Las historias reales de las familias contadas por 23
mujeres oyentes en el Sínodo
La duodécima Congregación General, en la mañana del viernes
16 de octubre, se declinó al femenino. Durante dicha Congregación veintitrés
mujeres oyentes del Sínodo contaron en el aula varias historias reales de las
familias. Participaron en los trabajos, en presencia del Papa, 262 padres
sinodales.
En las palabras de las oyentes y de los oyentes, informa el
Osservatore Romano, se hizo presente en repetidas ocasiones la denuncia de
todas las formas de abuso y violencia, especialmente contra las mujeres. Surgió
la propuesta de un llamamiento claro contra la trata de seres humanos. Las
primeras víctimas de la trata son las mujeres y los niños.
A través de ejemplos de la vida concreta fue subrayado el
papel y la dignidad de los ancianos, de la mano con la espontaneidad y la
sinceridad de los niños, que contribuyen a un modelo auténtico de vida
familiar. Se presentó la cuestión de los métodos naturales de regulación de la
fecundidad, junto con el compromiso de ir contra corriente de una cultura
anti-cristiana que además se alimenta de una crisis económica y social
globalizada. Por último, resultó una proposición conveniente, que las familias
cristianas se unan cada vez más para dar testimonio, con los hechos, de sus
valores fundamentales, empezando por el respeto mutuo, sirviéndose del momento
del bautismo de los niños como un lugar privilegiado para la catequesis y la
conversión. Las intervenciones corrieron a cargo, entre otros, del matrimonio
iraquí Marqus Odeesho, de la religiosa Berta María Porras Fallas, de la
profesora argentina María Marcela Mazzini, y de la coordinadora de la
publicación mensual del Osservatore Romano "mujeres iglesia mundo"
Lucetta Scaraffia.
Relatio – Circulus Hibericus “A”
Moderator: Card. RODRÍGUEZ MARADIAGA, S.D.B. Óscar Andrés
Relator: Card. LACUNZA MAESTROJUÁN, O.A.R. José Luis
Siguiendola misma metodología usada en las reuniones anteriores, iniciamos la lectura, punto por punto, de la IIIª Parte del Instumentum Laboris.
- El primer punto que detuvo nuestra atención fue el tema del enamoramiento y las etapas de la preparación al matrimonio (remota, próxima, inmediata), constatando que, además de animar a los candidatos a la participación litúrgica, adolece de limitación en el tiempo. Para ello, las Parroquias deben elaborar y ofrecer itinerarios de formación.
- Igualmente, se hace hincapié en que, entre los lugares de la educación en el amor, ocupa un lugar de primer orden la familia, ya que es un deber primario de la misma.
- La familia es origen de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, sin excluir de ello a las familias en situaciones difíciles.
- Es cierto que la mayoría de las legislaciones civiles no recogen ni expresan los valores evangélicos de la familia y, por ello, deberíamos hacer causa común con otras confesiones religiosas cristianas y aun con otras religiones que comparten el ideal de familia.
- A medida que vamos avanzando en la lectura, aparecen muchas repeticiones e incluso un constante desorden en la elaboración de los temas, por lo cual se sugiere que la Comisión de Redacción revise, reorganice y hasta reelabore los números 84, 85, 86, 94 y 95.
- A lo largo del texto se usa la expresión “comunidad cristiana” sin que se defina a qué se refiere: ¿la parroquia? ¿las pequeñas comunidades eclesiales? ¿las comunidades eclesiales de base? ¿los movimientos y asociaciones?
- Los números del 114 al 117 están ya acogidos y resueltos por el Papa Francisco en los dos Motu Proprio “Mitis et misericors Iesus” y “Mitis Iudex Dominus Iesus”, del pasado 15 de agosto, para las causas de declaración de nulidad matrimonial en el Código de los Cánones de las Iglesias Orientales y en el Código de Derecho Canónico. Haría falta que la Comisión de Redacción elabore un número que indique la aplicación de los Motu Proprio, a la vez que se pida ayuda para la misma.
- Jesús manifiesta cercanía y los cristianos, al estilo de Jesús, tenemos que hacer lo mismo ya que, como decía San Agustín, “lo que comes, da”. Se necesita, por tanto, integrar a los divorciados vueltos a casar mediante un itinerario “via caritatis” que permita abrir puertas y estar cerca de los que están heridos.
- Es cierto que podríamos preguntar ¿quién excluye a quién? y que el sacramento de la Eucaristía es sacramento de vivos, pero hay que hacer todo lo posible y necesario para atraer a quienes están alejados.
