El papa
beatifica a 124 mártires frente a una multitud en el centro de Seúl
El papa Francisco celebró hoy una
ceremonia de beatificación de 124 mártires coreanos en el centro de Seúl con la
asistencia de cientos de miles de personas, en el principal evento de su tercer
día de visita a Corea del Sur. El pontífice comenzó una misa a las 10.00 hora
local (01.00 GMT) al aire libre en la emblemática plaza de Gwanghwamun para
beatificar a los mártires, todos ellos de la primera generación de víctimas de
la persecución religiosa en el país de los siglos XVIII y XIX.
(EFE) «Los mártires nos enseñan el
camino», apuntó Francisco durante su homilía y destacó que su legado
contribuirá a promover la paz y los valores humanos en Corea del Sur y el resto
del mundo.
El papa destacó además el carácter laico de los primeros católicos de Corea, donde a diferencia de otros países de
Asia el evangelio no fue introducido por misioneros. «Su ejemplo tiene
mucho que decirnos a nosotros, que vivimos en sociedades en las que, junto a
inmensas riquezas, prospera silenciosamente la más denigrante pobreza; (...) y
donde Cristo nos sigue llamando, pidiéndonos que le amemos y sirvamos tendiendo
la mano a nuestros hermanos necesitados», aseguró el pontífice.
Es algo bastante «excepcional» que un
papa se encargue de una ceremonia de beatificación in situ en el país de los
mártires, ya que suelen celebrarse en el Vaticano, a cargo de un cardenal,
destacó hoy un portavoz de la organización. Acompañaron a Jorge Mario
Bergoglio en la celebración el arzobispo de Seúl, Yeom Soo-jeong, y el cardenal
Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
Frente a las autoridades religiosas, desplegados a lo largo de más de 500 metros desde el Ayuntamiento hasta el
histórico palacio de Gyeongbok, se concentraban los 170.000 invitados a la
ceremonia, aunque la policía preveía que hasta un millón de personas podría
acudir hoy al centro de Seúl para ver al papa.
El centro de Seúl apareció completamente abarrotado horas antes de que comenzara la misa de beatificación y muchos de los
asistentes pasaron la noche en los alrededores antes de someterse a unos
exhaustivos controles de seguridad. Antes de la ceremonia, Francisco
desfiló por la amplia avenida de Sejong-daero hasta la plaza de Gwanghwamun,
donde se ha situado el altar provisional para la beatificación de los mártires.
Entre los invitados se encuentran unos 400 familiares de víctimas del naufragio del ferri Sewol, que desde hace semanas
acampan en Gwanghwamun para protestar contra el Gobierno y exigir una
investigación independiente. El pontífice, que un día más volvió a lucir
en el pecho el lazo amarillo en solidaridad con las víctimas del naufragio,
hizo en su camino a la ceremonia una breve parada frente a un grupo de
familiares para saludarles y darles su pésame.
Francisco comenzó el día con una breve
visita al Santuario de los Mártires de Seosomun, un lugar histórico en el
centro de la capital donde se produjo el número de ejecuciones de los primeros
católicos coreanos. El viaje de cinco días del líder de la Iglesia
católica a Corea del Sur, que alberga a 5,4 millones de fieles de esta
religión, se considera histórico al ser el primero de un papa al país en 25
años y la primera en dos décadas a Asia Oriental.
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