Texto completo de la Catequesis del Papa
La Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Familia
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hemos concluido un ciclo de catequesis sobre la Iglesia.
Agradecemos al Señor que nos ha hecho recorrer este camino descubriendo la
belleza y la responsabilidad de pertenecer a la Iglesia, de ser Iglesia todos
nosotros.
Ahora iniciamos una nueva etapa, un nuevo ciclo y el tema será la
familia, que se integra en este tiempo intermedio entre dos Asambleas del
Sínodo dedicadas a esta realidad tan importante. Por esto, antes de
entrar en el recorrido sobre los diversos aspectos de la vida familiar, hoy deseo partir
precisamente de la Asamblea Sinodal del pasado mes de octubre, que tenía este
tema: “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la nueva
evangelización”. Es importante recordar cómo se desarrolló y qué produjo. Cómo
fue y qué produjo.
Durante el Sínodo los Medios han realizado su trabajo – había
mucha expectativa, mucha atención – y les agradecemos porque lo hicieron también
con abundancia. ¡Tantas noticias, tantas! Esto fue posible gracias a la Oficina
de Prensa, que cada día hizo un briefing. Pero a menudo la visión de los Medios
era un poco en el estilo de las crónicas deportivas o políticas: se hablaba
frecuentemente de dos equipos, pro y contra, conservadores y progresistas, etc.
Hoy quisiera relatar lo que ha sido el Sínodo.
En primer lugar, yo les pedí a los Padres sinodales que hablaran
con franqueza y coraje y que escucharan con humildad, que dijeran todo lo que tenían
en el corazón ¡con coraje! En el Sínodo no hubo censura previa, no hubo. Cada
uno podía, es más, debía decir lo que tenía en el corazón, lo que pensaba
sinceramente. “Pero padre, esto creará discusión”. Es verdad,
hemos escuchado cómo discutieron los apóstoles, el texto dice: “surgió una
fuerte discusión”. Gritaban entre ellos los apóstoles, ¡sí! Porque buscaban la
voluntad de Dios sobre los paganos, si podían entrar en
la Iglesia o no. Era una cosa nueva. Siempre cuando se busca la voluntad de
Dios en una asamblea sinodal hay diversos puntos de vista y discusión. ¡Y
aquello no es una cosa fea! Siempre que se haga con humildad y con ánimo de
servicio a la asamblea de los hermanos. Hubiera sido una cosa mala la censura previa. No, no.
Cada uno debía decir lo que pensaba. Después de la Relación inicial del Card.
Erdö, hubo un primer momento, fundamental, en el cual todos los Padres pudieron
hablar y todos escucharon. Y era edificante aquella actitud de escucha que
tenían los Padres. Un momento de gran libertad,
en el cual cada uno expuso su pensamiento con parresía y con confianza. Como
base de las intervenciones estaba el “Instrumento de trabajo”, fruto de la
precedente consultación de toda la Iglesia. Y aquí tenemos que agradecer a la
Secretaría del Sínodo por el gran trabajo que realizó ya sea antes que durante
la Asamblea. De verdad han sido muy buenos.
Ninguna intervención puso en discusión las verdades fundamentales
del Sacramento del Matrimonio, ninguna
intervención, es decir: la indisolubilidad,
la unidad, la fidelidad y
la apertura a
la vida (cfr Conc. Ecum. Vat. II, Gaudium et spes, 48; Código de Derecho
Canónico, 1055-1056). Esto no ha sido tocado.
Todas las intervenciones fueron recogidas y así se llegó al
segundo momento, es decir, un borrador que se llama la Relación después de la discusión.
También esta Relación fue desarrollada por el Cardenal Erdö, articulada en tres
puntos: la escucha del contexto y de los desafíos de la familia; la mirada fija
en Cristo y el Evangelio de la familia; la confrontación con las perspectivas
pastorales.
Sobre esta primera propuesta de síntesis se llevó a cabo la
discusión en los grupos, que fue el tercer momento. Los grupos, como siempre,
estaban separados por idiomas, porque es mejor así, se comunica mejor:
italiano, inglés, español y francés. Cada grupo al final de su trabajo presentó
una relación y todas las relaciones de los grupos fueron publicadas
inmediatamente. Todo fue dado, había transparencia para que se supiera lo que
sucedía.
A ese punto - el cuarto
momento – una comisión examinó todas las sugerencias que surgieron de los
grupos lingüísticos y se realizó la Relación final, que mantuvo el esquema
anterior - escucha de la realidad, la mirada en el Evangelio y el compromiso
pastoral - pero ha tratado de acoger el fruto de las discusiones en los grupos.
Como siempre, también fue aprobado un Mensaje final del Sínodo, más breve y más
divulgativo respecto a la Relación.
Este fue el desarrollo de
la Asamblea sinodal. Algunos de ustedes
pueden preguntarme: “Pero, padre, ¿han peleado los padres?” No sé si han
peleado, pero que han hablado fuerte sí, de verdad. Y esta es la libertad, es
justamente la libertad que hay en la Iglesia.
Todo ocurrió “cum Petro et sub Petro”, es decir, con la presencia del Papa, que
es garantía para todos de libertad y de confianza, y garantía de la ortodoxia.
Y al final, con una intervención mía, di una lectura sintética de la
experiencia sinodal.
Por lo tanto, los
documentos oficiales que salieron del Sínodo son tres: elMensaje final, la Relación final y el Discurso conclusivo del Papa. No hay otros.
La Relación final, que fue el punto de llegada de toda la
reflexión de las diócesis hasta aquel momento, fue publicada ayer y se envía a
las Conferencias Episcopales, que la discutirán en vistas de la próxima
Asamblea, aquella Ordinaria, en octubre de 2015. Digo que ayer fue publicada –
ha sido publicada antes- pero ayer fue publicada con las preguntas que se hacen
a las conferencias episcopales: se convierte en Lineamenta del próximo Sínodo.
Debemos saber que el Sínodo no es un parlamento: viene el representante de esta
Iglesia, de esta Iglesia, de aquella Iglesia…No, no es esto. Viene sí, un
representante, pero la estructura no es parlamentaria, es totalmente diferente:
el Sínodo es un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda obrar; no
hubo enfrentamiento entre facciones, como en el parlamento – eso es lícito en
un parlamento - sino un confronto entre los Obispos, que llegó después de
un largo trabajo de preparación y que ahora continuará en otro trabajo, para el
bien de la familia, de la Iglesia y de la sociedad. Es un proceso, es el normal
camino sinodal. Ahora esta Relatio, regresa a las Iglesias particulares y
continúa en esas Iglesias el trabajo de oración, reflexión y discusión fraterna
con el fin de preparar la próxima Asamblea. Esto es el Sínodo de los Obispos.
Lo confiamos a la protección de la Virgen, nuestra Madre. Que ella nos ayude a
seguir la voluntad de Dios tomando las decisiones pastorales que ayuden más y
mejor a la familia. Les pido que acompañen este proceso sinodal, hasta el próximo
Sínodo, con la oración. Que el Señor nos ilumine, nos haga ir hacia la madurez
de aquello que debemos decir a todas las Iglesias como Sínodo. Y para esto es
importante su oración. Gracias.
Texto completo de la síntesis de la Catequesis pronunciada
por el Papa en español:
Queridos hermanos y hermanas:
La Asamblea sinodal extraordinaria del pasado mes de octubre trató
sobre “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la
evangelización”. Un Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos
o grupos de poder, sino un espacio privilegiado y protegido de comunión,
en el que actúa el Espíritu Santo.
Con este convencimiento, pedí a los Padres sinodales que no
tuviesen reparo en hablar con franqueza y libertad, escuchando a los demás con
respeto y humildad. No hubo censura previa.
El Documento de trabajo, fruto de la consulta a toda la Iglesia,
fue la base de la primera Relación, previa al diálogo fraterno que se produjo
en el Aula sinodal, sin poner jamás en duda las verdades fundamentales del
sacramento del matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la
vida.
Seguidamente, los grupos lingüísticos trabajaron a partir de una
segunda Relación que recogía las diversas opiniones manifestadas en el Aula. Y,
con estas aportaciones, se elaboró una Relación final, que será enviada a las Conferencias
Episcopales de todo el mundo para que preparen la próxima Asamblea ordinaria en
2015.
Por tanto, aunque todos estos pasos han sido publicados, los únicos
documentos “oficiales”
del Sínodo son tres: la Relación final, el Mensaje a las familias y el Discurso
conclusivo del Papa, que espero ayuden al Pueblo de Dios.
Saludo a los peregrinos de habla española, venidos de España,
México, Argentina y otros países latinoamericanos.
Queridos hermanos, el camino sinodal continúa. Les ruego que
acompañen este proceso con la oración, pidiendo a la Virgen María que nos ayude a tomar las decisiones
pastorales más adecuadas para el bien las familias. Gracias.
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