«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


6 de julio de 2014

“El Señor nos levanta de nuevo y nos devuelve nuestra plena dignidad. Dios no nos olvida”. Durante su viaje a Molise el Papa encuentra a carcelados

(RV).- La tarde del sábado el Santo Padre tuvo un emotivo encuentro con los carcelados del penitenciario-Casa de Isernia.

(La imagen muestra la maxi tableta de chocolate donada por los carcelados de Isernia al Papa Francisco durante su visita. En la misma está representado el lema del Papa, un olivo como signo de paz, y un almendro, signo de renacimiento, aquel que los carcelados desean al final de su tiempo transcurrido en prisión).


Mensaje del Papa a los carcelados 

Queridos hermanos y hermanas: 

Le doy las gracias por su acogida. Y les agradezco por el testimonio de esperanza, que escuché en las palabras de su representante. También en el saludo de la Directora me llamó la atención esta palabra: esperanza. Éste es el desafío, como dije hace dos semanas en el penitenciario de Castrovillari: el reto de la reinserción social. Y para ello necesitamos un itinerario, un camino, fuera de la cárcel, en la sociedad, y también a nivel interno, en la conciencia, en el corazón. 

Lo importante es no quedarse quieto - el agua estancada se pudre - sino caminar, dar un paso cada día, con la ayuda del Señor. Dios es Padre, es misericordia, nos ama siempre. Si le buscamos, Él nos acoge y nos perdona. "Nunca se cansa de perdonar" es el lema de esta visita. Él nos levanta de nuevo y nos devuelve nuestra plena dignidad. Dios no nos olvida. Hay un pasaje de la Biblia, del profeta Isaías, que dice: ¿Se olvida una madre de su criatura? - y es casi imposible - ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! (cf. Is 49:15).

Con esta confianza, se puede caminar, día a día. Y con ese amor fiel que nos acompaña, la esperanza no decepciona. Podemos orar junto con María, nuestra Madre, para que nos ayude y nos proteja. Dios te salve, María... 






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