(RV).- La santidad en
la familia es un tema de prioridad en la Iglesia, por ello observamos en el
Sínodo de la Familia a los obispo compartir reflexiones sobre la misión de la
familia de hoy, y que en toda las épocas ha buscado la santidad en medio de las
dificultades; un ejemplo visible son los esposos Louis Martin y Zelia Guérin
–padres de Santa Teresita del Niño Jesús- que serán canonizados este domingo.
Vivir la santidad en la familia no es cosa del pasado,
también conocemos muchos hogares en la actualidad que disipan la oscuridad de
las contrariedades con la gracia del sacramento del matrimonio, el amor puro
del hogar, y su misión de edificar Iglesia con los miembros de su familia.
Observando la vida de los padres de Santa Teresita, no encontramos eventos
espectaculares pero si la grandeza de la fidelidad a su misión, como esposo y
padres.
Una fe profunda sostenida por la eucaristía y la devoción a
la Virgen María, ayudaron a estos esposos -Louis Martin y Zélia Guérin- a
comprender su vocación y misión. Un programa de vida que no es ajeno a ningún
matrimonio, y debe ser parte de su itinerario cotidiano que ayuda a trasmitir
la fe a sus hijos.
San Juan Pablo II, en la Exhortación Apostólica Familiaris
Consortio expresa que “el matrimonio y la familia cristiana edifican la
Iglesia” (15), y anima a los esposo a edificarla desde las buenas relaciones
interpersonales en la relación conyugal, desde la paternidad y la maternidad,
en la filiación, y la fraternidad, para fortalecer la familia de Dios.
“La familia tiene la misión de ser cada vez más lo que es, es
decir, comunidad de vida y amor, en una tensión que, al igual que para toda
realidad creada y redimida, hallará su cumplimiento en el Reino de Dios –dice
Juan Pablo II-. En una perspectiva que además llega a las raíces mismas de la
realidad, hay que decir que la esencia y el cometido de la familia son
definidos en última instancia por el amor. Por esto la familia recibe la
misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y
participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor
por la Iglesia su esposa” (Familiaris Consortio, 17).
El “Sínodo de la Familia” que se desarrolla estos días en el
Vaticano, es también un llamado a la seguir edificando la Iglesia desde la
santidad de la familia. Vemos un bello ejemplo en los padres de Santa Teresita,
pero también en nuestras parroquias y comunidades de base, muchos esposos están
recorriendo este mismo itinerario de fidelidad al amor conyugal y
familiar.
P. Johan Pacheco para RADIO VATICANO.
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