RESOLVER LOS PROBLEMAS DE NUESTRA
SOCIEDAD ELIMINANDO VIDAS
(ACI/InfoCatólica) El
Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, aseguró que de
todas las injusticias que existen en la sociedad, el aborto es la más
fundamental.
El Arzobispo recordó
que el 22 de enero de cada
año en Estados Unidos se recuerda un día trágico en la historia de nuestra
nación, pues en ese día en 1973 la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el
aborto a través de su decisión en el caso de Roe vs. Wade.
Roe vs. Wade
continúa dando forma a
la conciencia americana y a la vida pública. En el plano político, desde los
debates en las legislaturas estatales hasta las cuestiones federales acerca del
seguro médico, nuestro país sigue dividido en las opiniones sobre si el aborto
debe ser permitido y sobre qué límites se deben imponer a su práctica.
Mons. Gómez señaló que el permiso para acabar con vidas inocentes hace
estremecer los cimientos de nuestra sociedad porque ataca el núcleo de nuestra
idea sobre los derechos humanos´. Los Estados Unidos fueron fundados sobre
la gran verdad de que todos los hombres y mujeres son creados iguales, y que
Dios le da a cada uno derechos básicos que nadie le puede negar o quitar, dijo.
El caso Roe vs.
Wade, lamentó, puso
esta hermosa verdad de cabeza. En esa ocasión, al conceder un derecho
legal para que algunas personas terminen con las vidas de otras, la Corte
Suprema declaró, en efecto, que los derechos humanos son otorgados por el
gobierno y no por Dios.
Eso le dio al
gobierno la última palabra, no
sólo en cuanto a la definición de lo que es correcto e incorrecto, sino también
en la decisión de quién puede vivir y quién no.
El Arzobispo
estadounidense denunció que
la injusticia del aborto incluye a los millones que han sido asesinados antes
de que tuvieran la oportunidad de venir al mundo. Y, aún más, la aceptación del
aborto también transmite a toda la sociedad el mensaje de que la vida humana es
desechable y de que algunas vidas ni siquiera merecen ser protegidas.
El aborto legalizado
también ha confundido a nuestros
líderes, haciéndolos pensar que pueden resolver los problemas de nuestra
sociedad eliminando vidas o evitando que algunas puedan llegar al mundo.
Mons. Gómez recordó que esto es lo que el Papa Francisco viene enfatizando e
indicó que el Papa, en una entrevista reciente, asoció al aborto, la eutanasia
y el control de la natalidad a la ‘cultura del derroche’ que nos lleva a
valorar la vida humana según estándares materiales.
En esa ocasión,
Francisco dijo que
descartamos todo lo que no es útil, de acuerdo a esta lógica… ésta es la
actitud que lleva a la gente a descartar a los bebés a través del aborto. Estoy
escandalizado por las bajas tasas de natalidad aquí en Italia. Así es como
perdemos nuestro vínculo con el futuro. La cultura del desperdicio también
conduce a una eutanasia oculta de las personas de edad avanzada, que son
abandonadas. … Tenemos que detener esto antes de que sea demasiado tarde.
Mons. Gómez destacó que al igual que Francisco, varios Papas y santos, como la
Beata Madre Teresa, han percibido desde hace mucho tiempo esta conexión entre
el aborto y otras formas de violencia e injusticia en la sociedad. Y como
católicos estamos llamados a dar testimonio del Evangelio de la vida.
El Arzobispo alentó a ponernos del lado de todos los que sufren en nuestra
sociedad, empezando por aquellos que son más inocentes y vulnerables: los no
nacidos y los ancianos. Tenemos que defenderlos contra toda agresión,
incluyendo la falsa compasión que sugiere que estarían mejor muertos que vivos,
rodeados de amor y de cuidados.
Al concluir su
mensaje, Mons.
Gómez exhortó a los fieles católicos a pedirle a la Virgen María que ayude a
nuestros prójimos a darse cuenta de que la vida es hermosa y que toda vida es
valiosa. Y también, que el derecho a la vida es el fundamento de todos los
demás derechos y la verdadera base de la justicia y de la paz en nuestra
sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario