(RV).- Laicos, familia y vida. «Iglesia en
salida – laicado en salida», mirando con renovada esperanza al futuro y dando
gracias al Señor por el servicio y apostolado desarrollado en casi medio siglo,
cumpliendo el mandato del Concilio Vaticano II. Son algunas de las
exhortaciones del Papa Francisco, al recibir a los participantes en la Plenaria
del Pontificio Consejo para los Laicos.
Con su cordial bienvenida, el Papa
recordó que, como ya anunció, este Consejo «asumirá una nueva fisonomía. Se
trata de la conclusión de una etapa importante y de la
apertura de una nueva, para el Dicasterio de la Curia Romana,
que ha acompañado la vida, la maduración y las transformaciones del laicado
católico, desde el Concilio Vaticano II hasta hoy».
Destacando el importante servicio
desarrollado por el Dicasterio - que el beato Pablo VI no dudó en calificar
como «uno de los mejores frutos del Concilio Vaticano II» - el Papa Bergoglio
se refirió, entre otros importantes logros, al acompañamiento de tantos
movimientos y comunidades nuevas con gran impulso misionero, al papel de la
mujer en la Iglesia, a las Jornadas Mundiales de la Juventud, que creó san Juan
Pablo II. Y, agradeciendo al Señor por los abundantes
frutos recibidos, exhortó a acoger con esperanza la reforma de la Curia Romana:
«A la luz del camino recorrido, es
hora de mirar nuevamente con esperanza al futuro. Queda aún mucho por hacer,
ampliando los horizontes y recogiendo los nuevos desafíos que la realidad nos
presenta. De aquí nace el proyecto de reforma de la Curia, en particular la
unión de vuestro Dicasterio con el Pontificio Consejo para la Familia, en
conexión con la Academia para la Vida. Los invito, por lo tanto a acoger esta
reforma, que los verá implicados, como signo de valorización y de estima por el
trabajo que desarrollan y como signo de renovada confianza en la vocación y
misión de los laicos en la Iglesia de hoy. El nuevo Dicasterio que nacerá
tendrá como ‘timón’, para proseguir su navegación, por un lado la Christifideles laici y, por otro, la Evangelii gaudiumy la Amoris laetitia, teniendo como
campos privilegiados de trabajo la familia y la defensa de la vida».
«En este
particular momento histórico y en el contexto del Jubileo de la Misericordia, la Iglesia está llamada a tomar cada vez más conciencia de
la necesidad de ser «la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida
a cuestas» (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 47). De ser Iglesia en permanente salida, ‘comunidad
evangelizadora’, que sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al
encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para
invitar a los excluidos» (ibid 24)», reiteró el Papa Francisco, con una propuesta:
«Quisiera proponerles, como
horizonte de referencia para su futuro inmediato, un binomio que se podría formular así:
‘Iglesia en salida – laicado en salida’. Así pues, también
ustedes levanten la mirada, miren ‘fuera’, a los muchos ‘lejanos’ de nuestro
mundo, a las tantas familias en dificultad y necesitadas de misericordia, a los
tantos campos de apostolado aún por explorar, a los numerosos laicos con corazón
bueno y generosos, que con gusto pondrían al servicio del Evangelio, sus
energías, su tiempo, sus capacidades, si se les implicara, valorizara y
acompañara con afecto y de dicción, de parte de los pastores y de las instituciones eclesiásticas. Tenemos necesidad de laicos bien formados,
animados por una fe escueta y límpida, cuya vida ha sido tocada por el encuentro
personal y misericordioso con el amor de Cristo Jesús».
«Es el momento en que los
jóvenes tienen necesidad de los sueños de los ancianos: en esta
cultura del descarte, no nos acostumbremos a descartar a los ancianos.
Animémoslos para que sueñen, para que como dice el profeta Joel, tengan sueños,
aquella capacidad de soñar que nos dé la fuerza de nuevas visiones
apostólicas», pidió el Obispo de Roma.
Y, renovando su agradecimiento, el
Papa Francisco los alentó a abrirse «con docilidad
y humildad a las
novedades de Dios», «como hizo María, nuestra madre y maestra en la fe».
No hay comentarios:
Publicar un comentario