- La `vía de la caridad`es una pastoral que acoge y acerca, mientras que la `vía judicial`en muchos despierta sospechas y recelos y no hay duda de que muchos de nuestros matrimonios no son verdaderos sacramentos.
- No basta con hablar de caminos de misericordia y cercanía, sino que debe llegarse a propuestas concretas porque, si no, nos vamos a quedar en palabrasbonitas pero vacías. Quizá la “descentralización” de la que habló el Santo Padre en la conmemoración de los 50 años del Sínodo puede ayudar a hacer más ágil y cercana la solución, evitando, incluso, muchas formas de discriminación que hay en la Iglesia sobre estas personas.
- Parece que, en el tema de la cercanía, estamos todos de acuerdo, pero ¿qué pasa cuando se plantea el acceso a los sacramentos? Sin duda, tenemos que plantear un movimiento generoso quitando del camino muchas trabas para que los divorciados vueltos a casar puedan participar más ampliamente en la vida de la Iglesia: no pueden ser padrinos, no pueden ser catequistas, no pueden dar clases de religión... Tenemos que dar muestras de que hemos escuchado el “grito” de tantas gentes que sufren y gritan pidiendo participar lo más plenamente posible en la vida de la Iglesia.
- Por otro lado, tenemos que acabar con el continuo reproche que lanzamos a la cara de quienes han fracasado en sus primeras nupcias, sin olvidar que también nosotros tenemos culpa en ese fracaso ya que no les hemos acogido, hemos cumplido simplemente con las formalidades y los requisitos legales y, muchas veces, a través de secretarias...
- De igual manera, hay que acabar con la actitud elitista y sectaria que muestran muchos miembros de la comunidad cristiana hacia esas personas.
- El tema de la adopción también centró nuestra atención. En algunos países y ambientes no resulta fácil abordarlo por la propia legislación, pero debe quedar claro que, en toda adopción, debe prevalecer y debe ser respetado el bien del niño por encima de cualquier otro interés.
- Finalmente, en cuanto al tema de la familia y su rol como promotora de la vida y de la educación, se señaló la necesidad de salvaguardar el respeto a la conciencia rectamente formada de los esposos, al igual que el deber de los Estados de proveer una educación accesible y de calidad para que todos los padres de familia puedan cumplir con su derecho intransferible de ser los primeros educadores de sus hijos.
Al final del trabajo, resultaron aprobados 59 MODOS.
Queremos dejar constancia del ambiente fraterno, de diálogo sincero y fecundo, que caracterizó el trabajo del grupo. Y agradecemos al Santo Padre la oportunidad que nos está dando de, “cum Petro et sub Petro”, vivir este camino de sinodalidad al servicio de la Iglesia.
[01792-ES.01] [Texto original: Español]
Moderator: Card. ROBLES ORTEGA Francisco
Relator: S.E. Mons. PORRAS CARDOZO Baltazar Enrique
1. La sesión vespertina del martes 13 de octubre se dedicó en nuestro círculo a un intercambio general de opiniones sobre la tercera parte. El moderador sugirió que cada uno señalara lo que parecía más importante para que no dejáramos de considerarlo cuando llegara el momento de presentar los modos. Hubo unanimidad en plantear la necesidad de asumir los asuntos más delicados desde una mirada pastoral, de acompañamiento, de auténtico espíritu de misericordia. En los días posteriores, los modos propuestos recogen los gozos y las esperanzas que traemos de cada una de nuestras comunidades.
2. Se estuvo de acuerdo en que no se trata de modificar o dulcificar la doctrina, sino de ver su desarrollo orgánico para compaginar verdad-acompañamiento, doctrina-pastoral, sin dicotomías. Se tomó la decisión de afirmar claramente que nuestro servicio sinodal es hacer Propuestas, no proposiciones, ni un documento definitivo, que sirva al Santo Padre para el mejor ejercicio del ministerio petrino.
3. Se tocaron los temas más complejos con gran respeto, con la participación de todos, en diálogo fraterno, en serenidad y libertad. Se trabajó intensamente en un clima edificante en el que nos hemos sentido enriquecidos por los aportes de cada uno de los presentes, obispos, sacerdotes, religiosa y laicos.
