Siguen las exposiciones de temas diversos. Desde los
matrimonios mixtos en África, al fuerte aumento de los hijos nacidos afuera del
matrimonio en América Latina
Ciudad del Vaticano, 08
de octubre de 2014 (Zenit.org)
El tercer día del sínodo de
los obispos sobre la familia, asamblea que dura dos semanas y que ha sido
convocada por el papa Francisco, se abrió este miércoles con el canto de la
'hora tercera'.
El sínodo tiene diariamente
dos sesiones llamadas 'congregaciones', aunque esta mañana el Santo Padre no ha
asistido a la quinta congregación, porque realizó la catequesis en la audiencia
general de los miércoles en la plaza de San Pedro.
La congregación de la mañana
inició con la reflexión del arzobispo escocés de Grasgow, Philip Tartaglia, que
recordó el referendum que se realizó el mes pasado en su país, en donde las
posiciones del sí y del no, dividieron y polarizaron fuertemente al electorado,
que en un 85 por ciento fue a votar, eligiendo por poco más de la mitad,
quedarse unidos a Gran Bretaña. Después del mismo se planteó si era posible
reconstituir la unidad del país. Partiendo desde esta idea, y de la carta en la
que san Pablo enseña: “El amor es siempre paciente y amable...” transportó la
problemática a los litigios familiares que terminan en separación o divorcio. E
indicó la necesidad de que la Iglesia sepa mediar y reconstruir. Y concluyó con
un “no podemos fallar en esto”.
Hoy fueron 78 intervenciones,
indicó el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico
Lombardi, en conferencia de prensa en la cual participaron el rector de la
Univesidad Católica de Buenos Aires, Mons. Víctor Fernández, y el obispo
africano Ignatius Kaigama. Además del portavoz en español, padre Manuel
Dorantes, y el de idioma inglés, padre Thomas Rosica.
El portavoz del Vaticano
indicó que hoy África estuvo muy presente, con la intervención de una copia
mixta de Costa de Marfil: la mujer cristiana y el marido musulmán. De este modo
se entendió la variedad y complejidad de situaciones existentes en África, pues
en otros países esto no es posible, de lo contrario la mujer tiene que volverse
musulmana. Y de las diversas pastorales que esto significa, con las
modulaciones destinadas a los problemas pastorales específicos.
“Se habló -añadió el padre
Lombardi- de la luz que la Iglesia lleva al mundo en términos no de faro fijo,
sino de antorcha que acompaña al pueblo en camino, paso por paso”. Se recordó
también que la crisis de la familia va unida a la crisis de la fe, y que la fe
no es adherirse solamente a los contenidos, sino sobre todo una adhesión
personal a Cristo.
También se registraron, indicó
el director de la Oficina de prensa, que muchas intervenciones subrayaron la
confianza en la gracia de Dios, más que nuestras debilidades; así como de la
importancia de la oración en la vida familiar. Además hubo intervenciones muy
lindas sobre el perdón y reconciliación en familia. Asimismo, intervenciones
muy lindas sobre el amor de Jesús, y se recordó a la samaritana, y de ese modo
evangélico que convierte el corazón.
Otro de los temas fue la
fidelidad a la doctrina del magisterio de la Iglesia y la misericordia y los
problemas concretos de tantas personas. “Esto ha sido modulado en diversas
intervenciones”, añadió Lombardi, así “cómo proponer la doctrina hoy”.
En las intervenciones se
recordó que el Vaticano II ha conciliado la cuestión entre la verdad con la
libertad religiosa, en analogía con lo que el sínodo tiene que hacer en la
pastoral familiar.
Ha sido indicado también que
la misionaridad de las familias va apoyada y la importancia del anuncio que
llevan las familias, los movimientos y la invitación del papa en Río de Janeiro
a los jóvenes, delante de una cultura de lo provisional.
Se señaló en las
intervenciones, indicó el padre Lombardi, lo positivo de la familia como lugar
de acogida, en particular de los ancianos y enfermos.
Por su parte, el portavoz en
español, padre Dorantes, recordó que en las alocuciones en esta lengua, se
isubrayó el hecho de que muchas parejas llegan al matrimonio sin haber
realizado la comunión o confirmación.
En la evaluación del estado de
la familia uno de los padres sinodales habló de diversas amenazas existentes,
como la brecha que crea la pobreza, produciendo casos de separaciones para
sustentar a las familias. La pobreza, la falta de estudio, y de trabajo, que
producen las migraciones.
Otro de los grandes retos que
fue planteado, comentó el portavoz en español, es la soledad, de los ancianos y
niños. También la dificultad de los jóvenes de tomarse un compromiso, o el de
las comunidades indígenas en la que existe un período de prueba de tres años
antes del matrimonio, después de lo que, con frecuencia, la mujer es devuelta a
su hogar. Y precisó que otro de los padres sinodales, indicó que en su país el
70 por ciento de los niños nacen fuera del matrimonio y por lo tanto sufren la
falta de una familia, con todos los problemas que esto implica.
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