Durante su visita a Madrid para
participar en el Seminario de Parlamentarios por la Vida, el laborista Lord
Daniel Brennan explicó a Alfa y Omega cómo en su país los
políticos de distintos partidos colaboran para defender la vida. Su amigo, el
independiente Lord David Alton, valora para este semanario la reforma del
aborto en España. Ambos son miembros vitalicios de la Cámara de los Lores
«En mi país, la defensa de la vida no es
una cuestión que se asocie sólo con la derecha. En este momento, el diputado de
la Cámara de los Comunes que tiene más interés en la campaña provida es un
laborista. Esto se debe a razones históricas: el Partido Laborista tuvo mucha
influencia de la religión a finales del siglo XIX y principios del XX, y
tenemos una tradición de socialismo cristiano. Además, cada escaño se elige por
elección directa, y el diputado tiene más responsabilidad ante su electorado.
En cuestiones como el aborto, la
eutanasia, el matrimonio homosexual, etc., normalmente hay
voto libre en el Parlamento. También en la Cámara de los Lores hay libertad. Yo
voto con mi conciencia, no con mi partido. Con el partido, sólo en cosas que no
atañen a mi conciencia. Por tanto, miembros de varios partidos votan juntos y
colaboran en estas cuestiones.
En Inglaterra, no hay ningún control
sobre el aborto. Después de casi 50 años, es un hecho de la vida.
Ante esto, tenemos que actuar como una minoría creativa. Durante los dos
últimos años, hemos empezado a intentar convencer a nuestros partidos para
bajar el límite de semanas dentro del cual se puede abortar. Esta propuesta
todavía está en debate, vamos a ver cómo sale». Lord Daniel Brennan
«Instaría a España a aprender del
ejemplo del Reino Unido. Cuando se permitió el aborto en 1967, el Parlamento
pretendía que la ley se aplicara sólo en casos excepcionales. La norma preveía
mecanismos para ello. Con el paso de los años, hemos visto que esas
salvaguardas se han interpretado de forma tan liberal que les quita el sentido.
El resultado neto es que el Reino Unido tiene aborto bajo demanda durante los
seis primeros meses, excepto en el caso de discapacidad en el feto, en cuyo
caso se puede quitar la vida a los bebés hasta el parto, y durante el mismo.
Nuestra situación es tan mala que, ahora, nos están diciendo que no es posible
perseguir un aborto ilegal que los médicos hayan aprobado por razones de sexo.
Es más, parece que el hecho de que los informes que permiten el aborto hayan
sido firmados antes de saber nada sobre la mujer, tampoco implica que se vaya a
perseguir. Los españoles pueden estar seguros de que cada vulnerabilidad y
ambigüedad del Proyecto de ley será explotada por aquellos que quieren un
acceso más libre al aborto. La forma en la que se formule la ley en el
Parlamento determinará los debates de la siguiente. Por ese motivo, nunca será
bastante la fuerza con la que anime al Gobierno a resistir la tentación
política de rebajar el borrador actual».
Fuente: Alfa y omega
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