(RV).- Que la Iglesia sea madre, no
empresaria, dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa
matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, la última de este
año, en la que participó un grupo de fieles. El Pontífice destacó la “nueva
Creación”, que representa el nacimiento de Jesús, y que hace nuevas todas las
cosas.
Dos mujeres que eran estériles
se vuelven fecundas. El Papa Bergoglio desarrolló
su homilía partiendo de las lecturas del día que narran los nacimientos
milagrosos de Sansón y Juan Bautista. En el Pueblo de Israel – afirmó el Santo
Padre – era “casi una maldición no tener hijos” y recordó que en la
Biblia encontramos a tantas mujeres estériles en las que “el Señor hace el
milagro”. Además, Francisco destacó que la Iglesia “nos hace ver este símbolo
de la esterilidad precisamente antes del nacimiento de Jesús, y también de
parte de una mujer incapaz de tener un hijo por su decisión de permanecer
virgen”.
Éste es “el signo de la
humanidad incapaz de dar un paso más”, comentó el Santo Padre. Y añadió que la
Iglesia “quiere hacernos reflexionar sobre la humanidad estéril”:
Esterilidad y nueva Creación
“De la esterilidad, el Señor es
capaz de volver a comenzar una nueva descendencia, una nueva vida. Y éste es el
mensaje de hoy. Cuando la humanidad está extenuada, ya no puede caminar, viene
la gracia y viene el Hijo, y viene la Salvación. Y aquella creación
agotada deja lugar a la nueva Creación…”.
“Esta ‘segunda’ Creación cuando
la Tierra está agotada – prosiguió explicando el Papa – es el
mensaje de hoy”. Nosotros – dijo Francisco – esperamos a Aquel que “es
capaz de recrear todas las cosas, de hacer nuevas las cosas. Esperamos la
novedad de Dios”. Es Navidad – añadió – “la novedad de
Dios que vuelve a hacer, de modo maravilloso la Creación,
y todas las cosas”. Francisco puso de manifiesto que tanto la esposa de
Manoach, madre de Sansón, como Isabel, serán madres gracias a la acción del
Espíritu del Señor. Y se preguntó qué
mensaje nos dejan estas lecturas. “Abrámonos al Espíritu de Dios – fue su
respuesta –. Nosotros, solos, no somos capaces. Es Él quien puede hacer las
cosas”:
Apertura a las novedades de Dios
“También esto me hace pensar en
nuestra madre Iglesia; también en tantas esterilidades que tiene nuestra madre
Iglesia: cuando, por el peso de la esperanza en los mandamientos, aquel
pelagianismo que todos nosotros llevamos en los huesos, se vuelve estéril. Se
cree capaz de dar a luz… no, ¡no puede! La Iglesia es madre, y se hace madre
sólo cuando se abre a la novedad de Dios, a la fuerza del Espíritu. Cuando se
dice a sí misma: ‘Yo hago todo, pero, he terminado, ¡no puedo avanzar más!’,
viene el Espíritu”.
Madre no empresaria
Se trata de una constatación
que suscitó en el Papa Francisco una reflexión sobre las esterilidades en la
Iglesia y sobre la apertura a la fecundidad en la fe:
“Y también hoy es un día para
rezar por nuestra madre Iglesia, por tantas esterilidades en el pueblo de Dios.
Esterilidad de egoísmos, de poder…
cuando la Iglesia cree que puede todo, que se adueña de las conciencias de la
gente, de ir por el camino de los Fariseos, de los Saduceos, por el camino de
la hipocresía, eh, la Iglesia es estéril. Rezar. Que nuestra Iglesia abierta al
don de Dios lo haga en esta Navidad, que se deje sorprender por el Espíritu
Santo y que sea una Iglesia que haga hijos, una Iglesia madre. Madre. Tantas
veces yo pienso que la Iglesia en algunos lugares, más que madre es una
empresaria”.
“Viendo esta historia de
esterilidad del pueblo de Dios y tantas historias en la historia de la Iglesia
que la han hecho estéril – concluyó diciendo el Papa – pidamos al
Señor, hoy, mirando el Pesebre”, la gracia “de
la fecundidad de la Iglesia. Que ante todo, la Iglesia sea madre, como María”.
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