«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


5 de abril de 2015

VIGILIA PASCUAL. DE LA MANO DE FRANCISCO EN LA NOCHE QUE CAMBIA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD


(RV).- Inesperadamente la luz irrumpe con fuerza, las tinieblas se abren para dar paso a un alba nueva. La alegría desborda en canto y el agua restituye la vida. Esta es la noche que cambia la historia de la humanidad. Es la noche “de vigilia por el Señor”, que san Agustín llama justamente la "madre de todas las vigilias". Este sábado el Papa presidirá la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro, con los ritos de la bendición del fuego y del agua y el bautismo de algunos catecúmenos. En estas horas velaremos confiados con Francisco por el tránsito de Jesús, que pasa de la cruz a la vida, de la muerte a la resurrección. El rito comenzará con la bendición del fuego, por lo que el Pontífice incidirá con un punzón sobre el Cirio Pascual, que lleva una cruz con la primera y la última letra del alfabeto griego, la alfa y la omega, y las cifras del año en curso, mientras pronuncia en latín un antiguo pregón que reza "Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A Él pertenece el tiempo y los siglos, a Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Después se realizará la procesión hacia el altar mayor, en un ambiente de pleno recogimiento, encabezada por el diácono que portará el Cirio y conformada por el Pontífice así como por diferentes miembros del clero. Una vez en el altar mayor, y tras la bendición del Papa, el diácono impregnará el Cirio con incienso al tiempo que proclamará el "Exultet", el anuncio de la Pascua, al que los fieles esperarán con una vela encendida. Tras el rito del encendido, marcación y bendición del Cirio se celebrará la "Liturgia de la Palabra" y la "Liturgia Bautismal" en la que el Santo Padre bautizará a diez catecúmenos. El acto de este sábado precede a la misa solemne del Domingo de Resurrección, en la que el Pontífice leerá su Mensaje Pascual e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
(RC-RV)


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