(RV).- Benedicto XVI se mostró muy agradecido
y emocionado después de escuchar las palabras que le dedicaron tanto Papa
Francisco como el Cardenal Sodano y el Cardenal Müller durante la celebración
del 65 aniversario de su ordenación sacerdotal celebrada este martes en el
Vaticano.
El Papa Ratzinger recordó en su
discurso el término griego que hace 65 le dijo un hermano que se ordenó con él:
“Eucharistomen”, que significa gracias, pero no unas gracias normales, un
gracias humano, un gracias a todos. Y así se lo dijo también al Santo Padre
Francisco, “por su bondad desde el primer momento de la elección y en cada
momento”. Un hecho que hace que se “conmueva”. Y en este sentido añadió que “más
que en los Jardines Vaticanos con toda su belleza, su bondad es el lugar donde
yo vivo: me siento protegido”, aseguró. Así mismo, demostró el deseo de que
Francisco vaya “con todos nosotros hacia delante en esta vía de la Misericordia
Divina, mostrando el camino de Jesús, hacia Jesús, hacia Dios”.
Papa Benedicto XVI volvió en su
mensaje a la palabra “Eucharistomen” y explicó que el término lleva a una
realidad de agradecimiento, a aquella nueva dimensión que Cristo ha dado. “Él
ha transformado el agradecimiento -y así en bendición- la cruz, el sufrimiento
y todo el mal del mundo”. Al final, explicó el Papa emérito, queremos
inserirnos en este “gracias” del Señor, y así recibir realmente la novedad de
la vida y ayudar para la transustanciación del mundo: que no sea un mundo de
muerte sino de vida: un mundo en el que el amor vence a la muerte”.
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