Reflexión del cardenal Ricardo Ezzati,
arzobispo de Santiago sobre la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo
de Obispos
Ciudad del Vaticano, 26 de octubre de 2014 (Zenit.org)
"La diversidad es un don que ha
sido parte de la vida de la Iglesia desde sus comienzos" El Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de
Santiago y Pdte. de la Conferencia Episcopal de Chile, compartió sus
impresiones tras el término de la III Asamblea General Extraordinaria del
Sínodo de Obispos, convocada por el Papa Francisco. A continuación el texto del
Cardenal:
Sínodo sobre la Familia: Tarea Cumplida, Misión que Continúa
El domingo recién
pasado, con la solemne Eucaristía en la Plaza de San Pedro rebosante de gente,
se ha concluido la primera etapa del Sínodo sobre la Familia, la III Asamblea
Extraordinaria convocada por el Papa Francisco. En esta misma instancia, el
Santo Padre ha beatificado al Papa Paulo VI, quien fuera gestor del primer
Sínodo, autor de la encíclica Humanae Vitae y bajo cuyo
pontificado se llevó a cabo el Concilio Vaticano II. Ha sido, por tanto, una
jornada cargada de simbolismo y de gran júbilo para toda la Iglesia.
En estas semanas de
intenso trabajo, los participantes del Sínodo hemos podido vivir una hermosa
experiencia de "sinodalidad", es decir, de escucha humilde de la voz
del Señor, expresada en el idioma de los padres sinodales provenientes de realidades
diferentes, con sensibilidades diferentes y con experiencias pastorales
diferentes, así como con el hermoso aporte de los matrimonios invitados por el
Papa a entregar sus testimonios y con la asistencia de los diversos expertos
también convocados. La diversidad es un don que ha sido parte de la vida de la
Iglesia desde sus comienzos, sin embargo, las diferencias convergen por acción
del Espíritu en una unidad admirable que se hace "sinfónica" para
anunciar y testimoniar la ternura de Dios hacia todas y todos. En esta primera
etapa nos ha animado un gran afecto colegial y una enorme libertad y respeto a
la diversidad. El Oriente y el Occidente, el Norte y el Sur del mundo y de la
Iglesia, está viviendo junto al Papa Francisco, la realidad de la comunión y la
conciencia de la misión frente a un tema tan crucial como la familia. El
documento final de esta etapa así lo refleja y lo que nos toca como Iglesia en
este tiempo, es ofrecer nuestro servicio pastoral para acompañar, comprender y
estar cerca de todas las familias, y en particular aquellas que siguen a
Cristo, que es camino verdad y vida, como hemos afirmado en el mensaje
conclusivo de la Asamblea Extraordinaria.
Pero el camino del
Sínodo no ha terminado. En octubre del próximo año se realizará la segunda
parte de esta reflexión en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los
Obispos, bajo el tema: "La vocación y misión de la Familia en la
Iglesia y en el mundo". Las conclusiones votadas en esta etapa que ha
concluido, constituyen las Lineamenta, es decir, son el
documento preparatorio para la próxima reunión del Sínodo en octubre de 2015.
Nos queda a todos, por tanto, una tarea de estudio, profundización y
discernimiento pastoral sobre la enseñanza de la Iglesia, y en particular sobre
los puntos que, habiendo recibido un amplio apoyo, no han obtenido la mayoría
de votos cualificados para su aprobación. La invitación que hacemos es a leer
el documento que el Papa Francisco ha querido que fuera público (la Relatio
Synodi), a reflexionar sobre el mismo y a colaborar para que la próxima
sesión de la Asamblea sinodal, pueda contar con el aporte de toda la comunidad
eclesial. A eso nos hemos comprometido todos y estoy seguro que, como sucedió
ya en esta primera etapa, el aporte de nuestra comunidad eclesial de Santiago y
de Chile, será abundante y muy positivo.
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