4. Constatamos la necesidad de prepararnos y asesorarnos mejor, con la ayuda de expertos y a la escucha atenta a las personas y a la cultura de nuestro tiempo, en muchos de los nuevos temas que requieren ser profundizados para poder tener una palabra significativa a la hora de asumirlos pastoralmente. Por ejemplo, temas como la sexualidad, la bioética y biogenética, los nuevos escenarios culturales de la familia, las migraciones, la pobreza, los divorciados, etc... Se agradece al Santo Padre los recientes motu proprio para agilizar los procesos de nulidad de algunos matrimonios, expresión de la acción samaritana y sanadora, portadora de esperanza a un mundo herido por ideologías y poderes, asumiendo nuestras propias deficiencias y recibiendo de los bienes y males de las familias del mundo un llamado a tener "rostro de misericordia", cum Petro y sub Petro.
5. El texto de esta tercera parte es abundante, pero en ocasiones confuso y repetitivo, aunque entendemos que se ha querido recoger los muchos aportes en el largo recorrido de estos dos últimos sínodos. Creemos que los redactores del texto definitivo deben tener en cuenta la conveniencia de reordenar los temas con una lógica interna y en estrecha vinculación con el ver y juzgar de las dos primeras partes.
6. El tema de los divorciados vueltos a casar lo examinamos bajo una perspectiva amplia, pues la posibilidad sacramental de la reconciliación y/o la eucaristía, con ser importante, no es la única. Hay un camino a recorrer que debe ser profundizado con paciencia y creatividad. El resultado y el éxito de este sínodo no se juega en la comunión a los divorciados.
7. A los dos primeros capítulos se hicieron pequeñas observaciones. Se hizo hincapié en lo relativo a la conversión misionera, a la necesidad de un lenguaje renovado y a un dominio mayor del significado de la mediación cultural.
8. En lo relativo a la familia y formación, se tomaron en cuenta las experiencias existentes; también la urgencia de hacer de la pastoral familiar un eje transversal de toda la pastoral. Se es consciente en la necesaria preparación de los agentes de pastoral en este campo, y de las deficiencias que como institución debemos corregir. La preparación al matrimonio, remota y próxima, es tarea evangelizadora de primer orden en íntima relación con las otras dimensiones de la pastoral.
9. El capítulo 3, familia y acompañamiento eclesial, nos llevó a compartir con abundancia de enfoques, uno de los temas principales de este sínodo. Qué reflexiones, Desde las luces y sombras, reflexionamos para ofrecer al Santo Padre algunas pistas para una mejor atención pastoral a las familias, en el acompañamiento transido por el gran río de la misericordia. Como el padre de la parábola del hijo pródigo debemos estar atentos, oteando el horizonte para ofrecer esperanza, alegría y compromiso con Jesús y la Iglesia, más allá del reclamo del hijo mayor que se sintió herido y molesto porque su padre se ocupó festivamente del hijo perdido. En Jesús crucificado y abandonado confluyen todos los dolores de la humanidad. En la comunión con Él nos sentimos todos acogidos.
10. Distinguimos claramente entre los caminos de integración a la comunidad cristiana de los que están en situaciones estables, ya que tenemos la obligación de ofrecerles vías de crecimiento espiritual y de participación activa en algunas de las actividades de la comunidad eclesial, y las posibilidades de participación sacramental, a sabiendas de que es un nuevo derrotero, que requiere fidelidad, atención, prudencia, pero a la vez creatividad y coraje.
11. No se ve claro llamar "camino penitencial" al itinerario de los divorciados y vueltos a casar; convendría, quizás hablar de itinerarios de reconciliacion, pues hay realidades irreversibles que no pueden ser sometidas a un camino penitencial sin posibilidad de superación.
12. El tema del acceso a los sacramentos, en concreto a la eucaristía, no puede ni debe ser el centro ni el punto focal de la atención a estas situaciones. Creemos que la mejor oferta que podemos hacer al Santo Padre es señalarle las dudas y aciertos que tenemos para que él pueda con la ayuda del espíritu, señalarle a la Iglesia y al mundo, la salvación de la que es portador, custodio y centro de la unidad de la fe.
13. El tema de la paternidad responsable y la responsabilidad generativa fue objeto de rico intercambio, y es, en los momentos actuales, de gran importancia para el respeto a la dignidad de la persona y de la vida.
14. La sinodalidad, tal como nos la describió el Santo Padre el sábado pasado, nos anima a ofrecerle con libertad y responsabilidad, la experiencia pastoral en la escucha, silencio y acompañamiento a nuestras comunidades, a la Iglesia universal y al mundo. Gracias Papa Francisco por su ejemplo, paciencia, cercanía y oración, por la invitación a actuar con libertad y responsabilidad, su testimonio nos reconforta y anima.
[01793-ES.01] [Texto original: Español]
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