Texto de la catequesis que el
Santo Padre Francisco pronunció en nuestro idioma:
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy reflexionamos sobre la misteriosa relación que existe
entre misericordia divina y corrección.
Dios se comporta con nosotros como un padre de familia, que
ama a sus hijos, los socorre, los cuida, los perdona. Y que también los educa y
corrige cuando se equivocan, para ayudarlos a ser responsables, a crecer en el
bien y en la libertad. La relación “padre-hijo” es figura de la alianza entre
Dios y su pueblo. Esta relación se fragmenta cuando el hombre rechaza la
paternidad de Dios. A causa del pecado, pretende convertir la libertad en
autonomía y, dejándose llevar por el orgullo, se contrapone a él y vive en una
ilusión de autosuficiencia.
Cuando el pueblo se aleja de Dios, desconfía de él y no le
obedece, experimenta entonces la aflicción de la prueba. Dios la permite con
vistas a la salvación, para que el pueblo pecador, sintiendo el vacío y la
amargura del estar lejos de él, pueda abrirse a la conversión y al perdón. Dios
habla amorosamente a la conciencia de sus hijos, para que se arrepientan y se
dejen amar de nuevo por él. La salvación es siempre un don gratuito de Dios.
Pero supone la decisión de escucharlo y dejarse convertir por él.
La corrección forma parte del camino de la misericordia
divina. Dios perdona a su pueblo, siempre deja una puerta abierta a la
esperanza – Dios nunca cierra la puerta – y le indica que el camino de la
salvación no es el de los sacrificios, sino la práctica del bien y la justicia.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en
particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que el Señor
Jesús nos alcance la gracia de acoger el perdón y la misericordia que el Padre
ofrece gratuitamente a todos, para que aprendamos a vivir como hijos suyos.
Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario