Discurso de Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Dicasterio, para la
Conferencia Internacional en Cracovia sobre el papel de la Iglesia Católica en
la integración Europea.
“The Role of the Catholic Church in a processo f the
European integration” ("El aporte de la Iglesia Católica en el
proceso de integración europeo"). Es el tema de la Conferencia
internacional organizada anualmente en Cracovia por la Universidad Pontificia
"Juan Pablo II" en la capital polaca, junto con la Fundación Robert
Schuman, la Fundación Konrad Adenauer, el Grupo del Partido Popular Europeo en
el Parlamento Europeo, la casa editorial Wokól y la Comisión de Obispos de la
Comunidad Europea (Comece). La XIII edición se tendrá el viernes 13 y el sábado
14 de septiembre. El Subsecretario del Pontificio Consejo para la Familia,
Mons. Carlos Simón Vázquez, representará al Presidente del Dicasterio, Mons
Vincenzo Paglia, con el tema: "Significance of family from the
perspective of Christianity" ( "El significado de la familia en
perspectiva cristiana"). En la delegación del Dicasterio, participará también
Don Andrea Ciucci.
En la cultura contemporánea, donde
impera el individualismo y el utilitarismo, «los niños son considerados un
obstáculo para la felicidad individual y el desarrollo del a persona»,
afirma Mons. Paglia. Mientras en la Biblia dice: "No es bueno que el
hombre este solo" (Gen. 2.18), la cultura contemporánea no deja de
decir a cada momento: "Es bueno estar solo". La pregunta es si
esta "privatización de la vida", que sigue a la "segunda
revolución individualista" (Gilles Lipovetsky) - que parece adquirir
el aspecto de una "tiranía individualista", como la define el
escritor Tzvetan Todorov, o de una "egolatría", según la definición
del sociólogo Giuseppe De Rita-, realmente da felicidad. Sin embargo, en esta
"hostilidad" cultural, «la familia permanece en el primer lugar de la listas de los deseos de las personas».
En Italia, casi el 1,80% de los jóvenes en edad matrimonial prefieren el matrimonio antes que la convivencia (unión libre). En Francia, el 77% de los jóvenes, sobre todo entre los 18 y 24 años, expresan su deseo de formar una familia propia y con la misma persona para toda la vida. En Polonia, 1,85% de los entrevistados en la encuesta afirman que no se imaginan la felicidad sin la familia. El sueño de una familia está ligado a una visión de futuro. Como ha dicho Juan Pablo II, «la perdida de la memoria cristiana viene acompañada por una especie de miedo al futuro». El futuro se ve con temor más que con deseo. Y, por consecuencia pierde su atractivo y su valor testimonial de la unión del amor hasta la muerte.
En Italia, casi el 1,80% de los jóvenes en edad matrimonial prefieren el matrimonio antes que la convivencia (unión libre). En Francia, el 77% de los jóvenes, sobre todo entre los 18 y 24 años, expresan su deseo de formar una familia propia y con la misma persona para toda la vida. En Polonia, 1,85% de los entrevistados en la encuesta afirman que no se imaginan la felicidad sin la familia. El sueño de una familia está ligado a una visión de futuro. Como ha dicho Juan Pablo II, «la perdida de la memoria cristiana viene acompañada por una especie de miedo al futuro». El futuro se ve con temor más que con deseo. Y, por consecuencia pierde su atractivo y su valor testimonial de la unión del amor hasta la muerte.
Y por supuesto, tiene un peso la crisis
económica y las dificultades con las que a diario se encuentra la familia. Por
eso son necesarias políticas para apoyar y proteger a la familia, como «célula
fundamental» y como «recurso para la sociedad» como es definida en
varios documentos elaborados por el Pontificio Consejo para la Familia. «La
estabilidad de las relaciones familiares es valor preciado; cuando se sufre,
todos los miembros de la familia están en riesgo». En particular, «es un
riesgo el crecimiento armonioso de los pequeños y su positiva socialización».
En estudios sociales es evidente que «el divorcio, así como los hijos fuera
del matrimonio, aumentan el riesgo de pobreza para los hijos y para las mujeres».
También, «la familia natural experimenta la solidaridad entre las
generaciones con más frecuencia y de manera más profunda que otras formas de
convivencia. Los niños que viven con sus padres naturales, viven mucho mejor
psíquica y físicamente, desarrollando mayor confianza en la vida y en la
esperanza respecto a los niños que viven en otros contextos».
Por eso, son urgentes políticas de ayuda
para la familia, especialmente con respecto al trabajo. «Las familias
constituyen un recurso inigualable para el mundo del trabajo, más que los
beneficios recibidos en el mismo". La familia es también, «la
fuente principal del capital social, donde ésta se compone sobretodo de las
relaciones de confianza, reciprocidad y colaboración, que las familias
construyen interna y externamente». Sobre todo, «la familia es la
escuela primera de aprendizaje en el amor y en la gratuidad, en particular
hacia los miembros más débiles». Y por eso, es "el primer
instrumento de humanización de las personas y de la vida social».
No hay comentarios:
Publicar un comentario