«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


29 de julio de 2016

EL PAPA FRANCISCO EN AUSCHWITZ Y BIRKENAU: GRITO SILENCIOSO HECHO ORACIÓN QUE INVOCA LA PAZ

Elevando a Dios el corazón lleno de dolor, hecho oración silenciosa, el Papa Francisco peregrinó a los campos de concentración y exterminio de Auschwitz y Birkenau. La mañana del tercer día de su Viaje Apostólico que le llevó a Polonia, para la JMJ de Cracovia 2016, se caracterizó por la intensidad del silencio rezado en los lugares donde el odio y la guerra marcaron e hirieron el alma de la humanidad.

Firmando el Libro de Honor, el Papa Francisco - tercer Pontífice en peregrinar a Auschwitz, después de San Juan Pablo II y de Benedicto XVI - escribió en español:

«Señor ten piedad de tu pueblo, Señor, perdón por tanta crueldad» 

Quedan escritas estas palabras del Papa Bergoglio, que se suman a la emoción de su llegada y de su paso bajo la tristemente célebre inscripción «El trabajo hace libres», en el que fue el mayor centro de exterminio de la historia nazi, donde murió más de un millón de personas, la mayoría de ellas judías. Y quedan grabadas también las imágenes de los momentos en que el Obispo de Roma fue saludando uno a uno a once supervivientes. Así como el haberlo visto en oración en el patio donde eran llamados los condenados a muerte, donde San Maximiliano Kolbe se ofreció para salvar a un padre de familia, coincidiendo además con el día en que se cumplen 75 años de ese gesto. El momento en el bajó a la celda donde este santo mártir fue encerrado para que muriera de hambre y de sed, donde vimos la oración del Papa arrodillado.  Su oración ante el muro de la muerte, donde se acercó apoyando su mano, después de encender una lámpara de aceite en conmemoración de las víctimas, que dejó como recuerdo de su peregrinación.

Peregrinación que prosiguió hasta el cercano campo de Birkenau, donde el Papa Francisco se detuvo ante el Monumento a las víctimas de las naciones fue pasando ante las lápidas que en 23 lenguas dicen: «Por siempre deja que este lugar sea un llanto de desamparo, una advertencia a la humanidad, donde los nazis asesinaron alrededor de 1 millón y medio de hombres, mujeres y niños, en su mayoría judíos de distintos países de Europa».

La visita y homenaje de oración y recogimiento callado en el dolor del Papa Francisco, culminó con el emocionado encuentro con un grupo de Justos de las naciones, tras el canto del salmo 130, el De Profundis.

(CdM – RV)

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