Sucede todavía hoy que se matan cristianos en nombre de
Dios, pero el Espíritu Santo da la fuerza para testimoniar hasta el martirio.
Lo ha recordado este lunes el santo padre Francisco, durante la homilía de la
misa celebrada en Santa Marta.
Haciendo referencia al Evangelio del día, el Papa ha
recordado que Jesús habla del futuro, de la cruz que nos espera y nos
habla del Espíritu, que nos prepara para dar el testimonio cristiano”. Por
tanto, ha señalado el Papa, Jesús habla “del escándalo de la persecución”, de
“el escándalo de la Cruz”.
Así, el Pontífice ha afirmado que “la vida de la Iglesia es
un camino guiado por el Espíritu que nos recuerda las palabras de Jesús y nos
enseña las cosas que Jesús aún no ha podido decirnos: es compañero de camino y
nos defiende también del escándalo de la Cruz”. La Cruz, de hecho, es escándalo
para los judíos que piden signos y un absurdo para los griegos, es decir los
paganos, que piden sabiduría, ideas nuevas. Pero, ha recordado el Papa, los
cristianos predican a Cristo crucificado. Así, Jesús prepara a los discípulos
para que no se escandalicen de la cruz de Cristo.
“Hoy somos testimonio de esos que matan a cristianos en
nombre de Dios, porque no son creyentes, según ellos. Esta es la cruz de
Cristo: ‘Harán eso, porque no han conocido ni al Padre ni a mí’. ‘Esto que me
ha sucedido a mí os sucederá también a vosotros, las persecuciones, las
tribulaciones; pero por favor no os escandalicéis; será el Espíritu quien os
guiará y os hará entender'”.
En este contexto, el Papa ha recordado la llamada
telefónica que ayer ha tenido con el patriarca copto Tawadros porque era
el día de la amistad copto-católica. “Yo recordaba a sus fieles, que fueron
degollados en la playa por ser cristianos. Estos fieles, por la fuerza que les
ha dado el Espíritu Santo, no se escandalizaron. Murieron con el nombre de
Jesús en los labios. Es la fuerza del Espíritu. El testimonio. Es verdadero
martirio este, el testimonio supremo”.
El Santo Padre también ha indicado que está el testimonio de cada día, el testimonio de hacer presente la fecundidad de la Pascua que “nos da el Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad plena, la verdad entera, y nos hace recordar lo que Jesús nos dice”.
El Santo Padre también ha indicado que está el testimonio de cada día, el testimonio de hacer presente la fecundidad de la Pascua que “nos da el Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad plena, la verdad entera, y nos hace recordar lo que Jesús nos dice”.
De este modo, ha afirmado que “un cristiano que no se toma
en serio esta dimensión de ‘martirio’ de la vida todavía no ha entendido el
camino que Jesús nos ha enseñado: camino de ‘martirio’ de cada día;
camino de ‘martirio’ en el defender los derechos de las personas; camino de
‘martirio’ en el defender a los hijos: papá, mamá que defienden su
familia; camino de ‘martirio’ de tantos, tantos enfermos que sufren por amor de
Jesús. Todos nosotros tenemos la posibilidad de llevar adelante esta fecundidad
pascual sobre este camino de ‘martirio’, sin escandalizarnos”.
Para finalizar, el Pontífice ha invitado a pedir al Señor
la gracia de recibir el Espíritu Santo “que nos hará recordar las cosas de
Jesús, que nos guiará a toda la verdad y nos preparará cada día para dar
testimonio, para dar este pequeño martirio de cada día o un gran martirio,
según la voluntad del Señor”.
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