El cardenal estadounidense señala que el documento “Amoris Laetitia” no propone una nueva doctrina sobre el matrimonio y la familia sino que contiene las reflexiones del Santo Padre respecto al reciente Sínodo de la Familia.
El cardenal Raymond Leo Burke ha reflexionado en un artículo en el diario National Catholic Register sobre la nueva exhortación del Papa Francisco “Amoris Laetitia”. El prelado ha contradicho a quienes sostienen que el documento postsinodal supone “una revolución en la Iglesia” o un cambio radical en relación a la enseñanza de la Iglesia respecto al matrimonio y la familia.
Estas consideraciones, reflexiona Burke, provocan confusión entre los fieles y son “una fuente de escándalo”, además de no ser coherentes con la naturaleza del documento creado como fruto del Sínodo de los obispos sobre el matrimonio y la familia celebrado el pasado mes de octubre y que confirmó la doctrina de la Iglesia respecto a estos temas.
El cardenal Burke asegura en su artículo que “Amoris Laetitia” sólo puede entenderse dentro de la enseñanza constante de la Iglesia y en continuidad con la doctrina hasta ahora establecida. Asimismo, Burke señala que la exhortación apostólica postsinodal “no es un acto de magisterio”, sino una reflexión del Santo Padre sobre los trabajos del Sínodo de los obispos.
“El Santo Padre propone lo que él personalmente cree que es la voluntad de Cristo para su Iglesia, pero él no tiene la intención de imponer su punto de vista”, subraya Burke, al tiempo que sostiene que una exhortación apostólica postsinodal, por su propia naturaleza, no propone una nueva doctrina y disciplina, sino que aplica la doctrina a la situación actual.
La exhortación, por tanto, debe ser recibida con “profundo respeto” por provenir del Romano Pontífice, Vicario de Cristo, pero Burke insiste en que el respeto no debe confundirse con “creer con fe divina y católica” todo el contenido del documento. La Iglesia católica, recuerda el prelado, nunca ha sostenido que toda expresión del sucesor de Pedro deba considerarse parte del “Magisterio infalible”.
Burke advierte que “es absurdo” considerar que cada palabra del Papa obliga en conciencia. “Mientras que el Romano Pontífice tiene reflexiones personales que son interesantes y pueden ser fuente de inspiración, la Iglesia debe estar siempre atenta a señalar que su publicación es un acto personal y no un ejercicio del magisterio papal”, recalca el prelado.
Como fruto de su experiencia pastoral, este obispo señala que “la primera señal de respeto y amor” hacia los divorciados vueltos a casar es “decirles la verdad con amor”. Niega, además, que el matrimonio cristiano sea “un ideal”, sino un sacramento que confiere la gracia a un hombre y una mujer para vivir en fidelidad de forma permanente y con apertura a la vida.
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