«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


27 de marzo de 2015

EL CARDENAL MÜLLER CALIFICA DE ANTICATÓLICAS LAS DECLARACIONES DEL CARDENAL MARX SOBRE EL SÍNODO

La idea de que las conferencias episcopales pueden tomar decisiones doctrinales sobre el matrimonio y la familia al margen del Papa y un sínodo general es «absolutamente anti-católica». Así lo ha asegurado el Cardenal Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en una entrevista exclusiva con la revista católica francesa Famille Chrétienne.

(Catholic Herald/InfoCatólica) El cardenal Gerhard Müller afirma: «Esta es una idea absolutamente anti-católica que no respeta la catolicidad de la Iglesia. Las conferencias episcopales tienen autoridad sobre ciertas cuestiones, pero no un magisterio paralelo al Magisterio, sin el Papa y sin comunión con los demás obispos».

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha replicado a las tesis del cardenal Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, que en declaraciones a periodistas aseguró que «no somos una filial de Roma. Cada conferencia episcopal es responsable del cuidado pastoral en su cultura y debemos, como nuestra tarea más propia, anunciar el evangelio por nuestra cuenta». En cuanto a la pastoral, el cardenal Marx aseguró que «el Sínodo no puede prescribir en detalle lo que vamos a hacer en Alemania».

Ante ello, el Cardenal Müller, máxima autoridad doctrinal de la Iglesia Católica tras el Papa, ha recordado que «una conferencia episcopal no es un sínodo local, menos aún un concilio ecuménico. El presidente de la conferencia episcopal no es más que un moderador técnico, y no tiene ninguna autoridad magisterial particular debido a este título».

Y añade que «las diócesis no son tampoco dependientes de la secretaría de las conferencias episcopales, ni de la diócesis cuyo obispo preside la Conferencia Episcopal».

El purpurado concluye: «Esa actitud amenaza de hecho con un despertar de una cierta polarización entre las Iglesias locales y de la Iglesia universal, algo fuera de lugar después de los concilios Vaticano I y Vaticano II. La Iglesia no es la suma de las iglesias nacionales, cuyos presidentes votarían para elegir a su jefe a nivel mundial».

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