(RV).- “Es innegable el aporte de la mujer
en todas las áreas del quehacer humano, empezando por la familia. Pero
con sólo reconocerlo… ¿Es suficiente?” Es la pregunta que se hace el Papa
Francisco al comienzo de su vídeo mensaje dedicado a la intención universal del
mes de mayo del Apostolado de la oración, que tiene como centro a la mujer en
la sociedad.
“Hemos hecho muy poco – reconoce el Papa – por las mujeres
que se encuentran en situaciones muy duras, despreciadas, marginadas, e incluso reducidas
a esclavitud”.
“Debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres
y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social,
política y económica”.
“Si pensás que esto es justo manifestá esta petición conmigo.
Es una oración: para que en todos los países del mundo las mujeres sean
honradas y respetadas y sea valorizado su imprescindible aporte social”.
Durante el vídeo mensaje aparecen en sobreimpresión una serie
de afirmaciones sobre el tema de la tutela del trabajo femenino:
“Mi trabajo vale tanto como el de un hombre”.
“Nunca seré una esclava”.
“No a la violencia de género”.
“Basta de discriminación laboral”.
“Hombres y mujeres somos hijos de Dios”.
(MCM-RV)
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