En una entrevista concedida al portal PCH24,
Polonia Christiana, Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la
archidiócesis de María Santísima en Astana (Kazajistán), analiza la situación
de la Iglesia tras el reciente sínodo sobre la familia y el debate sobre la
posibilidad de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar. El prelado
asegura que en el sínodo hubo una clara manipulación por parte de algunos
prelados y alaba la labor de periodistas y blogueros católicos que «se
comportaban como buenos soldados de Cristo y alertaban de la agenda clerical
que buscaba socavar la doctrina perenne de Nuestro Señor»
(PCH24/InfoCatólica)
Mons. Athanasius Schneider concedió una entrevista Izabella Parowicz para
PCH24, Polonia Christiana, de la que ofrecemos amplios extractos según los
temas tratados:
Sínodo
«Durante el Sínodo, hubo
momentos de evidente manipulación por parte de algunos clérigos con
puestos clave en la estructura editorial y rectora del Sínodo. El
informe provisional (Relatio post disceptationem) era
claramente un texto prefabricado […] En las secciones sobre
homosexualidad, sexualidad y los «divorciados vueltos a casar», el
texto representa una ideología neopagana radical. […] Gracias a Dios y a
las plegarias de los fieles de todo el mundo, un número considerable de padres
Sinodales rechazaron decididamente esa agenda. Es una agenda que refleja la
moralidad general corrupta y pagana de nuestra época, que está siendo impuesta
mundialmente mediante la presión política y a través de los casi todopoderosos
medios de comunicación oficiales, leales a los principios de la ideología
mundial de género. Este documento sinodal, aunque sólo fuera
provisional, constituye una auténtica vergüenza y una indicación de la
medida en que el espíritu del mundo anticristiano ha invadido niveles
importantes de la vida de la Iglesia. […] Por fortuna, el Mensaje de
los Padres Sinodales es un documento verdaderamente católico, que esboza la
verdad divina sobre la familia sin silenciar las raíces profundas de los
problemas, es decir, la realidad del pecado. Ofrece ánimo y consuelo auténticos
a las familias católicas».
Mandamiento divino
irrevocable
«Un mandamiento
divino, el sexto mandamiento, y la indisolubilidad absoluta del matrimonio
sacramental, una regla de derecho divino, significan que los que se encuentran
en estado de pecado grave no pueden ser admitidos a la Sagrada Comunión. Esto
lo enseña San Pablo en su carta inspirada por el Espíritu Santo (1Co 11,27-30)
y no puede someterse a voto, igual que la divinidad de Cristo nunca se
sometería a voto. Una persona que sigue estando unida por el vínculo
indisoluble del matrimonio sacramental y que, a pesar de ello, vive en
cohabitación estable con otra persona, por precepto divino no puede ser
admitida a la Sagrada Comunión. Hacer lo contrario sería una declaración
pública por parte de la Iglesia, legitimando perversamente la negación de la
indisolubilidad del matrimonio cristiano y, al mismo tiempo, aboliendo el sexto
mandamiento de la Ley de Dios: No cometerás adulterio. Ninguna
institución humana, ni siquiera el Papa o un Concilio Ecuménico, tiene la
autoridad y la competencia para anular, ni siquiera de forma ligera o
indirecta, uno de los diez mandamientos o las palabras divinas de Cristo: Lo
que Dios ha unido, que no lo separe el hombre (Mt 19,6)
Es indigno someter a
votación la verdad divina
«El intento de
someter a votación la verdad divina y la Palabra de Dios es indigno de
los que, como representantes del Magisterio, deben transmitir celosamente, como
siervos buenos y fieles (cf. Mt 24, 45) el depósito divino. Al admitir a los
«divorciados vueltos a casar» a la Sagrada Comunión, esos obispos establecen
una nueva tradición por su propia voluntad y vulnerando con ello el mandamiento
de Dios, como Cristo reprochaba a los fariseos y a los escribas (cf.
Mt 15,3). Y lo que es peor es el hecho de que esos obispos intentan legitimar
su infidelidad a la Palabra de Cristo mediante argumentos como la «necesidad
pastoral», la «misericordia», la «apertura al Espíritu Santo». No tienen reparo
ni escrúpulo en pervertir de forma gnóstica el verdadero significado de esas
palabras, denostando a los que se oponen a ellos y defienden el inmutable
mandato divino y la verdadera Tradición como rígidos, escrupulosos o
tradicionalistas».
