Durante la homilía en Santa Marta, el
Santo Padre recuerda la figura del san Pedro Favre
El papa Francisco ha presidido la misa
en Santa Marta, esta mañana, con un grupo de jóvenes jesuitas, que habían
participado también en la comida con el Papa el pasado día 31 en la curia de la
Compañía de Jesús en Roma.
Durante la homilía, el Santo Padre ha
hablado de la figura de san Pedro Favre, cuya memoria liturgia se celebraba
ayer. Compañero de san Ignacio de Loyola y primer jesuita ordenado como
sacerdote, Favre fue declarado santo por el papa Francisco, con canonización
equivalente, el 17 de diciembre del año pasado.
El Pontífice ha recordado que la figura
de san Pedro Favre es decisiva en el camino de la primera Compañía. Además
"ha hecho referencia al estilo de san Pedro Favre, que era un estilo de
cercanía pero también de discernimiento, diciendo que habría podido elegir
cerrarse en fundamentalismos, en ideas claras, sin correr ningún riesgo y sin
embargo -en el más auténtico espíritu de San Ignacio-, san Pedro Favre ha
elegido estar con la gente, estar con quien estaba lejos y hacer según el
espíritu de discernimiento", explica el estudiante jesuita Nicolò Mazza,
presente en la eucaristía.
El joven ha contado sus impresiones
sobre lo vivido, en una entrevista a Radio Vaticana: "He sentido su
presencia, sus palabras, también su estilo al estar en la mesa con nosotros, en
el celebrar la misa esta mañana, como una invitación fuerte, una invitación muy
incisiva a volver a lo que es más esencial, más auténtico en el carisma de la
Compañía de Jesús y en la espiritualidad ignaciana".
Además, ha indicado que siente que el
Papa es jesuita "por su sobriedad, la sencillez, el modo concreto de
presentarse, de estar con nosotros... He tenido en algunos momentos,
precisamente, la impresión de compartir algo con un hermano, un hermano
mayor".
Cuando se han abrazado al despedirse,
Nicolò Mazza indica que el Papa le ha dicho: "esto sí que es un abrazo de
verdaderos hombres". Después, Francisco le ha recordado que en el pasado,
le habían enseñado a abrazar a los hermanos con desapego sobrio y formal:
"Esto no va bien. Me ha gustado más tu abrazo".
Fuente: Zenit
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