«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


22 de mayo de 2015

LA DEFENSA DE LA DIGNIDAD DE LA PERSONA, LA FRATERNIDAD Y LA SOLIDARIDAD, BANDERAS DEL LAICO COMPROMETIDO

El arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio, ha invitado a los laicos de la Archidiócesis a implicarse activamente en la evangelización de la sociedad. “Los bautizados”, dice Mons. Barrio en su Carta Pastoral para el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, “desde sus mil ocupaciones, han de iluminar el mundo de hoy con su testimonio cristiano, un testimonio de santidad y de coherencia de vida”. El arzobispo compostelano asegura que esa inquietud ha de “manifestarse en el ámbito de la la familia, de la educación, del trabajo, de la política, de la cultura y de la economía compartiendo el don de la fe y la esperanza a la que hemos sido llamados”. Esta jornada, que se celebra bajo el lema “Familia cristiana, apóstoles en el mundo”, se desarrollará este próximo domingo, solemnidad de Pentecostés.
“La Iglesia”, asegura monseñor Barrio, “necesita laicos comprometidos, siendo coherentes con su fe y viviendo la pasión de servir al prójimo”. Para realizar esta misión, explica el arzobispo compostelano, “es necesario seguir las enseñanzas de la doctrina cristiana, sintetizadas en el Catecismo de la Iglesia Católica y en la Doctrina Social de la Iglesia, sobre todo en la defensa de la dignidad de la persona, la fraternidad y la solidaridad”. Esta tarea, comenta monseñor Barrio, no está exenta de dificultades. “Relativizar la vida humana”, indica, “desvirtuar y manipular nuestra fe, construir una cultura al margen de la tradición católica con estilos de vida y comportamientos ajenos a nuestro compromiso cristiano, es algo que se representa en el plató de nuestra sociedad”.
“Pero en este momento”, añade el prelado compostelano, “percibimos el poderoso aliento del Espíritu que reanima el pueblo de Dios y despierta en medio de este, carismas de todo tipo: el amor por la palabra de Dios, la participación activa de los laicos en la vida de la Iglesia y en la evangelización, el compromiso constante en el magisterio eclesial y en los comportamientos en favor de los pobres y de los que sufren”.

(Archidiócesis de Santiago de Compostela)

No hay comentarios:

Publicar un comentario