Confusión doctrina
entre sacerdotes y fieles
«Sólo aumentará la
confusión doctrinal entre los sacerdotes y los fieles, al quedar en el aire que
los mandamientos divinos, la Palabra de Cristo y la enseñanza del Apóstol Pablo
están al albur de las decisiones humanas. […] Debemos creer firmemente que Dios
disipará los planes de engaño, infidelidad y traición. Cristo maneja
infaliblemente el timón de la barca de su Iglesia en medio de tal tormenta.
Creemos y confiamos en el que dirige la Iglesia, Nuestro Señor Jesucristo, que
es la Verdad».
Cristo purifica la
fe a través de la prueba
«En este tiempo
extraordinariamente difícil, Cristo está purificando nuestra fe católica, de
modo que, a través de la prueba, la Iglesia brille aún más y sea realmente luz
y sal para un mundo neopagano insípido, gracias a la fidelidad y a la fe simple
y pura en primer lugar de los fieles, de los pequeños de la Iglesia, de la
«ecclesia docta» (la Iglesia que aprende), que en nuestros días fortalecerá a
la «ecclesia docens» (la Iglesia que enseña, es decir, el Magisterio), de forma
similar a lo que ya ocurrió en el siglo IV»
Anima a los
católicos a ser fieles al Catecismo
«Tenemos que animar
a los católicos ordinarios a que sean fieles al Catecismo que han recibido, a
que sean fieles a las claras palabras de Cristo en el Evangelio, a que sean
fieles a la fe que sus padres y antepasados les transmitieron. Tenemos que
organizar grupos de estudios y conferencias sobre la doctrina perenne de la
Iglesia sobre el matrimonio y la castidad, invitando especialmente a los
jóvenes y a las parejas casadas. Tenemos que mostrar la auténtica belleza de
una vida en castidad, la auténtica belleza del matrimonio y la familia
cristianos, el gran valor de la cruz y del sacrificio en nuestras vidas. Tenemos
que presentar más ejemplos de los santos y de personas ejemplares que, a
pesar de que sufrían las mismas tentaciones de la carne, la misma hostilidad y
burlas del mundo pagano, con la gracia de Cristo tuvieron una vida feliz en
castidad, en un matrimonio cristiano y en una familia».
Formar grupos de
ayuda para la conversión y la santidad
«La fe, la fe
católica y apostólica pura e íntegra, vencerá al mundo (cf. 1Jn 5,4).
Tenemos que crear y promover grupos juveniles con el corazón puro, grupos de
familias, grupos de esposos católicos, fieles a sus votos matrimoniales. Tenemos
que organizar grupos que ayuden a las familias moral y materialmente rotas,
grupos que asistan con su oración y buenos consejos a las parejas separadas,
grupos y personas que ayuden a los «divorciados vueltos a casar» a
comenzar una conversión seria, reconociendo con humildad su situación
pecaminosa y abandonando con la gracia de Dios los pecados que vulneran el
mandamiento de Dios y la santidad del sacramento del matrimonio. Tenemos
que crear grupos que ayuden cuidadosamente a las personas con tendencias
homosexuales a emprender el camino de la conversión cristiana, el camino
feliz y hermoso de una vida casta, y en un momento dado les ofrezcan
discretamente un remedio psicológico. Tenemos que mostrar y predicar a nuestros
contemporáneos, en el mundo neopagano, la Buena Noticia liberadora de la
enseñanza de Cristo: que los mandatos de Dios y el sexto mandamiento en
particular son sabios y hermosos:La Ley del Señor es perfecta y es descanso
del alma: el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. Los mandatos
del Señor son rectos y alegran el corazón. La norma del Señor es límpida y da
luz a los ojos (Sal 19(18),7-8)».
La Iglesia en
Polonia defendió la verdad en el Sínodo
«Es un honor para
el catolicismo polaco que el Presidente del episcopado, Su Excelencia
el Arzobispo Gądecki, haya defendido con
claridad y valor la verdad de Cristo sobre el matrimonio y la sexualidad humana, mostrándose
como un verdadero hijo espiritual de San Juan Pablo II. El cardenal George
Pell habló muy adecuadamente de la agenda progresista sobre la sexualidad y la
supuesta motivación misericordiosa y pastoral para dar la Sagrada comunión a
los «divorciados vueltos a casar» durante el Sínodo, diciendo que sólo es la punta del
iceberg y una especie de caballo de Troya en la Iglesia».
