Entrevista a Luis Javier Fernández Frontela, religioso
Carmelita Descalzo del convento de San Benito de Valladolid:
Luis Javier Fernández Frontela es un religioso Carmelita
Descalzo que reside en el convento de San Benito de Valladolid. Se licenció en
Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, diplomándose en Historia de
la Iglesia en la Universidad de Comillas de Madrid y posteriormente en Historia
en la Universidad de Valladolid. Ha sido profesor de Historia Medieval de la
Iglesia durante 15 años en el Instituto Teológico San Esteban de Salamanca y
durante 21 años director de la Revista Teresa de Jesús de Ávila. Actualmente lo
es de la Revista Estudios Josefinos en Valladolid y miembro del consejo de
Redacción de la Revista de Espiritualidad de Madrid
Con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa
de Jesús, Iglesia en Plasencia le entrevista sobre el Año Jubilar Teresiano y
también para hablar sobre la Pastoral de la Santidad.
¿Por qué habla sobre el Año Jubilar Teresiano, una ocasión
para renovar una pastoral en clave de santidad?
En este año en que conmemoramos los 500 años del nacimiento
de santa Teresa, que se tenía por amiga fuerte de Dios, nos invita a descubrir
el gusto específico de la vida cristiana, con palabras suyas, a entrar en «el
camino de la verdad» que es el encuentro con Cristo, y en Cristo con Dios, como
centro y sentido de la vida: «Nos os pido sino que le miréis», decía la Madre
Teresa a sus monjas, nos los diría a nosotros. Mirar en la tradición cristiana
quiere decir conocer. Mirar a Cristo para conocerle, conocerle para amarle, y
amarle para imitarle. El gusto por la oración que es el ámbito de la
experiencia de Dios, «estando a solas con el amigo que nos quiere y nos ama»
que no es otro que Cristo; el amor a la Iglesia; el interés por el otro, por el
ser humano. A construir comunidades, grupos cristianos que sean fraternos,
evangélicos, orantes, con sentido de pertenencia a la Iglesia y atentos a las
necesidades de nuestro mundo.
¿Qué tiene que decir Santa Teresa al respecto?
Santa Teresa, una santa muy humana, y como tal ha sido
reconocida como maestra de vida cristiana. Santa Teresa, que fue una buscadora
de Dios a lo largo de su vida, no se pierde abrazada a unas profundas
experiencias espirituales y embriagada de amor de Dios, arde en amor del
prójimo y se afana por su bien. Teresa no se queda en sus experiencias
místicas, sino que habiendo descubierto a la Iglesia lo sacrifica todo a su
servicio. Santa Teresa se caracteriza por su amable genio, su gracioso porte,
su dulzura, su grande corazón, su libertad santa, por saber ver que la vida
cristiana no está reñida, ni mucho menos, con la alegría de vivir. Ella era
partidaria de apretar más en la virtud que en el rigor, insistiendo en lo que
construye la persona humana, proponiendo las virtudes evangélicas como base de
toda la vida cristiana y humana: el desapego de los bienes o pobreza
evangélica; el amor de unos a otros como elemento esencial de la vida comunitaria
y social; la humildad como amor a la verdad; la determinación como fruto de la
audacia cristiana; la esperanza teologal. Sin olvidar las virtudes humanas:
afabilidad, veracidad, modestia, cortesía, alegría, cultura.
¿En qué consiste la Pastoral de la Santidad?
La Santidad no es otra cosa que tomarse en serio la vida
cristiana, que consiste en la caridad, todo aquello que yo puedo hacer por mis
semejantes. No debemos olvidar que el mismo Señor que dijo esto es mi cuerpo,
referido a la Eucaristía, nos dijo también, lo que hacéis con uno de mis
pequeños, conmigo lo hacéis, Eucaristía y prójimo son lugares donde Dios sale a
nuestro encuentro. En la humildad, que como dice Santa Teresa, es andar en
verdad; la obediencia a Dios, la pobreza la sencillez y sobriedad de vida, el
desprendimiento. Cuando hablamos de pastoral de la santidad estamos hablando de
lo esencial de la pastoral ayudar a hacer cristianos. Ya en el evangelio Jesús
invitaba a ser perfectos como vuestro padre del cielo es perfecto. Y la llamada
no es para unos cuantos, sino para todos los que se tienen por discípulos del
Señor. Y la perfección se adquiere haciendo nuestro aquello que define a Dios.
Jesús propone la bondad, la misericordia y la compasión. La pastoral de la
santidad es la que va dirigida a la construcción de la personalidad cristiana,
llevándola a la unión con Cristo en función de la situación existencial en la
que vive, de tal modo que pueda moverse con autonomía, responsabilidad y
libertad tanto en la Iglesia como en el mundo. Está dirigida a ayudar al
cristiano a hacer suyo el estilo de vida cristiano que se manifiesta en unos
hábitos del corazón, en un comportamiento que se expresa de forma inigualable,
en las bienaventuranzas.
¿Qué impide al cristiano de hoy alcanzar la Santidad?
Hoy como siempre hay santos, cristianos auténticos. La
santidad es algo que no se pregona, sino que se vive, y no faltan cristianos
entre los laicos, en la entrega a su profesión, en tanto voluntariado como hay
en la Iglesia, trabajando en los múltiples campos en que ésta se hace presente,
en la preocupación por los otros, los últimos, los pobres, los necesitados, que
son auténticos modelos de vida cristiana. Entre los sacerdotes en su entrega
callada a sus comunidades, alentado y animado la vida cristiana. Entre los
religiosos, que fieles a su carisma propio trata de imitar a Cristo en su
entrega al servicio de la Iglesia y de la gente en general. En todos ellos nos
encontramos cristianos excepcionales con una auténtica vida de piedad
manifestada en la oración, en la vivencia sacramental, con conciencia de
pertenencia a la Iglesia, y que hace todo lo que hacen motivado por la pasión
por Cristo, por ayudar a avanzar la salvación de Dios en nuestro en el tiempo y
en el mundo concreto en que viven. También es cierto que a una parte de los
cristianos, y este es el problema, les falta esta sensibilidad de ser de
Cristo, de pertenencia a la Iglesia, de calidad de vida espiritual y de
compromiso evangélico.
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