El presidente de las
Comunicaciones Sociales del Vaticano comenta el mensaje del Papa sobre el tema.
Así como no se dejan a los niños por la calle, tampoco hay que dejarlos solos
en la red
El tema de la 49 Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales este año es 'Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro'. Se sitúa en el proceso del sínodo dedicado a la familia, aunque no es un mensaje sobre la familia sino sobre la relación íntima entre familia y comunicación. Porque la familia como dice el Papa, 'no es un objeto sobre el cual se comunican opiniones o un terreno sobre el cual se combaten batallas ideológicas'.
Lo indicó el
presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio
María Celli, en la presentación que se realizó este viernes en la sala de
prensa de la Santa Sede. Junto con él los cónyuges Chiara Giaccari, profesora
de la Universidad del Sagrado Corazón de Milán, y Mauro Magaletti, profesor de
sociología en la misma universidad.
El presidente de las
Comunicaciones Sociales del Vaticano indicó que en el mensaje el Papa “no está
interesado a la problemática existente entre familia y comunicación en cuanto
relacionada a las nuevas tecnologías. Porque se va al centro de la dimensión
más profundamente verdadera y humana de la comunicación:
- La familia es el primer lugar en el que se aprende a comunicar.
- La comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo.
- El hogar que nos hospeda es la primera escuela de comunicación hecha de
escucha y de contacto corpóreo, el encuentro entre dos seres (madre e
hijo) es nuestra primera experiencia de comunicación”. Porque la familia
es donde “se aprende a comunicar en el contexto amplio de una diversidad de
géneros y de generaciones”.
Mons Celli,
interrogado por ZENIT sobre cómo el Papa entra desde un punto alto y positivo
contra los riesgos de la red, como la pornografía, el problema de la infancia,
de la pedofilia, indicó que sobre “la protección de los menores en internet el
dato emergente deja desconcertado” por lo que se refiere “a la navegación solo
de los niños menores”.
Indicó que “se ha
recurrido a los filtros de protección de menores, pero los datos europeos
indican que la mayoría de las familias no ponen filtros para protegerlos de las
cosas negativas”.
“Lo que me deja
impresionado --añadió Mons. Celli-- es que las intervenciones más fuertes en
los congresos internacionales fueron de los franceses y de los suecos, ambos
atentos a esta problemática”, dijo.
Por ello indicó
Mons. Celli, que desde hace tiempo está haciendo con los obispos “un llamado de
la pastoral familiar para que los papás se sientan envueltos en el camino de
los propios hijos en el continente digital”.
Y recordó que el
Papa sabe perfectamente la existencia del problema al invitar a entrar en las
redes sociales, porque no es ingenuo. Y que en “nuestra sociedad un niño pasa
de 3 a 5 horas en el computer de manera solitaria”. Por ello añadió, nuestra
pastoral familiar debe entender como los papás ayudan a los hijos a entender
esta presencia y cómo estar presentes y con qué responsabilidad.
Y si bien, añadió,
ve una gran sensibilidad en el mundo sobre este tema, “no veo aún un camino
idóneo, porque la escuela se limita a enseñar los lados técnicos” y sobre esto
se vuelve necesaria una pastoral familiar, para la cual incluso está pensando
en editar un subsidio.
La profesora Chiara
Giaccari añadió que “así como no dejamos a los hijos por la calle o solos,
tampoco debemos dejarlos solos por estas calles digitales”.
Durante la
conferencia, el profesor Mauro Magaletti indicó que el mensaje plantea dos
problemas: el diálogo entre diversos, y una sociedad de la comunicación que se
vuelve autoreferencial, y separada de la idea de la verdad.
Añadió tres puntos
para entender mejor el mensaje del Papa: la necesidad de “comunicar dentro de
un marco, que en la familia es un amor concreto, y en la sociedad el saber que
hay una común pertenencia.
Segundo: la
comunicación es difícil y puede fracasar, y tenemos que aprender, como padres y
comunicadores. Porque la comunicación necesita lugares de entrenamiento, y la
familia lo es.
Tercero: comunicar
es una acción integral, y no meramente técnica. El cuerpo, la memoria, el
futuro, tantas modalidades, la bendición, el perdón, la enseñanza, la oración.
“La comunicación es más de como se entiende en la sociedad de hoy”, porque
existen “los peligros de aislamiento”.
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