14
de abril de 2015.-
“Custodiar, alimentar y
promover la memoria de Jesucristo” es el nombre de la nueva Instrucción
pastoral de la Conferencia Episcopal Española que ha sido presentada esta
mañana como un documento que pretende dar a conocer y señalar la importancia
para la vida de la Iglesia en España de un trabajo realizado durante años.
Este
trabajo es el que ha permitido la edición, por parte de la Conferencia
Episcopal Española, de un libro y dos catecismos para la transmisión de la fe
de los niños, adolescentes y jóvenes: Los primeros pasos en la Fe, Jesús es el
Señor y Testigos del Señor. Estos catecismos han sido elaborados en años
pasados y están ya en uso en las diócesis, con una difusión significativa.
El
último de ellos, Testigos del Señor, entregado el pasado mes de octubre, fue
presentado hace unos meses al Papa Francisco y ha sido ya presentado en 23
diócesis y cuatro provincias eclesiásticas. Más de 20.000 ejemplares han sido
ya vendidos y está en su tercera edición.
Es
muy positivo el poder disponer de un catecismo para cada etapa del itinerario
de iniciación cristiana; con Testigos del Señor se han completado los
catecismos para niños y adolescentes. A medida que vaya siendo más y mejor
conocido por sacerdotes y catequistas, habrá que insistir en su uso adecuado en
la catequesis.
La
instrucción pastoral que se presenta, pone el marco para estos Catecismos, y
pretende recordar a los padres, los sacerdotes, los catequistas y los
educadores en la fe, la importancia de la catequesis de iniciación cristiana.
Los
objetivos de esta instrucción son tres:
–
ofrecer las claves esenciales de una catequesis que inicia en la vida
cristiana.
–
presentar una visión completa del itinerario de dicha catequesis
–
dar a conocer los catecismos elaborados por la Conferencia Episcopal.
La
Instrucción Pastoral se distribuye en tres partes, que responden a dichos
objetivos.
La
primera parte pone la catequesis al servicio de la iniciación cristiana de
niños y adolescentes y subraya los elementos fundamentales.
En
la segunda parte, teniendo en cuenta la situación de nuestros niños y
adolescentes, presentamos el itinerario catequético de la iniciación cristiana,
su gradualidad por etapas y los elementos específicos de cada una de ellas.
En
la tercera parte, se detallan, los documentos básicos para la catequesis, desde
los catecismos de la Conferencia Episcopal, así como los textos emanados del
Catecismo de la Iglesia Católica que se ofrecen como instrumentos para la
catequesis de jóvenes y adultos.
La
instrucción recuerda las palabras del Papa Francisco: “Mirándoles a ustedes, me
pregunto: ¿Qué es el catequista? Es el que custodia y alimenta la memoria de
Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás. Qué bello es
esto: hacer memoria de Dios”.
En
lo que se refiere al contenido de la Instrucción, se ha añadido un apartado con
aquellas claves imprescindibles para poder situarse adecuadamente en una
pastoral de iniciación cristiana, así como algunos elementos o dimensiones que
se han de contemplar en el itinerario de iniciación en la fe.
La
instrucción recoge la necesidad de la “conversión” como exigencia
imprescindible del camino de la fe y, por tanto, del “itinerario espiritual”
que han de hacer nuestros niños y adolescentes en su iniciación cristiana. En
este sentido, en el documento se marcan las etapas de su evolución religiosa
para que se tengan en cuenta a lo largo del itinerario, si bien siempre han de
ser aplicadas con criterios de una pedagogía de iniciación.
La
instrucción anima también a las comunidades cristianas, a profundizar en el
contexto social, religioso y pastoral en que sucede esta responsabilidad de
engendrar y educar en la fe y en la vida cristiana. Se recogen las dificultades
que se encuentran en esta tarea y se invita a tomar conciencia de que la fe,
que es condición imprescindible para recorrer con garantías el camino de la
iniciación cristiana, no se puede dar por supuesta en muchos de los
destinatarios de los distintos itinerarios catequéticos, como tampoco en tantos
padres que piden los sacramentos para sus hijos.
Todo
el documento participa de la convicción de que se necesita una sólida
renovación de nuestra práctica catequética al servicio de la iniciación
cristiana; la que ya se está haciendo en tantas diócesis, como bien se recoge
en los Directorios correspondientes.
Sólo
a partir de esas bases sólidas y de una estructura teológica, pastoral,
eclesial y, por supuesto, humana se puede recorrer con ciertas garantías el
itinerario de iniciación cristiana que en este documento se propone.
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