Que la Virgen nos ayude a creer e
interceda, en especial, por las comunidades cristianas perseguidas y
oprimidas, que en tantas partes del mundo, están llamadas a un testimonio más
difícil y valiente fue el ruego del Papa Francisco, reiterando que también
nosotros - hoy - estamos invitados a anunciar a los hombres y mujeres de
nuestro tiempo que ‘¡Cristo ha resucitado, aleluya!’.
Introduciendo el rezo mariano
pascual a la Reina del Cielo, con las palabras del Ángel, en el pasaje
evangélico del Lunes de Pascua de 2017, el Obispo de Roma hizo hincapié en que
afianzados en la Resurrección del Señor – «evento, que constituye la verdadera
novedad de la historia y del cosmos - estamos llamados a ser hombres y mujeres
nuevos, según el Espíritu, afirmando el valor de la vida. ¡Esto es
comenzar ya a resucitar!».
El Papa Francisco señaló que
seremos hombres y mujeres de resurrección, si, «en medio de las vicisitudes que
atormentan al mundo, a la mundanidad que nos aleja de Dios, sabremos brindar
gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y
la aspiración de un ambiente libre de degradación».
Signos comunes y humanos que,
sostenidos y animados por la fe en el Señor Resucitado, pueden adquirir una
eficacia muy superior a nuestras capacidades. «Sí, porque Cristo está vivo y
obra en la historia por medio de su Santo Espíritu: rescata nuestras miserias,
alcanza todo corazón humano y vuelve a donar esperanza a cualquiera que esté
oprimido y en el sufrimiento».
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