«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


30 de mayo de 2014

EL OBISPO DE SAN SEBASTIÁN ALERTA SOBRE LA SOCIEDAD DESVINCULADA

Monseñor José Ignacio Munilla denuncia la desconexión entre las personas en la sociedad actual: “Somos sensibles a lo que sucede en Nigeria pero nos desvinculamos de lo que pasa el vecino”
Monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, tenía que dar una conferencia el pasado sábado, 24 de mayo, en la Semana de la Familia. El prelado aprovechó para hablar de la desvinculación social que asola a España y a Occidente. Para ello se basó en el libro La sociedad desvinculada(Editorial Stella Maris) publicado recientemente por el presidente de e-Cristians y miembro del Pontificio Consejo para los Laicos Josep Miró i Ardèvol.

Somos muy sensibles a lo que ocurre en Nigeria, pero estamos absolutamente desvinculados de lo que pasa al otro lado de tabique”, advirtió el obispo donostiarra a la vez que reconocía la importancia de la familia y de las relaciones que se establecen a través de ella. “No somos individuos, somos personas, y esa relación se fundamente en la familia”, afirmó.

Monseñor aseguró que la gran desvinculación que sufre el hombre moderno parte de “una ruptura con las instituciones, iniciada en un mayo del 68 que se rebela frente a todo, también contra Dios y la religiosidad, entendida como imposición”.

“La ruptura entre amor y libertad es una trampa mortal, terrorífica, que provoca una gran fractura y orfandad interior; porque hay un concepto individualista de la libertad contrapuesto al bien común”, indicó Munilla.

El obispo calificó la obra de excelente y al Josep Miró i Ardèvol de “un autor con libertad de pensamiento y cuyas tesis ayudan a fundamentar muchas reflexiones críticas”


“Amamos la humanidad, pero nos molesta la gente”
El obispo de San Sebastián insistió en que la globalización “es un espejismo que te hace sentirte unido al mundo cuando realmente estás desvinculado de la realidad: Amamos la humanidad, pero nos molesta la gente”.

Explicó que este hecho deriva en la pérdida de compromiso social y presencia social. “Aunque hay mucha presencia de voluntariado, la globalización ha generado un espejismo contradictorio: somos muy sensibles a lo que ocurre en Nigeria, con el secuestro de las niñas, pero estamos absolutamente desvinculados de lo que pasa al otro lado de tabique, en casa del vecino. En occidente vivimos en colmenas aisladas”, advirtió.

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