La misericordia "no es una fuga, no es una evasión de la realidad ni de los problemas", es "la respuesta que viene del Evangelio" y es la fuerza que puede cambiar el mundo. El Papa Francisco termina su intensa jornada en Molise en la plaza de la Catedral de Isernia, donde encuentra a la ciudadanía y proclama el Año Jubilar Celestiniano. De hecho es en Isernia donde hace ochocientos años nace Pietro di Morrone, elegido como Papa el 5 de julio de 1294 con el nombre de Celestino V. Este último y San Francisco de Asís, ha dicho el Papa, han tenido un fuerte sentimiento de la misericordia de Dios". "La misericordia, la indulgencia, el perdón de los pecados no es solo algo devocional, algo íntimo, un paliativo espiritual.
Es la profecía de un mundo nuevo en el cual el compartir los bienes de la tierra y del trabajo son distribuidos equitativamente y ninguno está privado de lo necesario, porque el compartir y la solidaridad son la consecuencia completa de la fraternidad.
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