Carta del Santo Padre Francisco al Presidente del Pontificio
Consejo para la Familia para el VIII Encuentro Mundial de las Familias
(Filadelfia, 22-27 Septiembre 2015)
Al venerado Hermano Mons.
Vincenzo Paglia
Presidente del Pontificio
Consejo para la Familia
Al final del VII Encuentro Mundial de las Familias, el Papa Benedicto XVI anunció que la ciudad de
Filadelfia, en los Estados Unidos de América, será la sede de la próxima
reunión. En varias ocasiones he confirmado esta elección, mirando con confianza
y esperanza este acontecimiento de gracia en el que, si Dios quiere,
participaré. Se llevará a cabo del 22 al 27 de septiembre del 2015, y tendrá
por tema "El amor es nuestra misión. La familia plenamente viva".
La misión de la familia
cristiana, hoy como ayer, es dar a conocer al mundo, por la fuerza del
Sacramento nupcial, el amor de Dios. A partir de este mismo anuncio nace y se
construye una familia viva, que pone la fuerza del amor en el centro de todo su
dinamismo humano y espiritual. Si, como decía San Ireneo: "Gloria Dei
vivens homo"(Adv Haer, IV, 20, 7), también una familia que, con la gracia
del Señor, vive plenamente su vocación y su misión le da gloria.
Recientemente hemos celebrado
la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre
"Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la
evangelización. «Bajo el símbolo de la colegialidad hemos identificado las
cuestiones más urgentes que atañen a la familia en nuestra sociedad
pluralizada. De hecho, "no podemos calificar a una familia con conceptos
ideológicos, no podemos hablar de familia conservadora y de familia
progresista. ¡La familia es la familia! "(Discurso a los participantes del Coloquio Internacional sobre
la complementariedad entre el hombre y la mujer, 17 de noviembre de 2014).
Los valores y las virtudes de la familia, su verdad esencial, son los puntos
fuertes sobre los que se apoya el núcleo familiar y no pueden ponerse en duda.
Sin embargo estamos llamados a replantearnos nuestro estilo de vida que corre
continuamente el riesgo de ser "contagiado" por una mentalidad
mundana - individualista, consumista, hedonista – estamos llamados a encontrar
de nuevo el buen camino para vivir y dar testimonio de la grandeza y de la
belleza del matrimonio y de la alegría que hay en ser y formar una familia.
Las indicaciones de la Relazione finale del reciente Sínodo nos muestran el
camino a seguir hasta la próxima Asamblea Ordinaria en octubre de 2015 y nos invitan a
continuar nuestro empeño en anunciar el Evangelio del matrimonio y de la
familia y a poner en práctica las propuestas pastorales en el contexto social y
cultural en el que vivimos. Los desafíos de este contexto, nos animan a ampliar
el horizonte del amor fiel, abierto a la vida, a la comunión, a la
misericordia, al compartir y a la solidaridad. Por consiguiente, exhorto a los
cónyuges, a los sacerdotes y a las comunidades parroquiales, así como a los
movimientos y a las asociaciones para que se dejen guiar por la Palabra de
Dios, en ella reposan los cimientos del santo edificio de la familia: Iglesia
doméstica y familia de Dios (cfr Conc. Ecum. Vat. II, Cost. dogm. sulla Chiesa Lumen gentium, 6; 11).
Expreso mi agradecimiento a la
Arquidiócesis de Filadelfia por su generosa disponibilidad y su gran labor de
organización al servicio de la Iglesia universal y de las familias de los
distintos Continentes. Pido al Señor que recompense, a partir de este momento,
a esta amada Iglesia con abundantes gracias celestiales.
Invocando la intercesión de la
Virgen de Guadalupe y de la Virgen de Aparecida, le imparto de todo corazón a
usted, querido hermano, y a los colaboradores de este Dicasterio la bendición
apostólica, que de buen grado extiendo a todos los que trabajan en la
preparación del Encuentro; y, por favor, Le pido que rece por mí.
Fraternalmente,
Francesco
Vaticano, 9 de dicembre 2014
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