuficiencia que le hace sufrir, por una parte, pero, por otra, buscar irremediablemente esa plenitud. Quizá esa felicidad no esté tan lejana como pueda parecer. Para los que creemos en Dios, sabemos que sólo Él puede dárnosla, y para los que no, es posible que puedan dejar un resquicio a la posibilidad de que exista y de que además les ame.

Tanto si piensas que has encontrado a Dios, como si estás inquieto porque no acabas de ser feliz y de encontrar un sentido a tu existencia, quisiera contarte algo que espero te sirva. Cansados de demasiadas palabras que suenan bien, pero un poco vacías en algunas ocasiones, la Renovación Carismática Católica en España te ofrece un Seminario de Vida en el Espíritu en Radio María, donde habrá testimonios de personas que hablan no de lo que han aprendido, sino de lo que viven.

Porque Dios nos ama con un amor personal que nos cimienta y nos da estabilidad. Porque, aunque el pecado como alejamiento de Dios es una realidad que se advierte en sus consecuencias, sabemos que no tiene la última palabra. Porque Jesucristo ha cargado con nuestros pecados, dolencias, heridas, cansancios, limitaciones y la Cruz se eleva y levanta al mundo, la Cruz que nos salva y en sus heridas hemos sido curados. Claro está que, para acoger esta salvación de Jesucristo, necesitamos fe. La fe es la adhesión a Jesús. Y esto desde luego supone un cambio, una conversión. La rutina de nuestra vida se convierte en gozo y en alegría al encontrar a Jesús, y ahí encontramos la felicidad cuando dejamos de ser el centro para dejar a Jesús ser lo que es, el Señor. Además, Jesús nos promete al Espíritu Santo y nos lo envía. La tercera persona de la Trinidad nos ilumina y realiza la obra del amor en nosotros. Y porque el Espíritu Santo es Dios, nos llena de sus dones y carismas.

Acostumbrados en muchas ocasiones a vivir una vida cristiana un tanto mediocre, el Espíritu de Dios nos impulsa de forma nueva recordándonos el poder de Dios. Porque Dios es Dios, y por ello es Poderoso, y nada es imposible para Él. ¡Podemos experimentar al Espíritu de Dios! Es como el viento que arrasa nuestras inmundicias, al que no podemos coger, pero sí sentir. Es como el fuego que abrasa, quema y transforma poniendo en nosotros un dinamismo de crecimiento y de vida. Es como el agua que fecunda haciéndolo todo nuevo. Porque «lo que nace de la carne, carne es; pero lo que nace del Espíritu, es espíritu». Es hora de dejar nuestros miedos a un lado para nacer del Espíritu que nos lleva a vivir en comunidad. Esto es lo que te presenta el Seminario y que puedes no sólo escuchar, sino, ante todo, vivir. No te conformes con una vida rutinaria, atrévete a entrar en las profundidades de Dios y a descubrir al Dios que vive en ti y que es el único que puede darte la plenitud que tu corazón desea.

Inmaculada Moreno. Alfa y Omega


 

  

26 de septiembre de 2014

ABORTO: COMUNICADO DE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL FORO DE LAICOS DE ESPAÑA

La Comisión Permanente del Foro de España ante los acontecimientos vividos en nuestro país en el día de ayer martes 23 de septiembre, desea expresar lo siguiente:

1.- Como laicos que representamos a un conjunto grande de organizaciones católicas de carácter nacional, no optamos públicamente por una u otra opción política a la que votar. Cada cristiano, según su conciencia iluminada por el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia, elige responsablemente cómo votar.

2.- Pero como cristianos y siguiendo las enseñanzas de los Papas más recientes, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, tenemos la obligación de manifestarnos en la vida pública cuando las circunstancias lo exigen. No admitimos reducir lo religioso a la esfera de la vida privada.

3.- Siendo esto así, consideramos nuestra obligación alzar nuestra voz ante la retirada del ante-proyecto de Ley Orgánica de Protección del Concebido y los Derechos de la Embarazada, que anunció ayer el Señor Presidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy Brey.

4.- Defendemos la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, en los términos de la Doctrina de la Iglesia Católica. Por lo tanto, no podemos apoyar las legislaciones que van contra esos derechos.

5.- Expresamos nuestro pesar y profunda decepción por la incoherencia que supone esta renuncia a un punto fundamental del programa electoral del partido que hoy gobierna. Pedimos al Consejo de Ministros que reflexione sobre este tema desde una perspectiva constitucional y de principios y no meramente de cálculo electoralista, pues son los derechos que están en juego se encuentran recogidos en la Constitución.

6.- Con el Papa Francisco afirmamos que: “entre los débiles que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo”.(EG213)

7.- A María, la madre de Jesús, pedimos que los gobernantes y la sociedad misma nos abramos a propuestas activas que faciliten en derecho de las mujeres a la maternidad en condiciones dignas y despertemos la responsabilidad de los varones que han engendrado al concebido.

La Comisión Permanente del Foro de Laicos de España

EL PAPA EN SANTA MARTA

"NO A LOS CRISTIANOS VANIDOSOS, SON COMO UNA BOLA DE JABÓN"



(RV).- Cuidémonos de la vanidad que nos aleja de la verdad y nos hace parecer como una burbuja de jabón. Lo dijo el Papa Francisco en la misa de la mañana de este jueves en la Casa Santa Marta. El Pontífice, basándose en el pasaje del libro de Eclesiastés en la primera lectura, señaló que, aun cuando lo hacen bien, los cristianos deben evitar la tentación de aparentar, de “hacerse ver".

Si tú, "no tienes algo consistente, también tú pasarás como todas las cosas”. Papa Francisco tomó el ejemplo del libro de Eclesiastés para detenerse sobre la vanidad. Una tentación, señaló, que existe no sólo para los paganos, sino también para los cristianos, para "la gente de fe." Jesús, recordó el Papa, "regañó mucho" a los que se jactaban. Para los doctores de la ley, añadió, decía que no deben "pasearse por las plazas" con "ropa de lujo" como "príncipes". Cuando tu rezas, ponía en guardia el Señor: "Por favor, no te hagas ver, no reces porque te vean”, “ora en secreto, entra en tu cuarto”. Lo mismo, dijo el Papa, se debe hacer cuando ayudas a los pobres: "No toques trompeta, hazlo a escondidas”. “El Padre lo ve, es suficiente".


«Pero el vanidoso: ‘pero mira, yo doy este cheque para las obras de la Iglesia’ y hace ver el cheque; luego estafa por otra parte a la Iglesia. Es lo que hace el vanidoso: vive para aparentar. ‘Cuando ayunes – les dice el Señor a éstos – por favor no te hagas el melancólico, el triste, para que todos se den cuenta. Haz penitencia con alegría, para que nadie se dé cuenta. Y la vanidad es así: es para aparentar, vivir para hacerse ver.»


"Los cristianos que viven así - continuó – para aparentar, por la vanidad, parecen pavos, se pavonean”. Se dice “yo soy cristiano, yo soy familiar de aquel cura, de aquella monja, de ese obispo, mi familia es una familia cristiana”. "Se jactan". Pero - pregunta el Papa – ¿tu vida con el Señor? ¿Cómo rezas? Tu vida con las obras de misericordia, ¿cómo va? ¿Visitas a los enfermos? “La verdad”. Es por esto que Jesús añadió, “nos dice que debemos construir nuestra casa, es decir, nuestra vida cristiana sobre la roca, en la verdad." En cambio, fue su advertencia, "los vanidosos construyen la casa sobre la arena y la casa ​​cae, la vida cristiana se cae, resbala, porque no es capaz de resistir a las tentaciones":


"Cuántos cristianos viven para aparentar. Su vida parece como una burbuja de jabón. ¡Es hermosa la burbuja de jabón! ¡Con todos los colores que tiene! Pero dura un segundo y luego ¿qué? También cuando nos fijamos en algunos monumentos fúnebres, pensamos que es vanidad, porque la verdad es volver a la tierra desnuda, como decía el Siervo de Dios Pablo VI. Nos espera la tierra desnuda, ésta es nuestra verdad final. Mientras tanto ¿me enorgullezco o hago algo? ¿Hago el bien? ¿Busco a Dios? ¿Rezo? Las cosas que tienen consistencia. Y la vanidad es una mentirosa, es imaginativa, se engaña a sí misma, engaña a los vanidosos, porque primero finge que es algo, pero luego con el tiempo llega a creerse lo que en su opinión era. Se la cree, ¡pobrecito!


Y 'esto, subrayó, es lo que le pasaba al tetrarca Herodes, que, como leemos en el Evangelio de hoy, se preguntaba con insistencia sobre la identidad de Jesús "La vanidad, -dijo el Papa - siembra un mal malestar, quita la paz. Es como aquellas personas que se maquillan mucho y luego temen que la lluvia les quite todo”. "No nos da paz la vanidad -señaló- sólo la verdad nos da la paz". Por lo tanto, Francesco ha reiterado que la única roca sobre la que construimos nuestra vida es Jesús. "Y pensamos” - dijo – “en esta propuesta del diablo, del demonio, que también tentó a Jesús en el desierto, la vanidad", y dijo: "Ven conmigo , subamos al templo, hagamos el espectáculo; te tiras abajo y todos creemos en ti ". El diablo había presentado a Jesús "la vanidad en una bandeja." La vanidad, dijo el Papa, "es una enfermedad espiritual muy grave":

"Los Padres egipcios del desierto decían que la vanidad es una tentación contra la que hay que luchar toda la vida, porque siempre vuelve a sacarnos la verdad. Y para entender esto decían es como la cebolla. La agarras y la empiezas a pelar. Y pelas la vanidad hoy, un poco de vanidad mañana y toda la vida pelando la vanidad para vencerla. Y al final eres feliz: me quité la vanidad, pelé la cebolla, pero el olor se queda en tu mano. Pidamos al Señor la gracia de no ser vanidosos, de ser verdaderos, con la verdad de la realidad y del Evangelio.

24 de septiembre de 2014

ORACIÓN EN FAMILIA POR EL SÍNODO

“El Sínodo de los obispos invita a las Iglesias particulares, a las comunidades parroquiales, a los Institutos de vida consagrada, a las asociaciones y movimientos a rezar en las celebraciones eucarísticas y en otras diversas asambleas, en los días precedentes y durante los trabajos sinodales”. La nota invita a los fieles a “unirse con su oración personal a esta intención, sobre todo las familias. En ella se recomienda la recitación del Santo Rosario ofreciéndolo por los trabajos sinodales”.  La oración será por tanto el hilo conductor de este Sínodo, en particular el rezo en el que se pide la intercesión de María, oración muy apreciada del Papa. La decisión de empezar con la oración un evento tan significativo como el Sínodo manifiesta la intención del Papa de crear un vínculo especial entre los trabajos que esperan a los obispos del 5 al 19 de octubre y la Asamblea ordinaria que se celebrará en el 2015 con el tema “Jesucristo revela el misterio y la vocación de la familia”.

LAS FAMILIAS DE LOS MIGRANTES, TEMA EN EL SÍNODO DE OCTUBRE

El cardenal Veglió: Reunificaciones familiares, entre las problemáticas, y no sólo divorciados y vueltos a casar
Ciudad del Vaticano, 23 de septiembre de 2014 (Zenit.org
La situación de los hogares de los inmigrantes entrará de lleno en el Sínodo sobre la familia. Lo indicó este martes el cardenal Veglió indicando la portada que tendrá este encuentro, y criticó que algunos periódicos lo reduzcan solamente “a la comunión a los divorciados y vueltos a casar, y esto es una estupidez”. Y precisó que no es una estupidez “el problema de los divorciados y vueltos a casar” pero sí “que se hable solamente de ésto”. Porque “La familia son tantas cosas”.
Lo dijo respondiendo a una pregunta de ZENIT, en la sala de prensa de la Santa Sede,en el espacio abierto para las interrogaciones de los periodistas, al concluir la presentación del Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebrará el 18 de enero próximo y cuyo tema es: “Iglesia sin fronteras, madre de todos”, 
Después de la conferencia le precisó a ZENIT que en esta reunión que es el sínodo, ”todos podremos hablar, espero poder hacerlo en los minutos que nos conceden, y si no nos basta, dejaremos escritas nuestras inquietudes”.
“Especialmente el tema de la reunificación de las familias que se dividen, y que constituye un problema enorme. Una familia resiste con dificultad cuando alguien parte, sea el marido, o la mujer, además del problema de la atención los niños”. Recordó que “si la familia tiene sus dificultades cuando están todos juntos, mucho más en esta situación”, aunque precisó que “no sucede con todos los que emigran, gracias a Dios, y porque muchos lo hacen junto a su familia”.
“Presentaré este tema, claramente --dijo el cardenal-- porque cada participante del sínodo llevará sus problemas, nosotros del Pontificio Consejo para los migrantes e itinerantes, llevaremos también el de las familias emigrantes.
El purpurado recordó en la conferencia, que la JM de los Migrantes nace en el contexto de las emigraciones de los italianos en el mundo y de la creación de un colegio en Roma destinado a preparar a los misioneros que acompañarían a dichas familias.
En la conferencia el cardenal presentó el mensaje bajo dos aspectos, el de los migrantes y refugiados, a la luz de un tema con dos características específicas de la Iglesia: su universalidad y su maternidad.
Recordó además que las migraciones hoy ponen desafíos particulares, no solamente por la dimensión, sino también por las problemáticas de tipo social, económica, política, cultural y religiosa que plantean.
Y que como indica el Papa, en esta época de migraciones sin precedentes, no es rara la tendencia de ver al inmigrante extranjero con sospecha y miedo, en cambio de darle acogida y solidaridad. E invitó a distinguir entre los emigrantes que trabajan y viven normalmente, y los delincuentes, y que estos últimos merecen ser sancionados si no cumplen las leyes de un país. 

Sobre la invitación del Papa a convertir estructuras en desuso en centros para acoger a los refugiados, el director de la fundación Migrantes, Giancarlo Perego, indicó que "después de llamado del Papa en el Centro Astaldi, han sido acogidas 4 mil personas y también en estas semanas se están siguiendo el ejemplo diversos institutos religiosos que están adaptando edificios". 

¿HAY FUTURO PARA LA FAMILIA?

En mi anterior artículo "Un futuro que ya es presente" manifesté mi voluntad de seguir comentando las cosas que Alvin Toffler anticipó, y las que no anticipó, en su obra El "shock" del futuro, especialmente en lo relacionado con la familia.
En el apartado "la familia reducida" de su capítulo XI, habla del paso ya producido de la familia extensa, -abuelos, tías, primos-, propia de una cultura agrícola, a la familia nuclear compuesta solo del matrimonio y los hijos, propia de una cultura industrial y ciudadana.

Pero esta familia nuclear también anticipa que cambiará y será cada vez más reducida debido a las carreras profesionales de los cónyuges y la transitoriedad de las uniones matrimoniales. Dice que la decisión de engendrar un hijo se irá posponiendo y retrasando hasta la edad del retiro, en cuyo momento las técnicas de reproducción pueden facilitarle la implantación de un embrión congelado a un vientre de alquiler.
Lo de tener hijos después de jubilarse no parece que se haya producido, pero el retraso en la primera maternidad es cada vez más acusado. Se tiene el primer hijo bien pasada la treintena que, a menudo, será el único. La tasa de natalidad en el mundo occidental es bastante baja y más acusada aún en España, donde se está produciendo un proceso de rápido envejecimiento de la población.
Cada vez hay más viejos y menos niños y aunque los viejos sobrevivan a edades cada vez más avanzadas, terminarán muriendo, sin que existan generaciones jóvenes para sustituirlos. Toffler no anticipó el problema del envejecimiento imparable de la población, que hace insostenible el mantenimiento del estado de bienestar. Estamos asistiendo al suicidio de una civilización, que será sustituida por otros pueblos diferentes y más prolíficos, que ya están creciendo entre nosotros y otros que vendrán.
La ideología de género, el feminismo radical, la contracepción, el aborto o el miedo a la superpoblación del planeta, que Toffler no menciona, están produciendo efectos devastadores sobre la familia, auspiciados por los organismos internacionales que, manejados por importantes minorías y bajo exitosos eufemismos como la salud sexual y reproductiva o la lucha contra las discriminaciones, la explosión demográfica, la ecología, los derechos de los animales, y otras cosas por el estilo, están actuando como motores del cambio que se está produciendo ante nuestros ojos.
Si siempre estuvo claro que las personas somos biológicamente varones o mujeres, dejó de estarlo desde aquel exabrupto de Simone de Beauvoir: "No se hace mujer: llega una a serlo", el sexo pasó a ser algo cultural, disponible, cada uno puede elegir la sexualidad que se le antoje, con la aquiescencia de los gobiernos, dizque progresistas. No hay ya dos sexos complementarios en el amor, sino un sinfín de modalidades que se están inculcando a los niños desde los jardines de infancia.
Aunque siempre me gustaron los libros que imaginaban el futuro nunca leí ninguna anticipación de esta clase, que ya es presente. El niño puede elegir ser niña o la niña ser niño y nos dicen que hay obligación de tratarlos como tal, según la ley de mi comunidad autónoma.
Hay sin duda un shock de futuro, un futuro chocante, que se nos está imponiendo todos los días y se va aceptando por unos con satisfacción, por otros con estupor. Merece la pena pensar en todo ello para tener ideas claras, si es posible.

 FRANCISCO RODRÍGUEZ BARRAGÁN

23 de septiembre de 2014

7 COSAS QUE DEBERÍAS DECIRLE A TU HIJO TODOS LOS DÍAS


















La educadora y divulgadora Miriam Aguirre, proponía algunas combinaciones de palabras que había que decirle a cada uno de tus hijos «todos» los días. No era una lista exhaustiva. Y, a mi modo de ver, parece más dirigido a padres que a madres, a ellas suelen salirle estas cosas espontáneamente.
Creo que es un buen propósito para el curso que comienza. Me gustaron porque no es un recetario de autoayuda. De una manera u otra es un modo de ver a nuestros hijos como Dios nos mira a todos, ¿no?
Cambio pocas cosas de la redacción original de Aguirre:
  1. «Te amo/Te quiero». No debe pasar un solo día sin que tus hijos escuchen de tu boca, y sientan con seguridad, que los amas. Vendrán días difíciles, habrá momentos en los que ellos tomen decisiones que tal vez no sean las mejores. Asegúrate de que sepan con toda certeza que, sin importar lo que les pase o su forma de ser, nunca dejarás de amarlos.
  2. «Todos los días doy gracias por ti». Permite que escuchen de tu boca que das gracias a Dios por tenerlos en tu vida y que deseas su bienestar, que sean felices, que sean santos. Reza con ellos También ora por su bienestar, especialmente cuando tienen dificultades, y que lo sepan.
  3. «Me haces muy feliz». Esto no puede ser más cierto. Para cada madre o padre no hay verdad más acertada. Los hijos son una fuente inagotable de felicidad y amor. Es importante que ellos sepan esto. No esperes al día de graduación o su boda para decírselo: hazlo hoy mismo.
  4. «Eres muy especial». Es de extrema importancia que los niños entiendan desde una corta edad que son diferentes y que esto los hace únicos y especiales. Además, todos queremos sobresalir de alguna manera. Ponte la meta de decirles a diario que para ti ellos son incomparables y lo más especial que te ha pasado en la vida.
  5. «Me gusta mucho cuando tú…» Toda persona disfruta de saber que lo que hace agrada a otros. En especial tus hijos, que piensan que eres la persona más interesante, inteligente y la persona que más aman. Señala cualquier detalle positivo en su comportamiento, su carácter, su bondad, sus talentos, sus divertidas ideas o su desempeño en la escuela.
  6. «Creo en ti/Confío en ti». Nuestros pequeños pueden crecer sintiéndose inseguros si no saben que tenemos confianza y que creemos en ellos. Podemos aprovechar momentos en familia, ocurrencias como en el momento de tomar una decisión adecuada para su edad, decirles que confiamos en ellos y respetar su decisión.
  7. «Eres capaz/Yo sé que tú puedes». Los niños pueden sentirse desanimados fácilmente cuando al intentar hacer algo no resulta como lo esperaban después de solo una o dos pruebas. Debemos alentarlos para que sigan intentado y expresarles que sabemos que ellos son capaces de realizar la tarea. Si necesitan más información, más práctica o más explicaciones para que la entiendan completamente, hagamos lo necesario, pero siempre deben de saber que ellos tienen la capacidad de hacerlo.
Aunque la profesora Aguirre se refiere a hijos pequeños, parece claro que no importa la edad.
Especialmente dedicado a todos esos padres y madres fabulosos que por «salvar el mundo» o intentar «dejar un mundo mejor», a veces, por un inconsciente activismo, descuidan(mos) detalles importantes de su verdadera vocación: «limpiar mocos».

 Juanjo Romero: CONOZE.COM

PAPA FRANCISCO EN SANTA MARTA: NO COMPLIQUEMOS EL EVANGELIO, ESCUCHÉMOSLO Y VIVÁMOSLO,

(RV).- La vida cristiana es “simple”: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica, no limitándose a “leer” el Evangelio, sino preguntándose de qué modo sus palabras hablan a la propia vida. Lo reafirmó el Papa Francisco en la homilía de la Misa de la mañana celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.

Las palabras que decía sonaban nuevas, como “nueva” aparecía la autoridad de quien las pronunciaba. Palabras que tocaban el corazón y en las cuales tantos percibían “la fuerza de la salvación” que anunciaban. Por esta razón, observó Francisco, las muchedumbres seguían a Jesús. Pero también estaban aquellos que lo seguían “por conveniencia”, sin demasiada pureza de corazón, tal vez sólo por las “ganas de ser más buenos”. En dos mil años, reconoció el Papa, no es que este escenario haya cambiado mucho. También hoy muchos escuchan a Jesús como aquellos nuevos leprosos del Evangelio que, “felices” con su nueva salud, “se olvidaron de Jesús” que se las había devuelto:

“Pero Jesús seguía hablando a la gente y amaba a la gente, amaba a la muchedumbre hasta tal punto que dice: ‘Estos que me siguen, esa muchedumbre inmensa, son mi madre y mis hermanos, son éstos’. Y explica: ‘Quienes escuchan la Palabra de Dios, la ponen en práctica’. Estas son las dos condiciones para seguir a Jesús: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica. Esta es la vida cristiana, nada más, ¡eh! Simple, simple. Tal vez nosotros la hayamos hecho un poco difícil, con tantas explicaciones que nadie entiende, pero la vida cristiana es así: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica”.

He aquí porqué – como lo describe el pasaje del Evangelio de Lucas – Jesús replica a quien le refería que sus parientes lo estaban buscando: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Y para escuchar la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús – dijo el Papa – basta abrir la Biblia, el Evangelio. Pero estas páginas – afirmó – no deben ser leídas, sino escuchadas. “Escuchar la Palabra de Dios – indicó Francisco – es leer eso y decir: ‘¿Pero qué me dice a mí esto, a mi corazón? ¿Qué me está diciendo Dios a mí, con esta palabra?”. Y nuestra vida cambia”:

“Cada vez que nosotros hacemos esto – abrimos el Evangelio, leemos un pasaje y nos preguntamos: ‘Con esto Dios me habla, ¿me dice algo a mí? Y si dice algo, ¿qué cosa me dice?’ – esto es escuchar la Palabra de Dios, escucharla con los oídos y escucharla con el corazón. Abrir el corazón a la Palabra de Dios. Los enemigos de Jesús escuchaban la Palabra de Jesús, pero estaban cerca de él para tratar de encontrar una equivocación, para hacerlo patinar, y para que perdiera autoridad. Pero jamás se preguntaban: “¿Qué cosa me dice Dios a mí en esta Palabra?”. Y Dios no habla sólo a todos; sí, habla a todos, pero habla a cada uno de nosotros. “El Evangelio ha sido escrito para cada uno de nosotros”.

Ciertamente, prosiguió diciendo el Santo Padre, poner después en práctica lo que se ha escuchado “no es fácil”, porque “es más fácil vivir tranquilamente sin preocuparse de las exigencias de la Palabra de Dios”. Pistas concretas para hacerlo – recordó – son los Mandamientos, las Bienaventuranzas. Contando siempre – añadió – con la ayuda de Jesús, incluso cuando nuestro corazón escucha y hace de cuenta que no comprende. Él – concluyó el Papa – “es misericordioso y perdona a todos”, “espera a todos, porque es paciente”:

“Jesús recibe a todos, también a aquellos que van a escuchar la Palabra de Dios y que después lo traicionan. Pensemos en Judas: ‘Amigo’, le dice, en aquel momento en que Judas lo traiciona. El Señor siempre siembra su Palabra, sólo pide un corazón abierto para escucharla y buena voluntad para ponerla en práctica. Por esto que la oración de hoy sea la del Salmo: ‘Guíame Señor por la senda de tus mandamientos’, es decir por la senda de tu Palabra, y para que yo aprenda con tu guía a ponerla en práctica”.



LA GRAN LABOR DE LOS ABUELOS EN LA EVANGELIZACIÓN

Los abuelos, evangelizadores de la familia   
Les presentamos hoy la primera parte de una experiencia correlacionada con el mundo de los ancianos, esta nace del deseo de concientizarlos de su misión tan fundamental al interior del núcleo familiar

Presentación de los promotores de la experiencia
Gary Aitchison, 79 años, diacono permanente. Hasta el 2000, año de su jubilación, fue profesor en el College of Business de la Universidad del Estado de Iowa.
Kay Aitchison, 78 años. Hasta el 2001 ocupó el cargo de directora ejecutiva del Christian Family Movement. La familia de la pareja Aitchison está formada por cinco hijos, cuatro nueras, y 14 nietos.

La experiencia
Un curso para aprender a ser evangelizadores de los nietos. Es este proyecto el que ha sido llevado a cabo por un matrimonio estadounidense, Gary y Kay Aitchison, del Christian Family Movement. “El programa – nos cuenta la pareja- ha sido creado para apoyar las relaciones entre familiares y para revalorizar a la tercera edad dentro de las dependencias domésticas. En los últimos tiempos nos hemos dado cuenta de que el tiempo común pasado en familia va disminuyendo cada vez más, erosionado por las ocupaciones y hobbies individuales que no permiten comunicarse y compartir momentos”. Una situación de alejamiento que tiene repercusiones negativas incluso en lo que toca a la transmisión de la fe. De hecho por la falta de tiempo en común con los familiares muchos niños ya no reciben una formación de fe adecuada. 'Cómo podríamos vendarnos los ojos ante este problema, cada vez más difundido? “Nosotros pensamos – explica Gary Aitchison- que los abuelos son las personas idóneas para colmar este vacío producido por las dinámicas de la sociedad actual. Abuelos, muy a menudo con una fe bien arraigada, que además de desear de todo corazón el bienestar de sus nietos cuentan con mucho tiempo libre para dedicárselo.

El proyecto “Los abuelos: aprender a ser agentes de evangelización”, iniciado en el 1989 bajo el auspicio del Christian Family Movement, consiste en tener varios encuentros de dialogo con pequeños grupos (ocho o diez abuelos) dónde estos toman conciencia de sus capacidades. Concretamente se trata de un total de seis reuniones, una al mes, organizadas rotativamente en una de las casas de los participantes, con duración de una hora y media o dos horas. Durante estos encuentros se estudia lo que significa ser abuelo, su rol en la familia y sus aptitudes para el servicio. El primer encuentro profundiza la vocación del abuelo y el discernimiento de la llamada de Dios en la vida familiar contemporánea. La segunda reunión dibuja la figura de los abuelos bajo el perfil afectivo, son modelos –para los nietos- del mismo amor de Dios. El tercero aborda el tema de “los abuelos como educadores”, ya que estos pueden poner a disposición de sus nietos los conocimientos y capacidades adquiridas durante la vida. La cuarta reunión se centra en los abuelos como testigos de fe, mostrando cómo estos pueden rezar por y con los nietos, contándoles las vidas de los santos y leyéndoles historias bíblicas. En el quinto encuentro los abuelos descubren su papel de “historiadores de la familia”, memoria viviente capaz de unir con el recuerdo una generación a la otra. La última reunión tiene como objetivo mostrar a los abuelos el potencial de su sabiduría, lo que les permite llegar a ser para los más jóvenes un modelo de virtud y valores, enseñándoles el arte de saber envejecer, con fe y amor hacia el futuro.