RV).- Vencer la mentalidad egoísta de los
Doctores de la Ley que siempre condena. Fue la admonición de Francisco en su
homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
Inspirándose en la Primera Lectura, el Papa subrayó que la nueva alianza que
Dios establece con nosotros en Jesucristo nos renueva el corazón y nos cambia
la mentalidad.
Dios renueva todo “desde las raíces y no
sólo en su apariencia”, afirmó el Pontífice al comentar la Carta a los Hebreos,
centrada en la recreación que Dios hace en Cristo. Y añadió que “esta alianza
nueva tiene sus características”. Ante todo – dijo – “la ley del Señor no es un
modo de actuar externo”, sino que entra en el corazón y “nos cambia la
mentalidad”. A la vez que en la Nueva Alianza – agregó – “hay un
cambio de mentalidad, un cambio del corazón, un cambio en el sentir y en el
modo de actuar”, en una palabra: “Un modo diverso de ver las cosas”.
Superar la mentalidad egoísta de los
Doctores de la Ley que sólo saben condenar
Francisco propuso el ejemplo de una obra a
la que un arquitecto puede mirar de modo frío, con envidia o con una actitud de
alegría y “de benevolencia”:
“La nueva alianza nos cambia el corazón y
nos hace ver la ley del Señor con este nuevo corazón, con esta nueva mente.
Pensemos en los Doctores de la Ley que perseguían a Jesús. Estos hacían todo,
todo lo que estaba prescrito por la Ley. Tenían el derecho en su mano, todo,
todo, todo. Pero su mentalidad era una mentalidad alejada de Dios. Era una
mentalidad egoísta, centrada en ellos mismos: su corazón era un corazón que
condenaba, siempre condenando. La Nueva Alianza nos cambia el corazón y nos
cambia la mente. Hay un cambio de mentalidad”.
Dios perdona nuestros pecados, la Nueva
Alianza nos cambia la vida
El Señor – añadió el Obispo de Roma – “va
adelante” y nos asegura que perdonará las iniquidades y que olvidará nuestros
pecados. “Y a veces – comentó – a mí me gusta pensar un poco bromeando
con el Señor: ‘¡Tú no tienes buena memoria!’”. “Es – dijo – la debilidad
de Dios. Cuando Dios perdona, se olvida”:
“Él olvida, porque perdona. Ante un
corazón arrepentido, perdona y olvida: ‘Yo olvidaré, no recordaré sus pecados’.
Pero también esto es una invitación a no hacer recordar al Señor los pecados,
es decir a no pecar más: ‘Tú me has perdonado, tú has olvidado, pero yo debo…’.
Un cambio de vida. Nueva Alianza: me renueva y me hace cambiar la vida, no sólo
la mentalidad y el corazón, sino la vida. Vivir así: sin pecado, lejos del
pecado. Ésta es la recreación. Así el Señor nos recrea a todos nosotros”.
El Señor nos cambia el corazón para
cambiarnos la mentalidad
En fin, el Papa dirigió su atención a otro
rasgo, el “cambio de pertenencia”.
Nosotros – dijo – pertenecemos a Dios,
“los demás dioses no existen”, “son estupideces”. “Cambio de mentalidad”, por
tanto, “cambio de corazón, cambio de vida y cambio de pertenencia”. Y ésta –
reafirmó – es la recreación que el Señor hace mejor que con la primera
creación. De ahí su invitación a pedir al Señor que vayamos en esta alianza “de
ser fieles”:
“El sello de esta alianza, de esta
fidelidad, es ser fiel a este trabajo que el Señor hace para cambiarnos la
mentalidad, para cambiarnos el corazón. Los profetas decían: ‘Pero el Señor
cambiará tu corazón de piedra en corazón de carne’. Cambiar el corazón, cambiar
la vida, no pecar más o no hacer recordar al Señor lo que ha olvidado con
nuestros pecados de hoy y cambiar la pertenencia: jamás pertenecer a la
mundanidad, al espíritu del mundo, a las estupideces del mundo, sólo al Señor”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
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