El Secretariado Diocesano para la Familia y Defensa de la Vida ha convocado la I Semana de la Familia en este año 2014 con el lema "Acércate a tu Familia". La Semana de de la Familia es una experiencia gozosa que queremos compartir con todas las familias de la Diócesis de Almería y también con todas las Diócesis de España que la están celebrando en estos días.
PPara poner en el centro a la familia en un momento del itinerario
pastoral diocesano y para promover la subjetividad evangelizadora de la familia al
interior de la comunidad cristiana y de la sociedad civil.
Porque con palabras del Papa francisco “queremos animar a las familias a tomar conciencia de la
importancia que tienen en la Iglesia y en la sociedad. Hacerlas conscientes de
que el anuncio del Evangelio pasa ante todo, a través de las familias, para
alcanzar después los diversos ámbitos de la vida cotidiana”.
¿Por qué hemos elegido este lema?
El papa Francisco, que siempre busca lo positivo en las personas y en los acontecimientos, ha dicho que es necesario redescubrir la «belleza del matrimonio y de la familia», la cual es «la célula básica de la sociedad humana», pues la verdad se acepta mejor a través de la belleza. O sea estudiar «lo que hay de bello, auténtico y bueno» en la familia, sin ignorar sus dificultades, fatigas y sufrimientos, «sin caer en casuísticas que rebajarían el nivel de nuestro trabajo». «Hoy la familia es despreciada, maltratada», y por lo tanto hay que destacar «lo bello» en ella, pues el Creador «ha bendecido desde el principio al hombre y a la mujer para que fueran fecundos y se multiplicaran sobre la tierra».
También hemos querido tener
presente el mensaje del Papa a la Pontificia Academia para la Vida, que estudia
en asamblea plenaria la defensa de la vida en el «envejecimiento y
discapacidad». El Papa defendió de nuevo las bases antropológicas en las que se
asienta el hombre, y ha dicho: «la salud es sin duda un valor importante, pero
no determina el valor de la persona. La salud no es una garantía de felicidad:
ésta, de hecho, puede abundar en personas con problemas de salud. Por lo tanto,
la falta de salud y la discapacidad no son una buena razón para excluir, o peor
aún, para quitar de en medio una persona». Y añadió que el mayor sufrimiento de
las personas mayores no es su salud, ni la discapacidad, ni el debilitamiento
del cuerpo, «sino el abandono, la exclusión y la privación de amor».
El Papa nos recordaba que es en el seno familiar donde más se valora «la
vida de las personas, incluso en la vejez, en la discapacidad, en la enfermedad
grave o cuando se está apagando». Es «necesario escuchar» cada vez que se
«quiera leer el signo de los tiempos a los jóvenes y a los ancianos». La
familia enseña a no caer en el individualismo y a «equilibrar el yo con el
nosotros». En la familia se aprende a no caer en la discriminación de las vidas
humanas por la pérdida de la salud.
Nos quedó muy claro que la
línea que sigue el papa Francisco está en buscar el sentido positivo y
atractivo de la familia y del matrimonio, y desde esta visión analizar toda la
familia y descubrir sus valores y sus fallos en los distintos comportamientos y
situaciones del mundo.
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