(RV).-
Puntualmente al mediodía de este domingo 5 de octubre, el Papa Francisco se
asomó a la Plaza de San Pedro para abrazar idealmente a los miles de fieles que
allí lo esperaban. Refiriéndose a la celebración de la mañana, el Obispo de
Roma invitó a todos a apoyar los trabajos del Sínodo con la oración, invocando
la materna intercesión de María. “Los Padres sinodales, provenientes de todas
partes del mundo, vivirán junto a mí dos intensas semanas de escucha y de
diálogo, fecundadas por la oración”, subrayó el Santo Padre, recordando el tema
del mismo: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la
evangelización”. “Así como una viña, observó, el pueblo requiere mucho cuidado,
requiere un amor paciente y fiel. Así hace Dios con nosotros y así, nosotros
Pastores, estamos llamados a hacer. Ocuparse de la familia es también una forma
de trabajar en la viña del Señor, para que produzca los frutos del Reino de
Dios
Palabras del Papa antes del rezo del
Ángelus
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos
días!
Esta mañana, con la concelebración
eucarística en la Basílica de San Pedro, hemos inaugurado la Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos. Los Padres sinodales, provenientes de
todas partes del mundo, junto a mí, vivirán dos intensas semanas de escucha y
de diálogo, fecundadas por la oración, sobre el tema “Los desafíos pastorales
de la familia en el contexto de la evangelización”.
Hoy la Palabra de Dios presenta la
imagen de la viña como símbolo del pueblo que el Señor ha elegido. Así como una
viña, el pueblo requiere mucho cuidado, requiere un amor paciente y fiel. Así
hace Dios con nosotros y así, nosotros Pastores, estamos llamados a hacer.
Ocuparse de la familia es también una forma de trabajar en la viña del Señor,
para que produzca los frutos del Reino de Dios (cfr Mt 21,33-43).
Pero para que la familia pueda caminar
bien, con confianza y esperanza, es necesario que sea nutrida por la Palabra de
Dios. Por esto es una feliz coincidencia que precisamente hoy nuestros hermanos
Paulinos hayan querido realizar una gran distribución de la Biblia, aquí en la
Plaza y en tantos otros lugares. Lo hacen con ocasión del Centenario de su
fundación, por parte del beato Giacomo Alberione, gran apóstol de la
comunicación. Entonces hoy, mientras se abre el Sínodo para la Familia, con la
ayuda de los Paulinos podemos decir: ¡una Biblia en cada familia! No para
colocarla en una repisa, sino para tenerla a la mano, para leerla a menudo,
cada día, ya sea individualmente que juntos, marido y mujer, padres e hijos,
tal vez por la noche, especialmente el domingo. Así la familia crece, camina,
¡con la luz y la fuerza de la Palabra de Dios!
Invito a todos a apoyar los trabajos del
Sínodo con la oración, invocando la materna intercesión de la Virgen María. En
este momento, nos asociamos espiritualmente a aquellos que, en el Santuario de
Pompeya, elevan la tradicional «Súplica» a la Virgen del Rosario ¡Que obtenga
la paz, para las familias y para el mundo entero!
Saludos del Papa luego del rezo del
Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas,
Ayer en los Estados Unidos ha sido
proclamada beata la Hermana María Teresa Demjanovich, de las Hermanas de la caridad
de Santa Isabel. Demos gracias a Dios por esta fiel discípula de Cristo, que
condujo una intensa vida espiritual.
Hoy en Italia se celebra la “Jornada por
el abatimiento de las barreras arquitectónicas”. Aliento a cuantos se empeñan
para garantizar iguales oportunidades de vida para todos, independientemente de
la condición física de cada individuo. Deseo que las Instituciones y cada uno
de los ciudadanos estén siempre atentos a este importante objetivo social.
Y ahora, saludo cordialmente a todos
ustedes, fieles romanos y peregrinos provenientes de Italia y de varios países.
Saludo en particular a los estudiantes llegados de Australia y a aquellos del
San Bonaventura Gymnasium Dillingen (Alemania), a los jóvenes de Jordania, de
la Asociación San Giovanni Matha y a los fieles de la parroquia de San Pablo de
Bérgamo.
Saludo a los peregrinos llegados en
bicicleta desde la zona de Milán, en recuerdo de Santa Gianna Berretta Molla,
santa madre de familia, testigo de Evangelio de la vida, y los aliento a
proseguir con sus iniciativas de solidaridad en favor de las personas más
frágiles.
¡A todos les deseo un feliz domingo y
buen almuerzo!
Y, por favor, recen por mí. ¡Hasta
pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario