El cardenal Veglió: Reunificaciones familiares, entre
las problemáticas, y no sólo divorciados y vueltos a casar
Ciudad del Vaticano, 23 de septiembre de 2014 (Zenit.org
La situación de los
hogares de los inmigrantes entrará de lleno en el Sínodo sobre la familia. Lo
indicó este martes el cardenal Veglió indicando la portada que tendrá este
encuentro, y criticó que algunos periódicos lo reduzcan solamente “a la
comunión a los divorciados y vueltos a casar, y esto es una estupidez”. Y
precisó que no es una estupidez “el problema de los divorciados y vueltos a
casar” pero sí “que se hable solamente de ésto”. Porque “La familia son tantas
cosas”.
Lo dijo respondiendo a
una pregunta de ZENIT, en la sala de prensa de la Santa Sede,en el espacio
abierto para las interrogaciones de los periodistas, al concluir la
presentación del Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del
Migrante y del Refugiado, que se celebrará el 18 de enero próximo y cuyo tema
es: “Iglesia sin fronteras, madre de todos”,
Después de la
conferencia le precisó a ZENIT que en esta reunión que es el sínodo, ”todos
podremos hablar, espero poder hacerlo en los minutos que nos conceden, y si no
nos basta, dejaremos escritas nuestras inquietudes”.
“Especialmente el tema
de la reunificación de las familias que se dividen, y que constituye un
problema enorme. Una familia resiste con dificultad cuando alguien parte, sea
el marido, o la mujer, además del problema de la atención los niños”. Recordó
que “si la familia tiene sus dificultades cuando están todos juntos, mucho más
en esta situación”, aunque precisó que “no sucede con todos los que emigran,
gracias a Dios, y porque muchos lo hacen junto a su familia”.
“Presentaré este tema,
claramente --dijo el cardenal-- porque cada participante del sínodo llevará sus
problemas, nosotros del Pontificio Consejo para los migrantes e itinerantes,
llevaremos también el de las familias emigrantes.
El purpurado recordó
en la conferencia, que la JM de los Migrantes nace en el contexto de las
emigraciones de los italianos en el mundo y de la creación de un colegio en
Roma destinado a preparar a los misioneros que acompañarían a dichas familias.
En la conferencia el
cardenal presentó el mensaje bajo dos aspectos, el de los migrantes y
refugiados, a la luz de un tema con dos características específicas de la
Iglesia: su universalidad y su maternidad.
Recordó además que las
migraciones hoy ponen desafíos particulares, no solamente por la dimensión,
sino también por las problemáticas de tipo social, económica, política,
cultural y religiosa que plantean.
Y que como indica el
Papa, en esta época de migraciones sin precedentes, no es rara la tendencia de
ver al inmigrante extranjero con sospecha y miedo, en cambio de darle acogida y
solidaridad. E invitó a distinguir entre los emigrantes que trabajan y viven
normalmente, y los delincuentes, y que estos últimos merecen ser
sancionados si no cumplen las leyes de un país.
Sobre la invitación
del Papa a convertir estructuras en desuso en centros para acoger a los
refugiados, el director de la fundación Migrantes, Giancarlo Perego, indicó que
"después de llamado del Papa en el Centro Astaldi, han sido acogidas 4 mil
personas y también en estas semanas se están siguiendo el ejemplo diversos
institutos religiosos que están adaptando edificios".
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