Los participantes del Congreso Internacional
promovido por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia
Gregoriana son recibidos por el papa Francisco
El recorrido
procesual de la nulidad matrimonial es percibido por los cónyuges a menudo como
largo y cansado. Por eso el santo padre Francisco ha hablado de la posibilidad
de que estos procesos sean más rápidos. Lo ha hecho durante una audiencia con
los participantes del Congreso Internacional promovido por la Facultad de
Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Gregoriana en Roma, sobre el
tema: “Dignitas connubii, a 10 años de la publicación: balance y perspectivas”.
El papa
Francisco ha explicado que la Dignitas connubii --que no está destinada a los
especialistas del derecho, sino a los operadores de los tribunales locales-- es
un vademécum modesto pero útil, que lleva de la mano a los
ministros de estos tribunales a fin de que los procesos se desarrollen de modo
seguro y rápido al mismo tiempo.
Un desarrollo
seguro --ha precisado el Papa-- porque indica y explica con claridad la meta
del proceso mismo, es decir, la certeza moral. Y un desarrollo rápido porque
“camina más rápidamente quien conoce bien el camino a recorrer”, ha observado.
Asimismo, el
Papa ha asegurado que el conocimiento de esta Instrucción “podrá también en un
futuro ayudar a los ministros de los tribunales a abreviar el recorrido
procesual, percibido por los cónyuges a menudo como largo y cansado”. Además,
ha añadido que hasta ahora, “no se han explorado todos los recursos que esta
Instrucción pone a disposición para un proceso rápido, libre de todo
formalismo”. Tampoco se puede excluir para el futuro --ha indicado-- medidas
legislativas adicionales destinadas a la misma meta.
El Obispo de
Roma ha recordado en su discurso que entre las solicitudes de esta Instrucción
está “la aportación propia y original del defensor del vínculo en el proceso
matrimonial”. Su presencia y cumplimiento fiel de su deber --ha
precisado-- no condiciona al juez, sino que permite favorecer la imparcialidad
de su juicio, al presentarle los argumentos a favor y en contra de la
declaración de nulidad del matrimonio.
Para finalizar
su discurso, el Pontífice ha confiado a María Santísima “el proseguimiento de
vuestro estudio y de vuestra reflexión sobre lo que el Señor quiere hoy para el
bien de las almas, que ha adquirido con su sangre”.
Fuente: Zenit.org
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