En entrevista concedida a ACI Prensa
en el marco del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se realiza
hasta el 25 de octubre en Roma, el purpurado australiano negó ser contrario al
Pontífice: «ciertamente no lo soy. Trabajo muy de cerca con el Papa, ayudo a
cuidar las finanzas, soy un miembro del G9», el grupo de cardenales
consultores que colabora con el Santo Padre para la reforma del Vaticano.
El también arzobispo emérito de Sydney
(Australia) afirmó que «el Papa ha pedido que el diálogo (en el Sínodo) sea libre,
él escucha mucho. Uno puede plantear un asunto y el Papa escucha. Y el Papa
confía en mí y se ha referido a mis preocupaciones. El Papa ha dicho
que la doctrina no será tocada. Además, no soy un rebelde ni un
oponente del Papa».
El Papa dice que no habrá
manipulación
Las preocupaciones del Cardenal Pell se
refieren a la metodología del Sínodo y la Comisión que prepara el
documento final. Al respecto dijo a ACI Prensa que estas «han sido ya
respondidas sustancialmente. El Santo Padre ha dicho que la doctrina no
será tocada. Habrá un documento final y votaremos el documento párrafo por
párrafo y el Santo Padre ha dicho que no habrá manipulación».
Sobre la carta, que él y otros cardenales
enviaron al Papa Francisco, el Cardenal Pell dijo que las reacciones negativas
que ha generado podrían deberse a «que no había mucha emoción la
primera semana y la prensa quería algo de emoción». «Una gran parte de
los deberes de un cardenal es escribirle cartas al Papa. He escrito varias
a los Papas en estos años.¿Por qué se filtró esta? No lo sé. De lo que
sí estoy seguro es que ninguno de los 13 firmantes la filtró»,
resaltó.
El Purpurado australiano indicó luego que
«con frecuencia enfatizamos las deficiencias del Sínodo pero el Sínodo
es una invención maravillosa. Ha sido maravilloso escuchar
los testimonios de las parejas y han sido mucho más
interesantes que las de nosotros los obispos».
«Creo que el Sínodo, básicamente, va
bien, aunque está este tema controvertido de la comunión o no para los
divorciados vueltos a casar, pero lo que es importante es que la doctrina es
una, aunque hay varias teologías», indicó luego.
No puede haber dos fes
diferentes
Sobre este tema, el cardenal Pell señaló
que «no se puede decir que en Polonia creen en la divinidad de
Cristo y que en Alemania van a decir que Cristo no es divino. No
se puede tener a dos personas en la misma situación con las mismas
circunstancias (los divorciados vueltos a casar); y que una vaya a la comunión
y cometa un sacrilegio; y en el país al costado» la realidad sea diferente.
El Prefecto de Economía de la Santa Sede
dijo después que «el Cardenal Arinze dice que no se puede nacionalizar lo que
está bien y mal. Tenemos un credo, una sola fórmula de bautismo, un
Dios y una sola fe. Católico significa universal, no continental».
Tras asegurar que en el Sínodo «somos
guiados por obispos individuales guiados a su vez por el Santo Padre», el
cardenal dijo a ACI Prensa que el ambiente entre los prelados es de gran
libertad porque todos pueden «dar sus opiniones. Yo estoy haciendo eso. Mi
grupo en inglés tiene una gran atmósfera. Hay gran libertad para hablar. A
veces hay divisiones claras, de vez en cuando, pero hay un ambiente
cristiano y maduro, una comunidad que conversa».
Sobre los trabajos de esta tercera semana,
el purpurado australiano comentó que están «trabajando duro en el Sínodo, hemos
hecho un progreso sustancial. Estamos por entrar en la tercera parte del
documento. En las dos primeras partes ha habido un consenso muy pero
muy fuerte en una gran cantidad de temas».
El Papa, garante de la
Tradición
Respecto al discurso del Santo Padre
el día sábado en la celebración de los 50 años de la institución del Sínodo por
el Beato Pablo VI, el Cardenal Pell comentó que el Papa Francisco destacó «su
rol central como Sucesor de Pedro y enfatizó también que él es el
verdadero garante de la Tradición. Solo podemos vivir y trabajar dentro de
la Tradición, lo esencial de la Tradición».
En cuanto a los que espera como resultado
del Sínodo, el cardenal señaló a ACI Prensa que le gustaría «una lista de las
mejores prácticas. Ejemplos de todo el mundo sobre estrategias y prácticas que
ayuden a la Iglesia».
«Creo que necesitamos una clara
enseñanza del Sínodo y también del Santo Padre porque hay cierto grado de
confusión y queremos tener claro el asunto de la misericordia y la
verdad, que están en el corazón de la enseñanza moral cristiana y la
enseñanza sacramental cristiana. Tenemos que estar en el corazón de la
vida familiar», subrayó.
Fuente: ACI Prensa
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