Periodista y
blogueros católicos, soldados de Cristo
«Que en el mismo
seno de la Iglesia hay personas que socavan la enseñanza de Nuestro Señor se
hizo evidente ante el mundo entero gracias al Internet y al trabajo de
algunos periodistas católicos que no permanecieron impasibles ante lo que
estaba ocurriendo con el tesoro de la fe católica. Me alegró comprobar
que algunos periodistas católicos y blogueros de Internet se comportaban como
buenos soldados de Cristo y alertaban de la agenda clerical que
buscaba socavar la doctrina perenne de Nuestro Señor. Los cardenales, obispos,
sacerdotes, familias católicas y jóvenes católicos tienen que decirse: me
niego a ajustarme al espíritu neopagano de este mundo, aunque sean obispos y
sacerdotes los que lo difundan; no aceptaré su uso falaz y perverso de la
misericordia divina y del «nuevo Pentecostés»; me niego a ofrecer
granos de incienso ante la estatua del ídolo de la ideología de género, ante el
ídolo de los segundos matrimonios, de la cohabitación; aunque mi obispo lo
haga, yo no lo haré; con la gracia de Dios, elegiré sufrir en lugar de
traicionar la verdad plena de Cristo sobre la sexualidad humana y el
matrimonio».
Obispos y cardenales
que ofrecen incienso a ídolos neopaganos
«Es el testimonio lo
que convencerá al mundo, no los maestros, como dijo el Beato Pablo VI en Evangelii
nuntiandi. La Iglesia y el mundo necesitan urgentemente testigos intrépidos
y francos de la verdad plena de los mandamientos y de la voluntad de Dios, de
la verdad plena de las palabras de Cristo sobre el matrimonio. Los
fariseos y escribas clericales modernos, esos obispos y cardenales que ofrecen
granos de incienso ante los ídolos neopaganos de la ideología de género y la
cohabitación, no convencerán a nadie para que crean en Cristo y ofrezcan
sus vidas por Cristo.
San Juan Pablo II,
el Papa de la familia
Veritas Domini manet
in aeternum (Sal 116, la verdad del Señor permanece para siempre) yCristo
es el mismo ayer, hoy y siempre (Hb 13,8) y la Verdad os hará
libres (Jn 8,32). Esta última frase era una de las citas
bíblicas favoritas de San Juan Pablo II, el papa de la familia. Podemos
añadir que la verdad divina revelada e inmutable sobre la sexualidad humana y
el matrimonio que se nos ha transmitido proporcionará auténtica libertad a las
almas dentro y fuera de la Iglesia. En medio de la crisis de la Iglesia y del
mal ejemplo moral y doctrinal de algunos obispos de su tiempo, San Agustín
consolaba a los fieles sencillos con estas palabras: «Seamos como seamos los
obispos, vosotros estáis a salvo, porque tenéis a Dios como Padre y a su
Iglesia como Madre « (Contra litteras Petiliani III, 9, 10)».
Biografía de Mons. Schneider
Anton Schneider
nació en Tokmok, (Kirghiz, Antigua Unión Soviética). En 1973, poco después de recibir
su primera comunión en la mano del Beato Oleksa Zaryckyj, presbítero y mártir, marchó
con su familia a Alemania. Cuando se unió a los Canónigos Regulares
de la Santa Cruz de Coimbra, una orden religiosa católica,
adoptó el nombre de Athanasius (Atanasio). Fue ordenado sacerdote el 25
de marzo de 1990. A partir de 1999, enseñó Patrología en el seminario María,
Madre de la Iglesia en Karaganda.
El 2 de junio de
2006 fue consagrado obispo en el Altar de la Cátedra de San Pedro en el
Vaticano por el Cardenal Angelo Sodano. En 2011 fue destinado
como obispo auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima en Astana
(Kazajistán), que cuenta con cerca de cien mil católicos de una población total
de cuatro millones de habitantes. Mons. Athanasius Schneider es el actual
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Kazajistán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario