
“La Iglesia”, asegura monseñor Barrio, “necesita laicos
comprometidos, siendo coherentes con su fe y viviendo la pasión de servir al
prójimo”. Para realizar esta misión, explica el arzobispo compostelano, “es
necesario seguir las enseñanzas de la doctrina cristiana, sintetizadas en el
Catecismo de la Iglesia Católica y en la Doctrina Social de la Iglesia, sobre
todo en la defensa de la dignidad de la persona, la fraternidad y la solidaridad”.
Esta tarea, comenta monseñor Barrio, no está exenta de dificultades.
“Relativizar la vida humana”, indica, “desvirtuar y manipular nuestra fe,
construir una cultura al margen de la tradición católica con estilos de vida y
comportamientos ajenos a nuestro compromiso cristiano, es algo que se
representa en el plató de nuestra sociedad”.
“Pero en este momento”, añade el prelado compostelano,
“percibimos el poderoso aliento del Espíritu que reanima el pueblo de Dios y
despierta en medio de este, carismas de todo tipo: el amor por la palabra de
Dios, la participación activa de los laicos en la vida de la Iglesia y en la
evangelización, el compromiso constante en el magisterio eclesial y en los
comportamientos en favor de los pobres y de los que sufren”.
(Archidiócesis de Santiago de Compostela)
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